Tres horas más tarde llegamos a la antecima. Desde aquí se ve la cima principal. Ya llegaron los primeros. Espero a Félix y cuando llega conmigo lo abrazo y le comento mi felicidad. Se me salen las lágrimas de ver todo tan cerca. Me ve y me dice “Nos vamos”. Y nos vamos a la cumbre.
El recorrido es entre nieve y roca y es como una media luna de la antecima a la cima, en tiempo cerca de una hora. Voy delante de Félix. A las 13:45 llego a la cima. Estoy muy contento. Ya hay otros montañistas, entre ellos Carlos Soria, Juan Ramos, unos austriacos, etc. Juan es quien me recibe en la cumbre. Me da un abrazo y me felicita. Yo estoy llorando. Luego me felicita Carlos Soria.
Jorge Salazar en la cumbre del Broad Peak
con la bandera del estado de Veracruz
Mientras ellos bajan, yo espero a Félix, mi compañero. En la cumbre estallamos de alegría. Nos abrazamos y lloramos juntos. Ha sido muy duro. Para mí, un esfuerzo de familia: mi esposa Martha mis dos hijas: Yetlanezi y Atzin. Alejado de ellas por dos meses. Pero ha valido el esfuerzo. Ahora a bajar.
Cuando empezamos a bajar llegaron los chicos de al filo de lo imposible y Esther Sabadell. Nos felicitamos mutuamente y para abajo.
Regresamos al C3 a las 21:00 horas. Fueron veinte horas de esfuerzo y llegué agotado, junto con Carlos Soria. Al día siguiente al CB ya que el tiempo empezaba a empeorar. A las 19:00 horas del 21 de julio estábamos en el CB. A salvo. Dicen que la cumbre no te pertenece sino hasta que llegaste a buen resguardo. Ahí me sentí a salvo y disfruté de la cumbre. Nos recibieron con un pastel preparado por el cocinero de la expedición.