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Lo mejor que puedes hacer para evitar grandes problemas es abandonar la expedición. No me puedo concentrar, mi mente está fija en la pared. En el muro Rakhiot y en la estremecedora franja de hielo que bloquea la ruta de ascenso. Karl Unterkircher
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La expedición que pretendía abrir una nueva ruta en el Nanga Parbat (8,125 metros) por la vertiente del Rhakiot, aquella por donde se realizaron los primeros intentos y por donde escalara Hermann Buhl en 1953, se transofrmó en tragedia cuando Karl Unterkircher cayera a una grieta por encima de los seis mil metros en la montaña y fuera cubierto por grandes cantidades de nieve.
La vertiente de Rhakiot del Nanga Parbat
Karl Unterkircher, Simon Kherer y Walter Nones eran los integrantes de la expedición que pretendía abrir una nueva vía en la vertiente del Rhakiot del Nanga Parbat. Apenas el 3 de julio habían llegado juntos a la cima del Chongra Peak por una nueva vía, como aclimatación para abordar el Nanga Parbat.
Karl estaba abriendo huella delante de sus compañeros a los 6,400 metros cuando un puente de nieve se rompió y cayó dentro de una grieta “aproximadamente 15 metros”. Simon y Walter bajaron a la grieta para rescatar a su amigo, pero cuando lo pudieron hallar, había fallecido, probablemente debido a las heridas por la caída.
El Nanga Parbat con la línea de ascenso. En un círculo está encerrada la zona en donde se produjo el accidente
A la mañana siguiente avisaron por teléfono satelital lo que había pasado, al mismo tiempo que comentaban:
“No podemos descender, es demasiado peligroso. Estamos bien, ya a 6,400 metros y fuera del área de seracs. Ahora seguiremos escalando más arriba de los siete mil metros para poder escapar de la pared. Después bajaremos por una ruta más rápida y segura”. Eso quería decir hacer la travesía desde el lado del Rhakiot hasta el lado del Diamir.
La vertiente de Rhakiot del Nanga Parbat
Tenían poco equipo porque estaban escalando en estilo alpino y lo llevaban limitado. Así comenzó su odisea de escapar del Nanga Parbat sobre la vertiente que fuera el escenario de tantas muertes cuando apenas se intentaba subir esta montaña.
“Queríamos subir a la parte superior de esta pared (Rhakiot) y luego bajar por donde había subido Buhl. Pero el mal tiempo nos detuvo. Había demasiada niebla”. Además de la niebla, el cansancio físico y psicológico los cercaba.