Navegando y explorando la Patagonia a pie y en kayaks, en el mismo confín del mundo, Christian Donoso aprendió que el mundo no termina ahí. Se pasó años explorando y elaboró un proyecto ambicioso que se llamó Expedición Transpatagonia y que realizó en el 2007-2008. Para entonces ya había ganado el Premio Rolex para los exploradores. Iba en buen camino, pero ¿qué hacer luego de explorar la Patagonia?

Durante la expedición del 2008-2009 a la Antártida.
Fotografías cortesía de Christian Donoso
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La respuesta estuvo más al sur: abandonar el continente y cruzar uno de los mares más peligrosos del mundo para llegar a la Antártida. El nuevo proyecto abarcó dos meses y navegaron 550 millas náuticas recopilando información geográfica y de todo tipo para documentar su expedición. Mucha de esta información iba tendiente a definir el cambio climático del mundo. Así, a principios del 2009, la expedición había terminado exitosamente.

Un logro más. ¿Qué seguía? Para Christian, la solución fue sencilla: ir aún más al sur. Basado en la historia heroica de la exploración de la Antártida, podría realizar un recorrido tanto en tierra como en agua que le permitiera conocer lugares adonde no se ha llegado antes.

La Antártida tiene una característica que ninguna otra parte del mundo tiene: debido a su aislamiento, nadie había habitado ese continente hasta que llegaron los primeros exploradores. A diferencia de los “descubrimientos” de América o Australia, en donde ya había gente viviendo desde centurias antes, la Antártida sólo tenía fauna propia, pero ningún humano. Ni siquiera un yeti que pudiera explotarse turísticamente.

Mapas de la ruta a seguir. Etapa 1.

Las primeras exploraciones fueron de descubrimiento del continente: su avistamiento, su primera circunnavegación para conocer su extensión, el desembarco, las primeras tentativas para llegar al Polo Sur Geográfico, la conquista misma, el gran proyecto de Ernest Schackleton de cruzar el continente helado de un lado al otro que se vio truncado cuando tuvieron que sobrevivir debido a que su barco fuera atrapado por los hielos y luego se hundiera… Y como esas, cientos de historias más, mucho menos conocidas pero no menos heroicas.

La exploración de la Antártida la han seguido realizando algunos grupos patrocinados fuertemente por la National Geographic, por Al Filo de lo Imposible o por algunas otras empresas. Pero es indudable que se necesitan dos cosas para estar ahí: mucho dinero y una autonomía total.

Christian Donoso resolvió el primer problema usando kayaks. Desde su primera expedición a la Antártida, los gastos fueron sumamente bajos debido a que su embarcación le hacía autónomo. Podía ir de un lado para el otro sin usar más medios de locomoción que su propia fuerza, sea caminando o remando.

Mapas de la ruta a seguir. Etapa 2.

Ahora, Christian explorará los Andes Antárticos, una cordillera que se extiende por la Península Antártica. Su objetivo es recorrer 1,600 kilómetros (mil millas terrestres, 853.4 millas náuticas) tanto en la costa como en la cordillera.

Cruzarán el Canal de Drake a bordo del Antarctic Dream, el mismo buque que usaron la vez pasada para ir a la Antártida. Una vez ahí explorarán a lo largo de 80 días

“…siguiendo una ruta marítima y terrestre nunca antes intentada, que los llevará por la costa y las cumbres más altas de la Cordillera de los Andes Antárticos. Será la travesía a tracción humana más extensa realizada en la Península Antártica, y la primera a nivel mudial en utilizar kayaks para acceder a espacios marítimos y terrestres en ese continente, usándolos como embarcación y trineo.”

“Entre las dificultades que plantea la expedición en su etapa terrestre destaca la presencia de grietas en el hielo, en algunos casos ocultas, y en el ámbito del mar, las capas de témpanos acumulados por el viento, especialmente en las áreas de Bahía Margarita e Isla Ross.”

Mapas de la ruta a seguir. Etapa 3.

Los kayaks que utilizarán serán hechos ex profeso y gracias a la experiencia adquirida en la anterior expedición: kevlar, fibra de carbono y resina epóxica, que los hace livianos, rígidos y resistentes, además de resistentes a la abrasión, un problema que se encuentra mucho en las exploraciones polares. Con poca eslora, fondo plano y la quilla poco pronunciada en la proa, serán los vehículos que usen durante esos 80 días en aguas heladas y continente helado.

Lo importante de esta expedición es que se trata no de la primera que realiza Christian, sino de la tercera y parece no tener alto. Esta ocasión, su compañero será Mario Sepúlveda, un andinista experimentado.

Mapas de la ruta a seguir. Etapa 4.

Mapas de la ruta a seguir. Etapa 5.