2. ¿La línea entre el norte y el observador lleva realmente al sur?

La respuesta es no. La línea que trazas entre ambos puntos no “lleva” al sur porque tú serías el sur en este caso. Es decir: entre el punto A (el norte) y B (el observador) sólo hay una línea. Deberías extenderla hacia más allá del observador para encontrar el sur, de la misma manera que se hizo con los polos geográficos para llegar a los astronómicos. Pero debe hacerse con precaución pues si dieras media vuelta para buscarlo, quizá te desviarías unos grados y no necesariamente te dirigirías al sur. El sur no tiene una estrella para localizarlo, como sucede en el norte, por lo que debes ser cauto en ello.

3. Tu otra pregunta de si esa línea variaría según el lugar donde se encuentre el observador seguramente ya la tendrás respondida: no importa en qué parte del planeta estés, si ves la estrella polar estarás viendo el norte. ¿Por qué? Porque estás tomando como referencia un solo punto: el norte, que nunca se mueve.

Mapa de la constelación de la Osa Mayor. Con ella se puede hallar fácilmente a Polaris

4. La línea entre el norte y el observador puede permitirte encontrar el sur y cualquier otro punto cardinal, pero no tendría relevancia, pues tienes uno que no varía: el norte. Simplemente, das media vuelta y ya tienes el sur. O 90 grados a izquierda o derecha te dan el oeste y el oriente, respectivamente. Esto es independiente del horizonte.

El horizonte se define de varias maneras, pero la más usual si es que vas a usar el cielo para orientarte, es el horizonte astronómico, que es el plano horizontal a nivel de los ojos. Claro que el terreno te lo limita (horizonte viene del griego orizon, “limitar”), pero si vas a una montaña alta, el horizonte se extiende hacia abajo. Si vas al desierto o al mar, parece justo lo que es: esa línea que parte de tus ojos y da una vuelta completa, paralela al suelo.

Así que puedes “dibujar” el horizonte para hacer caso omiso (dentro de lo posible) del terreno y “encontrar” tus puntos cardinales. En realidad no los encuentras sino que los fijas una vez que tienes un punto que los pueda referenciar, como el norte geográfico o el astronómico.

5. Para encontrar norte y sur en el cielo debes conocer algunas constelaciones. Las estrellas por sí mismas no te dirán nada a menos que conozcas la forma en que están dispuestas. Te recomiendo ampliamente el libro Rutas del cielo, publicado por Ediciones Desnivel, para que tengas una buena introducción a la ubicación de constelaciones en el cielo. Por supuesto, este libro no te dirá cómo encontrar el norte, el sur o cualquier otro punto, pero si vas aprendiendo de las constelaciones, poco a poco irás ubicando cada punto.

Como te dije al principio, todo esto es sencillo siempre y cuando tengas presentes los elementos básicos, que he tratado de poner por escrito aquí. Si tienes alguna duda te la puedo responder. Pero antes de formularla, intenta hacerte la idea de una hormiga sobre una pelota o esfera y encima de ella un foco. El foco es la estrella polar, la hormiga el observador y todo se desprende de ahí. Es geometría.

Saludos

Las dos osas en el cielo. La mayor apunta a la menos y por lo tanto a Polaris

Carlos:

Muchísimas gracias por su respuesta. La verdad es que me lo ha dejado todo muy claro. Después de leer el mensaje he hecho un esfuerzo para visualizarlo todo, como me dice en el mensaje, y lo he visto todo muy claramente.

No sé por qué, pero en mis figuraciones anteriores me imaginaba la tierra tan grande como el propio universo, como si el universo fuera una lámina pegada al horizonte de la tierra.

Le envío unos pequeños dibujos que me he hecho para visualizar. Quizá le puedan ayudar por si tiene que explicarle algo parecido a algún otro ignorante de estas materias. Creo que servirían para ver cómo tendría que visualizar esa persona el universo y la tierra, como una pequeña bolita dentro de él, con una prolongación de su eje anclada por el lado norte a la estrella polar, para entenderlo.

Así que muchas gracias de nuevo.