Los indios arahuacos de las Antillas tenían la creencia de que tanto el sol, como la luna y los hombres habían sido gestados dentro de cavernas.

Y me pregunto también ahora, por qué muchos mitos de la Humanidad reiteran que de las grutas nacimos todos los seres humanos y creo que es porque la cueva con su forma remeda el útero femenino.

Con el decursar del tiempo, el hombre siguió apegado a la cueva materna y así por ejemplo, cuando los españoles irrumpieron  en América, la caverna volvió abrir sus puertas a los perseguidos. Fue en las cuevas donde se establecieron, primero los indios perseguidos y después éstos extendieron su brazo amigo a los negros africanos, a los cimarrones, que huyendo de la esclavitud de los amos blancos, también buscaron el amparo de la gruta. Mao Tse Tsung, al organizar los ejércitos revolucionarios de China contra el viejo sistema, lo hizo en las grutas de Yunán, lo que también repitió el gran guerrillero que fue en Tito en su lucha contra las tropas fascistas. Es conmovedor saber también que las primeras noches que pasó José Martí en su campaña libertadora de Cuba, fue en una cueva en las márgenes del Río Tacre, en la región oriental del país. Claro que pudiéramos citar otros muchos ejemplos; cuando el Che Guevara llegó a las montañas centrales de Cuba, estableció su armería en una gran gruta del Escambray.

Goba Handi.Haz click en las imágenes para agrandarlas

A fines del siglo pasado llegó el momento en que la caverna se convirtió en el escenario de una ciencia. Nació la espeleología.

El geógrafo francés Eduardo Alfredo Martel, organizó un grupo de científicos para estudiar las cuevas y así fundó la Sociedad Espeleológica de Francia y recorrió muchos países de Europa, estudiando el mundo subterráneo.

A veces, casualmente, se descubrieron cuevas como las de Altamira, en España, con sus paredes y techos llenos de extraordinarias pinturas policromadas de animales ya desaparecidos de la Tierra. Y nadie lo creyó entonces. La ciencia oficial negó que aquellas pinturas habían sido realizadas hacia más de diez mil años.

Sin embargo, gracias a la labor de los arqueólogos y los espeleólogos, se descubrieron cientos de grutas de Europa y otros continentes, evidenciando que el Hombre había convivido con los animales prehistóricos.

Con sus exploraciones los espeleólogos del mundo entero han hecho notables aportaciones al conocimiento científico de la geografía subterránea y de la historia del arte.

Con la ayuda del acualón hemos explorado tierra adentro, cuevas totalmente inundadas de agua dentro de las que hemos descubierto estalactitas, estalagmitas y otras bellas formaciones, que forzosamente se originaron  en un ambiente aéreo, es decir cuando la cueva se hallaba sin agua, pues tales formaciones solo pueden crecer por el goteo libre para sedimentar el carbonato de cal de aquellas estalactitas, todo lo cual llevó a la conclusión  de que el nivel de las aguas subterráneas habían subido y vuelto a descender, lo que a su vez estuvo controlado por las fluctuaciones del nivel marino.

Un muy reciente descubrimiento realizado por el buzo y espeleólogo francés Henri Cosquer en la Bahía de La Triperie, en el Mar Mediterráneo, Francia , ha venido a probar fehacientemente que cuando el hombre prehistórico pintó el arte rupestre de la Edad de Hielo, el mar se encontraba a más de 36 metros bajo el nivel actual oceánico.

Na caverna - Eldorado.

