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Montañismo y Exploración
Cómo enviar a un hijo a un Campeonato Mundial de Escalada Deportiva
26 agosto 2009

Participar en un Campeonato Mundial de Escalada Deportiva es algo que no todo mundo alcanza pero todos queremos de quienes van. Pero ¿qué significa esa competencia para los familiares y amigos de un competidor? Esto es lo que este relato muestra.







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Dos semanas antes, Alfredo y Braulio tuvieron una reunión en donde se definió que Braulio sería el delegado de la selección mexicana. Había vivido en Francia, habla el idioma y conoce las ciudad sede de la competencia. También definieron el entrenamiento y las fechas para traer a la ciudad de México a los escaladores foráneos. En ese momento comencé a ver Mundial como una realidad. 

Cañón de Aculco. Abril de 2009

A mediados de agosto tuvimos que hacer un plan B porque la burocracia seguía reteniendo el dinero. Braulio y yo comenzamos a idear formas de conseguir dinero para el alojamiento, avión, transporte. 

Claus había estado muy tranquila, hasta que chateó con sus amigas de Canadá, competidoras del Norteamericano donde ella estuvo y le dijeron que ellas ya estaban en Francia desde finales de julio. No sé por qué no gritó, pero salió corriendo a contarme, brincaba, se abrazaba las manos, caminaba, preguntaba y se contestaba sola: que cuándo se iba, el cambio de horario, de comida, el idioma, el hotel…

Dejé que se explayara hasta que se calmó. “Tranquila”, le dije, “todo tiene que suceder cuando tiene que suceder”. En realidad no dije lo que pensé: “Y si no sucede tengo que comenzar a empujar para que suceda”.

Búlder en Aculco. Abril de 2009

Algunas personas ya me habían ofrecido una donación para la competencia, gente involucrada en la escalada o con nosotras y por ello saben el camino tortuoso que es que liberen el dinero  para irse, así que comencé a llamar porque lo más seguro es que sí los molestaríamos con lo que pudieran aportar.

Una semana antes de la competencia yo hablaba casi a diario con Alfredo, me iba contando todo lo que estaba haciendo para “presionar”, todo lo que tenía que pasar, el tiempo invertido, la de personas que tenía que ver… Pocas personas como él, con esa entrega y compromiso. El martes de esa semana, me dijo que tenía que conseguir una cantidad, que yo no tenía. Entonces solté las represas. Que las aguas comenzaran a circular.

Búlder en Aculco. Abril de 2009

Yo quiero un paje, matarile lire lon. 

El engranaje comenzó a andar: harían una colecta entre los padres de la categoría infantil, donde conocen a Claudia; se mandarían correos a conocidos; se verían posibilidades don Telegenios, adonde pertenece Claudia, mis hijos vendían cosas o ahorraban y también hubo quien buscó a una persona que pudiera prestar su tarjeta de crédito, además de las llamadas telefónicas. Y esto no lo hicimos solas, sino fueron muchos los involucrados. De verdad que no tengo palabras para agradecer a todos.

Para el jueves se sabía que no saldría la cantidad solicitada y tampoco habría abanderamiento. El viernes anterior no había cambiado nada. Era hora de buscar la manera de comprar los boletos de avión. En mi casa teníamos reuniones todos los días en la tarde y contábamos lo que habíamos conseguido, lo que faltaba, las ideas para conseguir más. Claudia observaba. 

Texcoco. Mayo de 2008

Hasta que llegó  el viernes 21 y entonces explotó: lloró, pataleó, se enojó, se rebeló, sacó todo, se explayó. Qué bueno que lo hizo. Estaba preocupada por la deuda con que yo me quedaría pero le respondí que ella ya había hecho su parte, una gran parte; Braulio había hecho la suya, otra una gran parte; Alfredo estaba haciendo la suya. Era mi turno y de eso ella no se tenía que preocupar. Al final lo aceptó y esa noche durmió en paz.

El sábado, durante un curso de certificación de jueces de competencia, Alfredo nos contó que no tenía idea de cuándo saldría el dinero. Quizá el lunes. ¿El lunes? ¡El lunes! Si eso sucedía ya no tendríamos tiempo para reaccionar y buscar avión, alojamiento y todo lo que se necesitaba. Los competidores tenían que llegar a más tardar el miércoles por la noche, porque su primer eliminatoria era el jueves en la mañana.

Ya no podía esperar.

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