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Montañismo y Exploración
LA ÉTICA EN EL PERIODISMO PROFESIONAL
12 octubre 2005

No es nuevo que la gente que no va a la montaña tienda a calificar a los que sí vamos. Es algo incomprensible,







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El días pasados, Badía Bonilla y Mauricio López, quienes conforman �Una pareja en ascenso�, dieron una conferencia de prensa a los medios informativos acerca de su expedición al Karakorum, donde esperaban ascender al Gasherbrum I y II en un intento de la pareja por colocar a Badía en la lista de las mujeres que más ocho miles tienen en su haber.

Sin embargo, este año fue especial por el excepcional mal tiempo que frustró la gran mayoría de las expediciones en la cordillera y en donde montañistas de gran calidad, como Tomaz Humar, quien quedara atrapado poco arriba de los seis mil metros en el Nanga Parbat, tuvieron que tirar la toalla, muy a su pesar.

El avance del grupo de la pareja fue notorio: a pesar del mal tiempo, la pareja llegó a sólo 300 metros de la cumbre. Poca distancia, pero a esa altitud, hubieran tardado cinco horas en llegar, sin contar con el retorno. Decidieron regresar.

Regresar, esa delicada decisión en donde se pone en juego todo lo que se ha hecho por llegar hasta la montaña, nunca ha sido una opción fácil de tomar. Badía quería continuar, pero Mauricio le dijo tajantemente: �Si no entiendes la magnitud de lo que quieres hacer, te lo diré de otra forma: te prefiero viva�.

La conferencia de prensa se llevó a cabo como todas las conferencias de prensa, entre preguntas y respuestas amplias y detalladas. Un periodista hizo la siguiente pregunta: �¿Qué se siente regresar a tan poca distancia del éxito?� Por supuesto, a nosotros los montañistas el éxito lo tuvieron el regresar a la Ciudad de México vivos y sin daños. El hecho de llegar a la cima era, ante la evidencia de las fotografías y de los enormes surcos que dejaban en la nieva profunda, una audacia que no podían enfrentar.

Al parecer, los reporteros comprendieron la situación y por eso me causó asombro el que apareciera un reportaje firmado por Rosalinda Coronado y publicado en el periódico �Esto� del 5 de octubre de 2005, en la página 31. El texto dice lo siguiente:


Intentaban ascender el Gasherbrum 1

FRACASAN BADÃ?A Y MAURICIO

SENCILLAMENTE fracasaron.

Badía Bonilla y Mauricio López, para justificar que no tocaron la cima del Gasherbrum 1, hablaron que encontraron mal tiempo, del trato que recibieron de un �sherpa�, que al final despidieron.

Simplemente no pudieron, pero, indicaron que en 2006 intentarán una vez más alcanzar la cumbre.

Justificaron su revés al expresar debido a la cantidad de nieve acumulada durante todo el año y que el ascenso lo intentaron por la parte de Pakistán.

En su presentación, donde exhibieron un video, comentaron que se quedaron a 300 metros de la cumbre, pero informaron que hubo gente en esta temporada que llegaron, que fueron tres sherpas y un japonés, los cargadores eran de Nepal.

Badía y Mauricio comentaron que en el Gasherbrum 2 escalaron a una altura de 7,700 metros de los 8,035 metros.

Informaron, además, que Badía Bonilla en estos momentos se encuentra ubicada en el cuarto lugar del ranking mundial de mujeres que más cimas de ocho mil metros han conquistado.

En primer lugar se encuentra Edurne Pasaban, España, quien en el 2006 tomará año sabático; en el segundo Gerlinde Kaltenbrunner, Australia [sic], y en el tercero Anna Czenwinska, de Polonia.



No es nuevo que la gente que no va a la montaña tienda a calificar a los que sí vamos. Es algo incomprensible, �inútil�. El no haber llegado a la cima es un �sencillamente fracasaron� para aquellos reporteros que no cubren su fuente de manera profesional. Mal de todos los tiempos en México y en muchos países, donde los diarios envían a cualquier persona para hacer la nota y generalmente no tiene idea de lo que es el montañismo.

Esto no es precisamente lo malo, sino que pese a haber estado en una conferencia donde hubo preguntas y respuestas, la reportera no se percatara de que no trataron siquiera de escalar el GI y no por "mal tiempo", sino por la amenaza de aludes que en alta montaña implica que esté nevando continuamente, que los porteadores no eran sherpas y que no se justificaron en ningún momento.

Y si se hubiera dado un poco de tiempo para leer el boletín de prensa, hubiera descubierto que Gerlinde Kaltenbrunner es de nacionalidad austriaca, no australiana.

Justamente hoy, leía en el libro de Joe Simpson, La llamada del silencio:

Nunca llegué a entender cómo alguien, aunque comprensiblemente agotado por su propio ascenso a la cumbre con ayuda de oxígeno, pudo quedarse durmiendo esa noche, mientras sucedía lo que sucedía, para luego ponerse a escribir criticando..." (página 58-59).

Por supuesto, nunca entenderemos cómo una persona que no es montañista escribe de esa manera por alguien que sí hace deporte.

Gasherbrum I desde el campamento 3 del GIIUno de los rasgos más bonitos del montañismo es que para tener satisfacción no es necesario el reconocimiento porque, a fin de cuentas, no recibirán una medalla ni honores. Pero es de justicia dar a cada quien lo que merece. Quizá no son los mejores montañistas de México pero siguen en la brega por subir los ochomiles.

Erhard Loretan, el tercer hombre que ascendió los catorce ochomiles, declaraba en una conferencia de prensa: �La gente no comprende por qué subimos a los ochomiles y no soporta que no se les dé ninguna respuesta. Pero, ¿cómo se puede explicar a la gente que no ha subido en su vida a ninguna montaña, por muy baja que sea, lo que ocurre ahí arriba?�

Después de leer esa nota, estoy nuevamente de acuerdo con él.


Fotos: Cortesía de Una pareja en Ascenso



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