Del resto de las películas, hubo de todo, pero las que llamaron mucho la atención fueron Harvest Moon, de Robert Frost, un primer ascenso por la cara oste del Thalay Sagar, de 6,900 metros, en el Himalaya. Y de esta película lo que más llamó la atención fue la gran producción, donde el camarógrafo tiene un mérito invaluable.

Convertirse en hombre en Siberia también es una gran producción que si bien no tiene una historia como montañismo, sí tiene una gran importancia para la gente que habita la montaña, en este caso el ártico. Claro: no es montaña, pero también se le considera en el Festival Banff.

Los Pequeños Demonios del Khumbu es una pequeña película en donde se ve a los niños del Himalaya como nunca antes se había presenciado: jugando en las pendientes nevadas a esquiar a su manera y a divertirse, como los niños de todo el mundo.

Finalmente, la película más impresionante fue Por el filo de los 4,000, la gran travesía que Patrick Bérault realiza con Philippe Magnin para alcanzar todas las cumbres de cuatro mil metros de los Alpes. Quien no conociera los Alpes se dio cuenta entonces el por qué el deporte se llama alpinismo y el por qué el Mont Blanc sigue siendo tan importante: pocas cordilleras como ésa, con montañas para todos los niveles. En la cumbre 67 de la lista, Patrick fallece al caer por la montaña y su recorrido queda inconcluso.

Adicional al Festival Banff de Cine de Montaña, se realizaron dos actividades: el domingo 15 hubo una mesa redonda sobre Ética, en la cual participaron Héctor Ponce de León, Mario Oñate, Israel Correa y Carlos Vargas.

El sábado 21 estuvieron los hermanos Iker y Eneko Pou y presentaron un avance sobre su proyecto “Siete paredes, siete continentes”, en donde tratan de escalar una pared por cada continente. “Es la pared más emblemática de cada continente y eso es nuestro criterio. Ya vendrán más a cambiar qué pared quieren escalar, pero nosotros elegimos estas.”

Ambos contestaron las preguntas que se les hicieron y dejaron claro que llevar un camarógrafo no es algo fácil, pues hay que pensar en algo más que escalar: hacer una película porque “los viajes cuestan un montón de dinero y hay que llevar a casa algo que convenza a quienes dan el dinero.” Algunas ocasiones tienen que repetir la pared varias veces pero en la Patagonia, les costó la cima por estar filmando, algo que ya tienen bien aprendido.

Los hermanos Pou tuvieron una sesión bastante ardua de firma de carteles en la entrada de la sala.

En el intermedio de la función del sábado 21, Carlos Rangel anunció al público que el domingo pasado habían sido capturados los culpables del asesinato de Humberto Cabrera. “Pero el caso no se cierra para nosotros. Hace falta trabajar más en pro de la seguridad de todos nosotros”, y finalizó diciendo que pronto se darían a conocer algunas decisiones tomadas durante el Congreso Nacional de Montañismo, que se efectuaría la semana siguiente, del 27 al 29 de octubre.

El público terminó satisfecho por el Festival, pero quizá se esté olvidando cada vez más la gran labor de Séptimo Grado por realizar este evento, que implica mucho trabajo.