El año pasado, Erden Eruc estaba en el Puerto de San Francisco y tuvo que abortar su salida por fallas técnicas. Sin embargo, salió a mar abierto en un intento de cruzar todo el Pacífico a remo y solo. Además, sin apoyo externo. Un viaje de mucho tiempo y miles de kilómetros. Un viaje más personal que record en sí mismo.
Mapa de la ruta de Erden Eruc
En su larga travesía, tuvo problemas. Quizá los comunes en este tipo de viajes. Pero cuando todo iba viento en popa, las corrientes marinas lo empujaron a un atolón, donde quedó varado. Con el bote en mal estado y con la necesidad de repararlo, la alternativa fácil era pedir ayuda y terminar ahí el viaje. Erden no se amilanó: esperó, reparó y prosiguió.
“Mis prioridades son:A. Permanecer vivoB. Salvar mi bote yC. Continuar la circunnavegación
Mis promesas a Nancy son:A. No moriréB. No la perderéC. No iremos a la bancarrota”
Cartas náuticas para los meses de mayo y junio
Finalmente, el 10 de mayo se convirtió en el hombre que cruzaba el Océano Pacífico y lo hacía en 310 días, es decir: casi 10 meses. Su viaje supuso no sólo el establecimiento del récord de permanencia en el Pacífico, que pertenecía anteriormente a Peter Bird, con 304 días, sino un paso más a su circunnavegación alrededor del mundo impulsado con la propia fuerza.
El director de la Ocean Rowing Society, establecida en Londres, Kenneth Cruthlow me envió un mensaje de la madre de Peter Bird, de 90 años de edad y quien también vive en Londres. Joan Bird quería enviarme sus felicitaciones por romper el histórico récord de su hijo por la permanencia más larga en mar y me deseaba bien. Muchísimas gracias , señora Joan Bird. Su gentileza me da fortaleza en el mar.
Además del Pacífico, cruzó ya el Atlántico a remo, también solo, y ha viajado en bicicleta de Seattle a Miami (cruzó el continente americano por Estados Unidos). Su plan original era remar a Australia y de ahí a la India, después viajar hasta Namibia y luego cruzar el Atlántico a remo para terminar en Brasil. Los vientos y corrientes inusuales le impidieron lograrlo y una de ellas lo dejó encallado en un atolón, de donde tuvo que salir por sus propios medios.
En este viaje, Erden Eruc intenta darle la vuelta al mundo usando su propia energía para moverse y regresar a San Francisco, su punto de partida, lo que incluye seis de las siete cumbres más altas de cada continente. Por esta navegación, Erden Eruc fue nominado el premio Ocean Rower of the Year, por la Oceanrowing Society.