Alexander y Thomas Huber son buenos escaladores. Eso nadie lo duda. Pero sus logros van más allá de la línea en donde a un escalador se le considera simplemente “bueno”. Alex fue la segunda persona en escalar un 9a (5.14) después de Wolfgang Güllich, por ejemplo.
El macizo de El Capitán.
Pero después vinieron una serie de escaladas que lo ubicaban en un sitio con certeza: rotpunkts en el Valle de Yosemite, una nueva ruta en el Latok III y, más recientemente, un récord de escalada en el Capitán, por Zodiac (2004) y una apertura nueva en las Dolomitas: Pan Aroma (2007).
Alex y su hermano Thomar liberaron la Salathé, también en el Capitán. Pero Alex, además de ser uno de los escaladores de punta actualmente, también se ha distinguido por escalar en solo y en velocidad. Pero no por establecer récords, sino por juego. Los hermanos saben que un récord puede ser roto al día siguiente, así que se lo toman a juego.
Los hermanos Alexander y Thomas Huber
Dentro de este juego que es la escalada, los hermanos Huber establecieron un nuevo récord el 4 de octubre en La Nariz, el Capitán, con un tiempo de dos horas, cuarenta y ocho minutos y treinta y cinco segundos (2:48:35), lo que rompe el récord anterior de 2002 por Hans Florine y Yuji Hirayama (2:48:55) en tan solo 20 segundos.
Los hermanos creyeron que habían hecho un poco más de tiempo que la pareja pero tras consultar con Hans Florine, éste les mencionó “Creo que los Hubers tienen un récord. Genial. Supongo que tendré que levantarme del sofá”.
Alex Huber en Zodiac
Sea que Hans Florine se levante o no del sofá, los hermanos han decidido regresar a la ruta para subirla aún más rápido si se puede. Y es posible que sí, pues en esta escalada, a Thomas se le escapó uno de sus estribos y perdieron mucho de tiempo. “Mucho” para este tipo de récords donde los segundos cuentan, puede ser unos cuantos minutos.