Durante años, subir a las montañas de ocho mil metros estuvo reservado a los hombres. Pero saltó una mujer polaca: Wanda Rutkiewicz. Con su personalidad fuerte y su estilo implacable, Wanda logró subir a ocho ochomiles pero desaparecería en el Kangchenjunga. Después de ella surgió un mito doble. El primero era, naturalmente, Wanda, una mujer que había logrado más que todas las anteriores en la cordillera del Himalaya. El segundo fue el de una maldición: cualquier mujer que hubiera ascendido el K2, moría después de ello.
Oh Eun Sun, la única mujer hasta ahora con 13 de los 14x8000
Mundo pequeño a pesar de todo, los montañistas se debatían entre la leyenda y la realidad. Lo real era que sólo había una mujer que hubiera subido ocho ochomiles. Entonces aparecieron tres mujeres: Nives Meroi, Gerlinde Kaltenbrunner y Edurne Pasaban. Todas habían ascendido ya varios ochomiles y sin pensar muy lejos su primer objetivo era romper el récord de Wanda.
Al cabo de varios años, lo lograron y enfilaron al siguiente objetivo: todos los ochomiles. Todo comenzó brevemente, como sin sentirlo. Sólo había tres y una de ella sería la ganadora. Pero luego de ese inicio, el ascenso de los catorce ochomiles pasó a dominio público: era una carrera. Este año, Gerlinde, Edurne y Nives estaban con la misma cantidad de montañas y tenían la misma oportunidad.
Fue entonces que sucedieron dos cosas: Nives se dio vuelta cerca de la cumbre del Kangchenjunga por ayudar a su compañero de cordada y de vida: Romano Bennet. Pero además surgían dos competidoras más: Go Mi Sun y Oh Eun Sun, ambas surcoreanas.
Edurne PasabanFoto: cortesía de su sitio web
Al final del verano, Miss Go había muerto en la montaña, Miss Go se había hecho de 13 ochomiles y Gerlinde no había podido subir al K2 (de hecho, nadie pudo subirlo este año). Así las cosas, al frente quedaba Oh Eun Sun y con planes, además, de ir al Annapurna en breve para terminar los 14. Detrás de ella van Edurne y Gerlinde y luego Nives. Miss Go, también con 12 cumbres, moría en el Nanga Parbat luego de hacer cima.
Existe una especie de indignación en el medio montañista por ver que una “advenediza” se haga de las 14 cimas sin tanto esfuerzo, sin tantos años de trabajo. Sólo necesitaba apoyo económico y lo tuvo. Eso, según algunos, “no vale”. Sin embargo, en una entrevista reciente, Edurne declara que “tengo claro que Oh Eun Sun será la primera” por una sencilla razón:
"…ella es majísima, pero que tiene un patrocinador y un país con una mentalidad muy competitiva… y la han apoyado al máximo. Han apostado por ella cuando solo tenía dos ochomiles, la fueron a buscar y la dijeron “Tú vas a ser la primera mujer en conseguir los catorce ochomiles” Y la han apoyado con una mega infraestructura que ha aceptado. Ella está en un ochomil y ya en el siguiente hay otra expedición equipando la montaña, llega con su equipo de sherpas y la sube…"
Nives Meroi
Pero reconocer esto, deja de anhelar: “Claro que me encantaría ser la primera en terminar los catorce ochomiles… No me quiero jugar la vida, ir corriendo al Shisha Pangma, y luego salir corriendo al Annapurna”, las dos montañas que le faltan.
El comentario de Edurne no deja de tener un sabor de amarga derrota, pero es clara en algo: fue organización lo que les ganó a las tres mujeres, una nación entera y no una sola mujer.
Gerlinde Kaltenbrunner con la cima del K2 detrás de ellaFoto: cortesía de su sitio web
“Personalmente me da pena por Gerlinde, por Nieves y por mí, por las chicas que hemos estado haciendo esto. Conozco a Gerlinde y Nieves desde hace muchos años… durante estos once años que hemos estado las tres haciendo ochomiles hemos contado con poco apoyo. Han sido once años en los que hemos trabajado muy duro Gerlinde, Nieves y yo para buscar patrocinadores. Cada una de nosotras hemos tenido muchísimos problemas. Por eso me da pena que aparezca de repente esta alpinista coreana.”
Edurne Pasaban fue la primera de las tres en declarar que le gustaría ser la primera mujer en alcanzar los 14 ochomiles. Nives y Gerlinde nunca hablaron de ello aunque con toda seguridad lo tenían en mente.