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Somos un antes y un después de haber escalado esta pared, quizás por lo ancestral que arrastra el viento, por sus sendas de más de 500 años o por algo que no sabemos cómo explicar... Algo que sucede entre la Inmensidad y el Tiempo.
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Christian Vitry y varios compañeros se dedicaron durante años a explorar la región de la Sierra del Chañi y ascender el nevado “en busca de nuevas rutas, travesías no realizadas y también desafíos intelectuales, tratando de desentrañar los secretos ocultos de esta bella montaña del noroeste argentino”. Con la información recabada, elaboraron un libro y en él aparecía una fotografía del Chañi Chico (5,571 metros) y de su pared, una fotografía que había sido tomada desde lejos.
Vista del circo del Chañi Chico. Del lado izquierdo, la pared
Pero fue suficiente para que los argentinos Humberto (el Nono) Vázquez, Facundo Juárez y Fernando Gutiérrez se dirigieran a ella para escalarla, pero una vez en la montaña, toda la planificación que habían hecho para la escalada, tuvieron que ajustarla completamente a la realidad:
“Las únicas referencias que teníamos de la pared eran las que Emilio Gonzalez Turu y Christian Vitry comentaban en su libro del Nevado del Chañi. Las fotos en nuestro poder, estaban tomadas a cuatro horas de la pared y lo que parecían ser dos morrenas eran cuatro y la pared que aparentaba tener 500 metros, tenían mil”.
Durante el primer largo, por una chimenea
A las 8:15 de la mañana del 9 de septiembre comenzaron a escalar la pared en largos del total de la cuerda: 60 metros. Terminaron por hacer 16 largos en la pared, muy vertical, pero los últimos tres los hicieron en solo integral, pues conforme se acercaban a la cumbre la caída de rocas era mayor por lo avanzado del día. Además, las grietas que encontraban y en donde podrían asegurarse durante la escalada, estaban cubiertas de hielo que les impedía proteger.
A las 20:15 llegaron al final de la pared, en el hombro izquierdo de la pared suroccidental. Habían pasado doce después de haber iniciado el ascenso. Vivaquearon y a la mañana siguiente descendieron por la misma pared.
“Nuestra motivación en la escalada se encuentra en la búsqueda de nuevos lugares y el trabajo de grandes paredes y el desafío que buscamos, no es el grado sino la altura, que estas paredes se encuentren a más de 5000 msnm; y el Chañi Chico cumplía todos estos requisitos”.
El tercer largo, que definió el camino a seguir
"El Nevado de Chañi fue y es una montaña especial, no solo por su forma alpina, tan difícil de ver en los redondeados contornos del noroeste argentino y con numerosas rutas aún sin concretar, sino por su larga historia que se remonta al tiempo de los incas cuando, en algún momento del siglo XV, ofrendaron en la cumbre de la montaña la vida de una criatura con propósitos divinos. Fue en 1905, cuando en una de las primeras ascensiones deportivas se extrajo de la cumbre la momia infante y que fuera donada al Museo Etnográfico de Buenos Aires fundado ese mismo año." Christian Vitry
Resumen:
Primer ascenso a la pared suroccidental del Chañi Chico, Jujuy, Argentina
Fecha: 9 de septiembre de 2008
Escaladores: Humberto (el Nono) Vázquez, Facundo Juárez y Fernando Gutiérrez
Nombre de la vía: Siete Dolores
Características: 960 metros / 16 largos de 60 metros / 6c.
Tiempo: doce horas
Apoyo y colaboración: Ruka Casa de Escalada, Ministerio de Turismo del Gobierno de la Provincia de Salta, MAAM Salta, Revista Kooch, Canal 7 de TV Pública, TyC Sports, Salta Aventura, Christian Vitry y Emilio Gonzalez Turu.
Cuarto largo de cuerda: el Balcón de la Placa Naranja
La nueva ruta: Siete Dolores
