Jeff Bennett. Manual del kayakista de aguas bravas. Curso completo. Paidotribo, Barcelona. 2001. 261 páginas. ISBN: 84-8019-527-4
Cuando empieces a palear en aguas bravas, te volverás adicto a la sensación del agua azotándote el rostro.
Las aguas bravas, aquellas donde las corrientes de agua se vuelven blancas, ruidosas y muy rápidas, atraen la vista y uno puede quedarse ahí, mirando, durante mucho tiempo. ¿Serán tan bravas como parecen? Para el hombre solo, quizá sí, pero no para el kayak, porque “Los kayaks son los coches deportivos del mundo de las aguas bravas.” (p. 14)
Manejar un kayak no es cosa fácil y menos si se tiene como única referencia un libro porque “Aunque este libro enseña a montar en kayak recurriendo a descripciones, fotografías y dibujos, éstos son poco más que imágenes congeladas de un deporte que es todo movimiento.” (p. 16)
Un deporte en movimiento, que se realiza en un medio en movimiento. Usar un kayak de río, tan diferente del kayak de mar. Quizá los primeros capítulos sean más o menos parecidos a otros libros: la estructura, el equipo, la forma de meterse a la embarcación y de usar la pala y finalmente, los distintos tipos de paladas. Es en este capítulo donde uno descubre que se encuentra ante un texto verdaderamente valioso por la extensión y sencillez de sus explicaciones.
Habrá algunas que no sean entendidas a la primera vez, pero no por falta de claridad sino porque es una gran variedad de paladas y uno tiene que poner en práctica cada una y luego el conjunto. Así, el lector las puede usar cuando llegue el momento o cuando esté practicando en una alberca o en un río muy tranquilo, pero no cuando se esté en un río difícil:
“Muchas tiendas y monitores de piragüismo, así como palistas expertos, compartirán contigo tácticas y consejos para personalizar tu embarcación. Te dirán cómo no cometer errores y sacar el máximo provecho del equipamiento. Escúchalos y no emprendas ningún proyecto basado sólo en lo que diga un libro.” (p. 24)
El capítulo “Dinámica del descenso de aguas bravas” es, quizá, el más importante del libro o al menos la parte medular de él porque explica el comportamiento de las corrientes. Pero además uno descubre —de manera indirecta, pero clara— el por qué de cada palada.
“Descender con un kayak por aguas bravas implica dos actividades muy distintas pero armoniosas: leer los rápidos y ejecutar maniobras correctas.” (p. 43) Pero, “…mientras los rápidos pasan con libertad de uno a otro estado, la pericia y técnicas necesarias para leer y descender por ellos siempre son las mismas.” (p. 111)
Técnica es lo que uno esperaría encontrar en un “manual”, pero en este libro se encuentra mucho más que técnicas, pues el autor se preocupa mucho de la seguridad (un capítulo amplio para estas maniobras) además de advertir continuamente que “Para prevenir las lesiones de hombro, no dejes nunca que los brazos traspasen una línea imaginaria que cruza el tronco y los hombros.” (pie de imagen, p. 47), mientras otros textos casi no aluden a esto.
Otros detalles a que hace mención es la visión de túnel: “Cuando entres en el rápido, relájate y mira a tu alrededor. Es sorprendente el número de kayakistas que experimentan la visión de túnel en aguas bravas, saliendo mojados y emocionados en el remanso al final del rápido, pero incapaces de recordar lo que pasó río arriba.” (p. 127)
El libro va siempre de lo más elemental a lo más complejo, descenso de ríos, salto de cascadas, competencias, surfear en olas de mar, ríos más complejos y hasta exploración de nuevos ríos. Pero siempre mantiene una línea: el aprendizaje en lugares menos peligrosos:
“Un rápido de grado 5 no es el lugar idóneo para aprender kayakismo avanzado, puesto que esta experiencia se adquiere en rápidos de grado III y IV yendo por rutas más exigentes de lo habitual. Obligarse a esquimotear en puntos complicados (pero no peligrosos). (p. 156)
“Creo que una de las mejores formas de mejorar como palista es bajar por rápidos pequeños y ejecutar todos los movimientos posibles. Entra en todas las contracorrientes, surfea pequeñas olas hasta la siguiente contracorriente, remonta el curso detrás de las rocas y repara en todos los rasgos de los rápidos. En vez de intentar sortear todo, trata de meterte en cualquier accidente hidrológico a ver qué sabes hacer. Si ahora consigues ejecutar movimientos difíciles en rápidos sencillos, pronto podrás hacerlos también en rápidos más complicados.” (Dustin Knapp, p. 128)
Además de él mismo, el autor invitó a muchos kayakistas a hacer comentarios que están colocados a lo largo del libro a manera de recuadros para que uno pueda acudir a sus consejos de manera rápida.
Aunque los dibujos pueden mejorarse mucho, el libro en su totalidad es uno de los mejores en su tema.
Erratas
Página 86 y varias más, se cita a los pies cúbicos por segundo como cfs (cubic feet per second) y a los metros cúbicos por segundo como cms (cubil meters per second), una traducción que hace que más adelante uno se confunda con alguna abreviatura en centímetros (cms).
Página 152, segunda columna, final del primer párrafo, dice: “Estos nudos aparecen en el Apéndice”. Los nudos no vienen incluido en el libro.