Kenneth Kamler. Sobrevivir al límite. Ediciones Destino, Barcelona. 2005. 335 páginas. ISBN: 84-233-3741-3
| Soy médico y he participado en muchas expediciones científicas a las regiones más remotas del mundo. Mis pacientes viven en el límite de la supervivencia e incluso superan ese límite. Practico medicina en lugares y situaciones incompatibles con la vida y, a veces, cuya existencia jamás imaginé. |
“Si el cántico cesara, mi paciente moriría. De eso estaba seguro; tan seguro como se puede estar en una tienda de campaña helada sobre la montaña más alta del mundo, respirando la mitad del aire del que existe a nivel del mar.” (p. 11)
Así inicia Kenneth Kamler su libro y atrapa al lector con el relato de un paciente que está a punto de morir en el campamento base del Everest. El paciente, contra toda esperanza, sobreviviría, pero sirvió a Kamler para narrar su propia historia personal de cómo llegó a ser médico de expediciones:
“Soy médico y he participado en muchas expediciones científicas a las regiones más remotas del mundo. Mis pacientes viven en el límite de la supervivencia e incluso superan ese límite. Practico medicina en lugares y situaciones incompatibles con la vida y, a veces, cuya existencia jamás imaginé.” (p. 16)
Es con esa experiencia que escribe este libro que trata de la adaptación del hombre a ambientes extremos. El hombre se ha extendido en prácticamente toda la superficie del planeta pero sobrevive gracias a su cultura, más que a sus adaptaciones fisiológicas: en el mismo desierto, un tuareg y un italiano tendrán éxito en la supervivencia. “Los pocos millones de seres humanos que habitan en medios extremos no prosperan, pero sí sobreviven en el límite de su propia fisiología.” (p. 15)
Kamler habla de la alta montaña la selva, el desierto, alta mar, las profundidades del océano o el espacio exterior. Analiza siempre casos reales con la visión de un médico acostumbrado a buscar el por qué sucede algo al cuerpo y frecuentemente esos casos reales son los que ha vivido él mismo, lo que le da una objetividad de ser el sujeto de quien habla.
El resultado es abrumador: la explicación de qué es lo que le pasa al cuerpo en situaciones de gran altitud, de gran presión, de mucho calor, de mucho frío, de falta de gravedad… Pero el tratamiento no se reduce a decir, por ejemplo: “es por la poca presión que tiene el oxígeno a más altitud” sino que habla de hormonas, de la presión en los pulmones, de lo que le pasa a los gases en las moléculas de hemoglobina, de las hormonas que el cuerpo libera y cuando… Sí, abrumador, pero excelente.
Pero no se resume a ser un libro de medicina, sino que se trata más bien de un anecdotario donde se cuenta una historia y alrededor de ella se analizan los procesos fisiológicos. Sí, es un libro médico, pero con una narrativa muy valiosa además de una enorme capacidad de sintetizar todos los procesos de una manera muy sencilla para el público en general, aunque lo abrumador llega a ser la cantidad de procesos en un solo caso.
Un libro altamente recomendable para leer por cualquier persona que ingrese a un medio que ponga en juego su supervivencia, es, al mismo tiempo, un tomo que debería permanecer como consulta en la biblioteca de todos los montañistas y la verdadera desgracia es que no se amplíe (todavía) a otros medios, como las cavernas, por ejemplo.