El pasado domingo 4 de marzo, alrededor de las 12:15, cuatro excursionistas, tres hombres y una mujer, fueron asaltados en cumbre del Ajusco, mientras descendían de la cumbre principal, Cruz del Marqués, hacia la cima secundaria, el Pico del Águila.
Fueron interceptados por dos individuos cubiertos por pasamontañas, que vestían sudaderas desgastadas y sucias y pantalones de mezclilla. Iban armados por una pistola, del que desconocen el calibre, y un machete. Aunque no pudieron ser reconocidos, medían 1.65 y 1.75 metros aproximadamente.
Los asaltantes despojaron de dinero en efectivo, mochilas y teléfonos móviles pero también les fue advertido que no dijeran nada a los grupos que se encontraran en el Pico del Águila o en el camino. No se sabe si fue con la intención de ganar tiempo para escapar o de regresar y realizar otro asalto.
Sin embargo, la voz de alarma fue dada y varios grupos decidieron abandonar la montaña todos juntos para no ser víctimas de un asalto más.
Jennifer Cruz, la única mujer que estaba en el grupo asaltado, mencionó a Montañismo y Exploración que no han levantado el acta ministerial por robo a mano armada.
El Ajusco es una montaña de casi cuatro mil metros muy cercana a la Ciudad de México y es visitada regularmente por montañistas de todas partes, incluidos los extranjeros que vienen a México a aclimatarse para subir al Iztaccíhuatl o el Pico de Orizaba.
Con este tipo de asaltos a mano armada, uno se pregunta cuánto falta para que dos personas intimiden a un grupo grande y comiencen las violaciones.
Fuente: Israel Correa Castellanos y Jennifer Cruz