En sus exploraciones submarinas Cosquer había visto, a la profundidad señalada, la boca de una cueva que presentaba una galería ascendente. El intrépido espeleólogo no se amedrentó y nadando ascendió por el peligroso pasadizo. Al final sacó la cabeza fuera del agua y apenas pudo creer lo que veía: estaba en un lago de agua salada bajo la pétrea comba de una gran gruta que por su gran belleza le pareció una catedral. Pero más sorprendente quedó al observar que las paredes del antro estaban repletas de maravillosas pinturas que nadie había contemplado durante miles de años. Para Cosquer y todos los científicos que conocieron su hallazgo no quedaban dudas de que los pintores de aquellas escenas, donde aparecen ciervos y otros animales, habían penetrado por el túnel ascendente cuando el nivel del Mar Mediterráneo estaba por debajo de aquella boca cavernaria, la que después, al subir el nivel oceánico, se cubrió de agua, clausurándola así para la vista de los hombres a lo largo de veinte milenios.

Muchos años antes de dicho descubrimiento, ya nosotros habíamos realizado en las costas de Cuba una sistemática exploración y estudio de los nichos de mareas, tanto emergidas como submarinos. Por nichos de mareas se entienden las indudables huellas dejadas por los niveles del nivel del mar a lo largo de miles de años. Así descubrimos nichos a 120 metros de altitud en las cercanías de Baracoa y otros bajo el mar, a 6 metros, a más de cuevas sumergidas a –70 metros, las cuales debieron originarse cuando el fondo oceánico, donde hoy se abren estaban sobre la  superficie terrestre, de manera que en Cuba hay evidencias irrefutables de que el nivel del mar ha subido y bajado en una amplitud de 190 metros.

En tiempos recientes se habla mucho del efecto invernadero, aumento de la temperatura y su consecuencia en la subida del nivel del mar, y de la catástrofe que tendría lugar, sobre todo en las zonas bajas costeras, pero en rigor científico la variación del nivel oceánico se ha producido en los últimos miles de años, sin que interviniera la acción del hombre, aunque en la alguna medida esos movimientos verticales del mar pudieran ahora acrecentarse por la acción industrial.

Los anteriores conocimientos son muy importantes para el hombre actual, porque ya sabe de los peligros que lo asedian en cuanto a que todas sus construcciones costeras, donde se asientan muchas de sus grandes ciudades, podrían ser cubiertas por el mar en caso de ascenso de la  temperatura, lo cual ocasionaría el derretimiento de los hielos polares, y además haría aumentar el volumen de los océanos.

La ciencia es el único factor que puede convertirnos en profeta. La larga observación milenaria realizada por el Hombre de los fenómenos de la Naturaleza ha logrado hacerlo profeta, en la acepción más científica de la palabra. Profetas son, por ejemplo, los astrónomos que pueden calcular los eclipses de Sol y otros fenómenos celestes. Carlos Marx realizó una proeza gigantesca del pensamiento racional humano al profetizar el paso de la sociedad capitalista al de la sociedad socialista.

Se puede predecir, basándose en experiencias científicas que las llanuras de Yucatán, como las de Cuba y otras partes del mundo, corren el riesgo de ser de nuevo inundadas por el mar como lo estuvieron antes y el Hombre tiene que estar preparado para esta emergencia.

Si en el mundo futuro ocurren los ciclos que han acaecido en los diez mil años anteriores, el nivel del mar tenderá a subir como evidencian las investigaciones mareográficas más recientes.

Grutas de Loltún, México.

Todo el mundo se queja de que cada día hay más calor y es que realmente hay un poco de más calor todos los años.

Hoy sabemos que el clima del mundo se calienta además, artificialmente, con sus industrias contaminantes, lo que, como hemos dicho, puede acelerar un proceso catastrófico.

Pasando a otro tema espeleológico, quiero decirles también que hace años iniciamos en Cuba ciertos cultivos en cavernas, como hongos comestibles, de manera que así podemos tener varios pisos agrícolas, superpuestos, uno arriba y otro debajo de la tierra.

También una incidencia económica de la espeleología es el turismo. Las  cuevas se han convertido en objetivos turísticos, es decir, económicos.

No debemos olvidar en el tema que estamos tratando, los estudios de espeleoterapia. Las cuevas ahora son utilizadas para ciertas afecciones debido a su ambiente especial.