INTENTO DE RECUPERACIÓN EN LA CUEVA DE OZTOQUITO
3 mayo 2004
El movimiento de rescate realizado en la cueva de Oztoque, en Puebla, necesitó de la participación de dos espeleobuzos estadounidenses. Este es el informe que presentan de sus labores.
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Durante la semana del 9 al 18 de abril, espeleólogos y espeleobuzos de México y los Estados Unidos de América trabajaron juntos cerca de Puebla para buscar a Mariano Fuentes Silva, supuestamente perdido en la cueva de Oztoquito. Mariano y otros miembros de la Asociación Base Draco habÃan estado explorando las cuevas vecinas de San José Balvanera durante años y estaban especialmente interesados en encontrar una conexión entre Oztoquito y Oztoque, separadas aproximadamente 1 km (medido en la superficie). Las cuevas se localizan en el lÃmite de un flujo basáltico de lava y caliza muy inclinada.
El martes 8 de abril, Mariano y otros dos espeleólogos entraron a la cueva a través de un tiro de 125 metros y progresaron rÃo arriba unos 500 metros hasta un sifón no explorado. Con la ayuda de sus compañeros, Mariano entró al sifón utilizando un equipo SCUBA para aguas abiertas modificado y un carrete con lÃnea de polipropileno alimentado desde la superficie a la entrada del sifón.
Cuando Mariano no consiguió regresar de la tercera inmersión al sifón de la cueva, sus compañeros contactaron al instructor de espeleobuceo Juan Carlos Carrillo de la Ciudad de México quien realizó una inmersión pero no consiguió encontrar a Fuentes en el pasaje extremadamente bajo y lodoso.
Dos instructores de buceo de Quintana Roo �Germán Yáñez y Alejandro �lvarez� volaron a Puebla, pero tampoco pudieron localizar al espeleólogo perdido. Más de 70 personas se encontraban en el campamento base establecido cerca de la entrada de la cueva para participar en las actividades de rescate, que fuera coordinado por Juan A. Montaño Hirose, Presidente de la Unión Mexicana de Agrupaciones Espeleológicas, UMAE.
Una unidad del Ejército Mexicano, miembros de Protección Civil y de la policÃa estatal, bomberos y paramédicos de la ciudad de Puebla, cuatro delegaciones estatales de la Cruz Roja Mexicana y varios espeleólogos, muchos de ellos amigos de Mariano, se encontraban entre las personas que colaboraron en el esfuerzo.
La prensa también estuvo presente, con tres camiones equipados con antenas satelitales parabólicas, una estación de radio además de varios periódicos impresos.
El lunes 12 de abril, el Consulado Mexicano en Austin concedió visas especiales para el viaje a México, y al dÃa siguiente los buzos estadounidenses de sifones Steve Ormeroid, de Ohio, y R. D. Molhollin, de Fort Worth, llegaron al sitio.
En una serie de inmersiones que duraron hasta la tarde del dÃa siguiente, consiguieron localizar el cuerpo de Mariano flotando en la cámara de un lago en el extremo alejado del sifón. Un examen de su equipo mostró que el mismo se encontraba en su totalidad en su lugar, las válvulas abiertas y los reguladores completamente funcionales, pero los cilindros de aire estaban vacÃos.
Los buzos de sifón no hubieran conseguido hacer pasar el cuerpo de Fuentes a través de la restricción subacuática sin grandes dificultades, por lo que después de consultar a la familia decidieron dejar el cuerpo en la cámara.
Mariano fue un excelente biólogo con especialización en troglobios y un espeleólogo dedicado que participó en muchos proyectos a lo largo de la República Mexicana.
Traducción: Juan A. Montaño Hirose
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