Era la primera vez que me sentía tan decepcionado. Había trabajado muchísimo para esa escalada, había entrenado durísimo, y ahora ni siquiera tendría la oportunidad de intentarlo. Yo solo quería quedarme en Bugaboos y esperar que por alguna extraña razón el clima nos diera una ventana de buen tiempo para que pudiera hacer mi ruta; desde luego, eso no era una opción, habíamos viajado mucho para quedarnos encerrados en las tiendas de campaña esperando buen clima.

Así que viajamos hacia Canmore, una región de Banff de la cual nos habían hablado mucho, con sus paredes de roca caliza. Un paraíso para la escalada deportiva.

Rodolfo Guerrero y Carlos Sandoval (al fondo) en The Grand Wall

Decidimos primero visitar la zona de Grassi Lakes. Para llegar a la zona, debíamos caminar por bosques interminables y cruzar hermosos ríos y lagos. Al llegar a la zona, gran parte de mi decepción y tristeza por no haber podido ni siquiera intentar la pared de Bugaboos, se fueron. Estaba frente a la zona de escalada de mis sueños: estábamos frente a desplomes perfectos de caliza, todos ellos con agujeros, regletas, tufas y cualquier tipo de agarre imaginable.

Cougar Canyon tiene paredes que se formaron por la erosión del río. Ahí también realizamos escaladas deportivas. Era un lugar excelente: paredes por doquier, y para llegar a ellas debíamos brincar el río de un lado a otro: mucha diversión. Para complementar el excelente día, pude realizar una ruta muy bonita: Stygian Ayre (5.13a).