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Montañismo y Exploración
Carlos Carsolio en el octavo Festival Banff en México
12 octubre 2009

Fue su octavo año consecutivo y además de las películas, el Festival Banff de cine de Montaña en México 2009 presentó a Carlos Carsolio con su conferencia sobre su expedición "La línea de la vida". Pero llamó más la atención la sesión de preguntas y respuestas.







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El Festival Banff de Cine de Montaña es traído a México año con año por El Séptimo Grado y esta ocasión cumplió su octava edición, pese a los problemas económicos que se atraviesa en todo el mundo. De hecho, no hubo uno solo de los patrocinadores de hace años. “No tenemos a quienes año tras año han estado con nosotros, pero queremos agradecer infinitamente a las empresas pequeñas que creyeron en nosotros y en el Festival para traerlo a ustedes. Sumando uniones pequeñas ha sido como hemos podido lograr traerlo por octava ocasión.”

Como cada ocasión, el Festival Banff en México trajo a un expositor. Esta vez fue Carlos Carsolio, quien narró su proyecto “La línea de la vida”, que cruzó México de costa a costa en parapente. Para quienes no conocemos absolutamente nada de parapente, la plática pudo haber resultado obtusa pero Carlos se encargó de desmenuzar su proyecto para que todo el público entendiera.

Pero lo mejor de su conferencia fue la sesión de preguntas y respuestas. De ellas hubo un par de ellas que dejaron una huella más profunda que las demás y de paso aclaró muchas cosas:

Una persona del auditorio preguntó cómo es que Carlos Carsolio, aquel montañista que logró las 14 cimas de ochomil y ahora logra la línea de la vida, comparte ese peligro con su familia.

“Aquí está mi hijo, aquí está mi esposa. Mi hija mayor no está porque está estudiando en Canadá. Mis otros hijos son pequeños. Pero vienen aquí conmigo porque quiero compartir mi vida con ellos. Yo no creo en hacer la vida para los hijos, sino en hacerla con los hijos. Hacer la vida para los hijos es un pretexto para no vivir la propia vida. Si no se vive, no se puede compartir y si no se comparte, no hay crecimiento. Los hijos son prestados y llega el momento en que se van. ¿Qué se hace cuando se van los hijos? Seguir viviendo la propia vida pero si no se tiene una vida propia, no seremos nada, ni para los hijos. Por eso comparto mi forma de vida con mi familia.

“Pero eso tiene sus dolores. Recuerdo cuando me iba al Himalaya y me despedí en el aeropuerto de mi hija mayor, que tenía pocos años. Me despedí normalmente pero yo sabía que la escalada que iba a hacer era peligrosa y que quizá no regresara de ahí. Es muy duro despedirse de tu hija pequeña diciéndile “Adiós, no volveré a verte”, pero también por eso es que te cuidas más y logras lo que quieres y regresas a verlos.”

A otra pregunta abarcó el por qué de los catorce ochomiles, respondió: “Encuentro satisfacción en hacer algo nuevo, diferente. No quiero volar lo que ya hayan hecho los demás ni subir las cimas que ya se han subido. Hubo un momento en que Erhard Loretan y yo platicábamos sobre esto y concluimos que los 14 ochomiles eran más una forma de mantener a nuestros patrocinadores contentos. Pero me gustan los retos, como el ascenso por la nueva ruta que hice en solitario en el Broad Peak.

“No encuentro ningún gusto en aquellas personas que me escriben que quieren subir al Everest por primera vez con una expedición comercial y quieren que les dé consejos. Hace poco hubo en Valle de Bravo, donde vivo, una reunión de gente que practica el parapente. Nunca me paré ahí. ¿De qué iban a hablar? De cómo competir. ¿Cómo puedes competir en un parapente si siempre las condiciones son diferentes? Es como hacer competencias de yoga o meditación. No lo entiendo. No es lo mío.”

Como esa, hubo otras más. Y si el proyecto La Línea de la vida no fue lo suficientemente impactante, las respuestas de Carlos, dejó a todo el público satisfecho. Con Carlos como invitado especial, El Festival Banff continúa con su espíritu de crear un espacio para la cultura de montaña. En festivales anteriores ha invitado a Héctor Ponce de León, Alberto Iñurrategui, Jordi Pons, los hermanos Pou y Tim O'Neill.

De las películas, hubo dos de dibujos animados y dos de larga duración: una travesía al Polo Norte desde Rusia hasta Canadá y la otra un salto BASE en China. Los temas de las demás fueron escalada, bicicleta de montaña, kayak y espeleología. Lo notorio en el Festival Banff en México fueron dos películas: la primer por la creatividad, pues narra el miedo de un niño y cómo lo supera a través de ponerse un casco rojo, el símbolo de varios deportes de aventura, y la segunda de cómo se escala en le República Checa, sin usar empotradores y con un alto nivel, siguiendo la ética que impone el lugar.

El auditorio no sólo estuvo lleno. Esta vez se llenaron las dos salas del Festival y para los miembros del Staff de Séptimo Grado, fue un descanso y una satisfacción haber terminado mientras que para todos los demás sólo nos queda esperar un año más a que venga de nuevo el Festival.

Crux

Imagen de la película Crux

Journey to the Center

Imagen de la película Journey to the Center

Psyche: Patagonian Winter

Imagen de la película Psyche: Patagonian Winter



 



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