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Montañismo y Exploración
Cómo enviar a un hijo a un Campeonato Mundial de Escalada Deportiva
26 agosto 2009

Participar en un Campeonato Mundial de Escalada Deportiva es algo que no todo mundo alcanza pero todos queremos de quienes van. Pero ¿qué significa esa competencia para los familiares y amigos de un competidor? Esto es lo que este relato muestra.







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Llegamos a casa y a hacer maleta. Clau de todo llevaba de más y no había necesidad de tanto. Estaba nerviosa y lo demostraba. Poco a poco se fue calmando y el sueño llegó a ella. Todavía se metió  a bañar. Al salir me preguntó por los detalles de su vuelo, ella sabía que se iba al día siguiente en la noche, pero no sabía a ciencia cierta a qué hora. Ya estábamos en la cama cuando me dijo: 

— Ma’… ¿y si fallo?, ¿y si ni siquiera paso?, ¿y si me descalifican? 

Matanga, La Cueva. Agosto de 2009Haz click en la foto para agrandarla.

La abracé, la acaricié y le dije:

— Para mí y para mucha gente, ya eres una triunfadora. Esta competencia es el resultado de todos tus esfuerzos. No solamente de este último año, sino desde que decidiste que querías ser una competidora y ganadora. Las herramientas las tienes, la mentalidad la tienes, solamente tienes que salir con ganas y decisión. El resto ya lo sabes: ¡Ajum guaji ijajá! (mantra de Claudia desde hace algunos años).

Para cuando terminé  de decirle esas palabras apenas podía mantener los ojos abiertos.

Matanga, La Cueva. Agosto de 2009

Meteremos a Clau en la cazuela para hacerla chicharrónA las doce de la noche comeremos chicharrón, a las doce de la noche nos daremos un sentón. 

A mí hubiera gustado acompañarlos al aeropuerto, pero tenía que ir a trabajar. Así que todo lo dejé en las manos de Toño, mis papás, Brau y Clau. Cuentan que no se quería despertar, ni desperezar aunque no tenía para qué hacerlo temprano y no dejaba que Toño hiciera lo que tenía que hacer. Como a las 11 de la mañana se dio cuenta que ya tenía que comenzar a moverse. Aún había que llevar el auto al mecánico para tenerlo listo antes de las cuatro de la tarde. Así llegarían con tiempo al aeropuerto. Su vuelo saldría a las 8:20 de la noche.

Mientras tanto, yo recibía un susto en la oficina: el vendedor del vuelo me había enviado un correo: un problema con la tarjeta, necesitaban que en menos de cuatro horas se comunicara el tarjeta-habiente o cancelarían los boletos. Al final , era solamente para verificar unos datos, ya que cuando los viajantes no son el dueño de la tarjeta deben cerciorarse que la transacción haya sido autorizada por el tarjeta-habiente.

La Entrada, La Cueva. Agosto de 2009

Juro que hasta pude sentir cómo mi corazón volvió a latir.

Y comenzaron las llamadas, creo que cada 15 a 20 minutos Claus me llamaba para asegurarse de llevar su cepillo, sus calcetines, su maleta de mano, la cámara, esto o lo otro. Era la primera vez que ella se tenía que encargar de todo eso porque yo no podía estar ahí. Aunque no era la primera vez que viajaba “sola” ni tampoco la primera vez que viajaba solamente con Brau, sí es la primera vez que estaría tan lejos y tanto tiempo. Cuentan que por ahí  de las dos tarde ya no quería hacer nada, ni comer, ni bañarse (porque decidió que se tenía que bañar antes de irse), nada. Mi mamá y Toño casi tuvieron que cargarla y obligarla a terminar de estar a tiempo.

Llegaron a la casa algunos amigos a desearle suerte, enviarle buenas vibras y acompañarla al aeropuerto. Braulio llegó por ahí de las 3:30. Y en el aeropuerto se encontraron con Alfredo que le llevaba a Brau los documentos oficiales.

La Entrada, La Cueva. Agosto de 2009

Yo estaba recordando a aquellos que habían prometido aportaciones y no lo habían hecho, que deberían hacerlo. En la casa les dieron más dinero, en total se llevaba cerca de 450 euros, suficiente para hospedaje y comer decentemente, cuando menos hasta el viernes.

Cuentan que en el aeropuerto hicieron una fila de dos horas hasta que tuvieron las maletas documentadas. Sólo tendrían que esperar para subirse al avión. Claudia me llamó  a las 7:20. Ya se estaban metiendo a la “zona de aislamiento” y pocos minutos después estarían en el avión. ¡Buena suerte mi niña! Haz lo que sabes hacer, con todo tu corazón y disfruta esta experiencia.

Aquí  le entrego a mi hija, con el dolor de mi corazón, si no le obedece, le puede dar su coscorrón.Claudia me llamó  el martes 25 de agosto a las 11:30 (tiempo de México). Habían llegado a Lyon, buscarían que comer y esperarían a los otros chicos. Pernoctarían ahí. Alfredo había encontrado un vuelo donde se irían todos los demás, con una escala de seis horas en Madrid, pero aún así llegarían apenas dos horas después que Clau y Brau.

Por cierto, todavía hoy martes no ha sido liberado el dinero con que se iría la selección nacional a competir en un campeonato del mundo. ¿Se imaginan si me hubiera esperado?

El Elefante. Mayo de 2008

Nota sobre los subtítulos

Según la investigadora Rita Kurzmann, Matarile es una canción francesa llamada Bailarán así, con distintas variantes en Hispanoamérica. Ana Margarita Aguilera Ripoll clasifica a Matarile, rile, ron como canción francesa y lo afirma María Cadilla de Martínez." Canción de origen francés, introducida en España a principios del siglo XIX. Su divulgación en España se debe a los colegios franceses, según Francisco Rodríguez Marín.

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