Los elementos usados para anudar son muy variados, desde el grueso calabrote empleado en amarrar a puerto grandes buques, hasta la sutil sutura de cirujano. Los materiales son igualmente diversos, e incluyen fibras sintéticas y naturales. Cuerdas y cabos son nombres genéricos, empleados sobre todo para designar elementos de diámetro medio, en tierra y mar respectivamente.
La clasificación de las cuerdas o cabos por grosores es la siguiente:
Calabrotes |
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Más de 100 mm |
Estachas y calabrotillos |
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Entre 50 mm y 100 mm |
Maromas |
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Entre 30 mm y 50 mm |
Sogas |
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Entre 15 mm y 30 mm |
Cuerdas o cabos |
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Entre 8 mm y 15 mm |
Cordinos o cordeles |
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Entre 2 mm y 8 mm |
Sedales, suturas e hilos |
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Menos de 2 mm |
Esta es una clasificación basada en la nomenclatura más corrientemente usada para las cuerdas; puede variar según la localización geográfica o el sector de actividad donde se empleen.
MATERIALES
Las fibras empleadas en la fabricación de cuerdas pueden ser de origen vegetal, o fibras naturales, o bien procedentes de transformaciones industriales de productos como el petróleo, o fibras artificiales. Las fibras artificiales son las más usadas en la actualidad, debido a su mayor ligereza, buena resistencia a la rotura y a que son prácticamente imputrescibles. Las cuerdas hechas con fibras vegetales suelen retener muy bien los nudos (éstos no se deslizan) y una excelente resistencia a la abrasión pero, resultan bastante rígidas, pesadas, poco elásticas y voluminosas en comparación con las cuerdas fabricadas a partir de fibras artificiales; además, las firbas vegetales pueden pudrirse con cierta facilidad. Categorías aparte, son los cables de acero y las cuerdas elásticas.
1. FIBRAS NATURALES
Cáñamo: Procedente de la planta Cannabis sativa, pariente de la narcótica Cannabis indica, o marihuana. Ha sido durante siglos el material más fiable para usos náuticos y el único material disponible en alpinismo hasta la aparición de las cuerdas sintéticas. Sus cualidades más destacadas son una excelente resistencia a la tracción y a la abrasión. Por otra parte, son cuerdas pesadas, de escasa elasticidad (lo que las hace adecuadas para la navegación a vela y poco adecuadas para montañismo) y fácilmente putrescibles, por lo que muchas veces se tratan con alquitrán u otros productos.
Manila: Se denomina así por proceder del abacá (Musa textilis), planta tropical de la familia del platanero, ampliamente cultivada en Filipinas. Es muy resistente, no tanto como el cáñamo y tiene sobre éste la ventaja de no pudrirse. Su principal uso es en el amarre de grandes barcos.
Sisal: Es una fibra procedente del agave (Agave sisolana), planta crasa de zonas áridas, de la que en México se obtienen también el pulque y el tequila. Es menos resistente que las anteriores.
Coco: La fibra de coco (Cocis nicifera) se obtiene de la cubierta exterior del fruto (nuez de coco), de esta conocida palmera tropical. Las cuerdas hechas con fibra de coco son bastas, ásperas al tacto y medianamente resistentes.