3-2) Geomorfología
Una particular característica de las montañas de esta región es que en su mayoría son estratosvolcánes, que presentan una estructura de capas desarrolladas sobre los materiales de sucesivas erupciones y normalmente superpuestas, que se componen de lava endurecida, piroclasto y cenizas volcánicas. Finalmente terminan conformando un perfil escarpado que se observan en muchos volcanes de la región.
Los macizos volcánicos llegan a elevarse hasta 2900 metros sobre la altura media de la región que se estimó en los 4000msnm. Sus laderas occidentales y líneas cumbrales normalmente se ven sometidas a fortísimos vientos provenientes del océano Pacífico. Estos, en algunas ocasiones, dejan depositada su humedad en forma de nieve y en la mayoría de los casos movilizan importantes volúmenes de arena depositada en los valles intramontanos. La combinación de viento y arena genera un efecto erosivo tremendo sobre los basaltos volcánicos negros, conformando llamativas como impensadas geometrías.
En otros casos llega a cubrir con importantes mantos de arena a los glaciares de la zona sur como el del Tres Cruces, Solo y Cordón de los Arrieros. También “erosiona” muy fuertemente la moral de montaña de los aventureros, que, en algunas ocasiones, deben permanentemente masticar arena y protegerse muy bien los ojos. En la expedición del año 1988 estuvimos doce días seguidos de viento las 24 horas del día. Por una comunicación personal sabemos que cuando estaban pavimentando la ruta al Paso San Francisco, en el sector de Cazadero Grande, el viento llegó a dar vuelta una camioneta.
Algunos de estos volcanes presentan ciertos síntomas de actividad, como lo son las fumarolas que se observan desde la cumbre del Ojos inmediatamente hacia el oeste, muchas veces acompañado con un fuerte olor a azufre. En la vertiente oriental del Walther Penck, en una de las lagunas ubicadas aproximadamente a los 5700msnm, durante la expedición del año 89, incidió fuertemente en el estado físico de la expedición por que los cinco miembros de la misma presentaron síntomas de dolores estomacales y desarreglo de vientre. Se sentían en algunos sectores fuertes olores a azufre.
Vista del corte de un glaciar en la cuenca de la Salina de la Laguna Verde, con diferentes capas de hielo y arena . Foto Orlando Bravo 1955.
3-3) Calidad de Agua
Al tratarse de una región muy mineralizada por el vulcanismo remanente, cuando se presentan chaparrones estivales o los deshielos de glaciares o de las nevadas, al entrar el agua en contacto con los materiales por donde infiltra o escurren, se impregna de ellos disolviéndolos según las características físicas de los mismos. En consecuencia se ha detectado una importante presencia de arsénico, azufre, sodio, boro y otros minerales, consecuencia por la cual el agua de las grandes lagunas de las cuencas cerradas, no es potable.
Además de la importante mineralización que transportan los cursos naturales, la región por tener balance hídrico negativo (evapora mucho más que lo precipitado), el agua de las lagunas se van concentrando cada vez más de diferentes minerales. Son importantes los datos de las mediciones realizadas por el Dr. Francesco Mantelli, recogidos a lo largo de sus tres expediciones por la región en los años 89, 92 y 93. Se transcriben a continuación una síntesis de aquellos considerados más relevantes.
Por ejemplo el agua del río Salado que ingresa por el norte a la laguna Tres Quebradas tiene un residuo salino de 13gr/l y arsénico total de 1720μg/l y la laguna Tres Quebradas posee un residuo salino máximo de 311gr/l (10 veces superior al agua de mar) y de arsénico 2180μg/l.
Otro caso se da sobre el río Cazadero que, en su cuenca superior, escurre por antiguas capas de deposición salina de origen hidrotermal. Esto se pone en evidencia en El Chorro, donde el banco calcáreo es fácilmente visible con espesores de 1 a 3m, y donde el salto ha erosionado en profundidad la roca sedimentaria. Deposiciones de carbonato de calcio se observan a lo largo de algunos afluentes del río Cazadero, como ser el Aº Aguas Calientes que se presenta una composición predominantemente bicarbonato cálcica.
La concentración salina media de los cursos superficiales de la región se ubica en los 0,5g/l, excluido el río Salado, mientras que el promedio de la concentración salina de las grandes lagunas es de 89,2g/l. Las Normas argentinas recomiendan un contenido máximo de arsénico de 50μg/l, mientras que para el boro 1000μg/l. El residuo salino admisible máximo puede llegar hasta 1,5g/l. En la tabla que se desarrolla a continuación se indican los sectores que permiten considerarla potable según normas vigentes. Aparecen algunos que son admisibles según el residuo salino pero en el porcentaje de arsénico. Aquí se puede puntualizar que los parámetros indicados valen para casos en que se beba permanentemente agua de estas fuentes, cosa que no se da en el caso de los andinistas, donde eventualmente paran un día o dos en el esos Sitios. Tales son los casos del Chorro, Real de Rasguido y el Ojo del Nacimiento. Donde la concentración de arsénico supera levemente los valores recomendados.