Mensaje 4
Rodulfo Araujo
No se está hablando de la descomposición total de un plástico, no es el punto saber qué les pasa cuando los tiramos a la basura. Estamos hablando sobre la vida útil de un producto (no de su polímero base), es decir, aquella donde conserva sus propiedades originales. Me gusta poner a mis alumnos el ejemplo de dos fabricantes de botanas en México. Uno define la vida útil como aquella antes de que el producto sea incomible, el otro la define como "first day fresh", el punto en que al abrir la bolsa el producto ya no huela, se vea y sepa exactamente como estaba cuando se envolvió.
Yo vendo película de polipropileno, de la que mi empresa garantiza será 100% funcional durante los primeros 6 meses de haberse producido. No quiere decir que a los 6 meses más un día ya no se pueda usar, pero se empezarán a tomar riesgos. Pasados seis meses empiezan a perderse algunas propiedades, como su tratamiento superficial para impresión. En alguna ocasión probé un lote de 3 años de antigüedad de cierto producto que funcionó bien, porque no traía tal tratamiento (llamado Corona) sino un revestimiento de polimetilmetacrilato (PMMA), más tolerante al envejecimiento, pero fue un caso excepcional, generalmente si se va a usar una película vieja hay que volver a darle tratamiento corona y esperar que no se afecten demasiado sus propiedades de sello.
De la misma forma, los fabricantes de equipo deportivo han hecho estudios serio y reproducibles con pesos, con "caídas técnicas" u otras formas de reproducir impactos medibles, etc., a diversas condiciones ambientales. El rango que declaran es aquel en que a cualquier condición “normal” aún responden por el desempeño del casco (o cualquier otro equipo de seguridad). A partir de ahí se empiezan poco a poco a degradar sus propiedades iniciales y ya nadie les garantiza nada, se empiezan a tomar riesgos. Por cierto, las condiciones de prueba no fueron inventos alarmistas para la propaganda, sino que están estipuladas por los organismos gubernamentales y cámaras industriales que correspondan.
En efecto los fabricantes toman el juicio más conservador. Qué bueno, son conscientes de lo que están protegiendo. No es para sacar más varo, sino para evitarse juicios por fallas de productos viejos (es decir, que los malos usuarios quieran sacarles lana a ellos). Aquí en México ni siquiera tenemos una buena traducción para "liability" porque el concepto no existe, si te estás comiendo un plato de sopa y te sale un pelo, escupes el pelo y sigues comiendo. En general, no son grandes capitales anónimos de NY o Tokio, sino fábricas fundadas y operadas por deportistas que tenían una necesidad personal y la resolvieron al mismo tiempo que se la resolvieron a otros.
Le vamos a dejar más tarea a Erwin, ahora que investigue las normas CPSC de Estados Unidos y la EN 1078. A ver si el casco de 100 años las pasa, jajajaja. Bueno, a ver si el 100% de los cascos con uso de 7 años las pasan (Estas pruebas no permiten fallan, tiene que pasar el 100% de la muestra).
Por último, me parece oportuno mencionar que no deben ponerse autoadheribles (calcomanías) o usar marcadores para pintarlos que no estén explícitamente aprobados por el fabricante. Los adhesivos de las etiquetas y la tinta de los marcadores cuentan en mayor o menor grado con solventes, muchos pueden tener efecto sobre el polímero o los aditivos del casco.
Saludos
Mensaje 5
Edwin Aguilar Chávez
Normas y estándares establecidos
En los Estados Unidos, la fundación conmemorativa Snell, una organización establecida inicialmente para crear los estándares para la motocicleta y los cascos de automóvil de competición, puso en ejecución uno de los primeros estándares. También el American National Standards Institute (ANSI) creó un estándar llamado ANSI Z80.4 en 1984.
Más adelante, la Comisión de seguridad de productos de consumo de Estados Unidos (CPSC) creó su propio estándar obligatorio para todos los cascos de bicicleta vendidos en los Estados Unidos, que tomaron efecto en 1999.
En el Reino Unido el estándar actualmente aplicable es el EN 1078:1997, que substituye BS 6863:1989. CPSC y los estándares EN1078 son más bajos que el estándar de Snell B95 (y B90); las normas de Snell externamente son verificados, con cada casco detectable por número de serie único.
El EN 1078 también externamente se valida, pero carece del rigor de Snell (Snell toma un casco aleatorio vendido con su etiqueta y lo somete a pruebas que llegan a su destrucción, esto es algo que a los fabricantes incomoda ciertamente, porque Snell cobra una pequeña cantidad por cada etiqueta que certifica que los cascos vendidos tras ser expuestos durante un tiempo también sobrepasan las normas) los fabricantes de cascos en policarbonato (mayormente usado para la inyección de cascos más económicos) saben que la luz de sol, temperatura y el modo de conservación afectan enormemente a estos cascos).
En el estándar más común de los E.E.U.U., CPSC, un casco muestra certifica a los demás. Es generalizado y cierto decir que los estándares de Snell son más exigentes que otros estándares, y la mayoría de los cascos en venta actualmente no los disponen (no hay casco actual de la marca Bell, Snell certificado, algo en lo que estaba especializado el website conmemorativo de la fundación de Snell incluye una lista de cascos certificados).
En 1990 la encuesta sobre mercado de la asociación de consumidores (Reino Unido) demostró que alrededor del 90% de los cascos en venta eran Snell B90 certificado. Por su examen 1998 que el número de Snell certificó cascos era alrededor cero. Las carcasas duras declinaron rápidamente entre la población general de ciclistas sobre este período, casi desapareciendo para el final de la década, pero seguían siendo más populares entre los jinetes de BMX así como patinadores y skateboarders en línea.
Los estándares están siendo generalmente cada vez más débiles, conducido por el deseo del mercado y fabricantes a cascos más ventilados y de diseño, pero la eficacia contra lesiones de menor importancia, que es el propósito de la mayoría de los cascos, no está acompañado. No obstante, en igualdad de circunstancias, un casco Snell certificado es probablemente "mejor" que un otro no-Snell.
Todos los cascos vendidos hoy deben resolver estándares de seguridad básicos. La diferencia entre los cascos baratos y costosos reflejará probablemente la ventilación, comodidad, diseño y conveniencia más bien que seguridad.
Ya saben si tiene etiqueta Snell B95 es superior a la EN1078.