Es posible que haya quienes persigan este premio, el mayor galardón en montañismo, pero lo cierto es que quienes están apuntados en la lista de candidatos son auténticos sobrevivientes, pues sus escaladas han sido tan comprometidas que un solo error y fallarían.
Es el triste caso reciente de Jean Christophe Lafaille, desaparecido en el Makalu, mientras intentaba su primer ascenso invernal. Por bastantes días, muchos contuvimos la respiración en espera de más noticias pero una vez que Kathia Lafaille se despidió de su marido en la montaña, no volvió a haber más noticias. Había desaparecido uno de los montañistas punteros, sobreviviente, precisamente, del Annapurna, y escalador de once ochomiles, en estilo bastante comprometido: invierno o por una ruta complicada. Descanse en paz.
Lo mismo estuvo a punto de pasar a Tomaz Humar, pero su posición a una altitud menor, permitió que los helicópteros llegaran a él y fuera evacuado.
El Piolet d’Or de este año tuvo una aparición inesperada: Cesare Maestri y Cesarino Fava hicieron llegar una carta al jurado insistiendo en que él había sido el primero en coronar el Cerro Torre en 1959 y exigía:
Yo declaro y confirmo haber escalado el Cerro Torre con Tony Egger, recorriendo la pared Este hasta el collado de la Conquista con Cesarino Fava. Desde el collado continuamos los dos: Tony Egger y yo, siguiendo alternativamente la arista NO cubierta de nieve y la pared Norte hasta alcanzar el hongo cimero. Desde ahí seguimos sus formaciones de hielo hasta alcanzar la cumbre el día 31 de Enero de 1959.
El abogado de Maestri declaraba a los organizadores:
Su organización es libre, por supuesto, de otorgar el premio a quienes ustedes crean que lo merecen, pero para restaurar la verdad histórica, debe reconocer que el 31 de enero de 1959 la cumbre del cerro Torre fue alcanzada por primera vez por la ruta señalada por Toni Egger y Cesare Maestri.