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Montañismo y Exploración
INFORME OFICIAL DEL RESCATE DE LA CUEVA DE OZTOQUITO
28 mayo 2004

Las actividades de rescate en espeleología han sido siempre espontáneas pero con una organización cada vez mayor y la gente que no participa poca idea puede tener de lo que implicó una organización del rescate y un informe final. El Grupo Espeleológico Universitario, consciente de ello, elaboró un informe de las labores de rescate de la Cueva de Oztoque, en Puebla, los pasados días 9 al 16 de abril.







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OBSERVACIONES GENERALES

  • Se realizó una salida de espeleología que involucraba técnicas de buceo, lo cual elevaba seriamente los niveles de seguridad mínimos que deben prevalecer y que no se cuidaron por parte del líder de la exploración, el cual es responsable directo de todos los trabajos. La salida se realizó con la idea original no sólo de explorar el sifón, sino de hecho, tratar de cruzarlo. Es decir, esta fue una salida de exploración en donde la actividad principal para los trabajos fue el buceo.
  • El líder, José Montiel, es un espeleólogo mexicano que dirige desde 1973, como el mismo señala, un grupo llamado Asociación Base Draco. Ha elaborado topografías y se dedica a la espeleología desde hace muchos años. Su relato de lo que sucedió desde el jueves que ingresaron a la cueva, evidencia una personalidad de mucha iniciativa, pero poco nivel y conocimiento de los estándares mínimos de seguridad que deben cumplirse al realizar una exploración subterránea. Resulta difícil comprender porque se realizó esta salida de exploración con tanta ligereza: poco equipo de apoyo en cueva, poco equipo de apoyo para el espeleobuceo.
  • No estaba presente un buzo de apoyo afuera del agua cuando es necesario que esté disponible en caso de que el buzo principal tuviera problemas. Las personas a las que acompañó Mariano Fuentes, no tienen experiencia de espeleobuceo cuando es ampliamente conocido que es una de las actividades deportivas más peligrosas que existen, independientemente de las expectativas que se posean con respecto a la profundidad de una caverna o a la distancia que se calcula que tiene un sifón.
  • Poco personal de apoyo de espeleología. Al no salir Mariano Fuentes del sifón, los otros dos miembros de la salida, tuvieron que salirse de esa cueva para armar el otro sótano, cuando se debió planear de antemano que alguien ya estuviera ahí. Si hipotéticamente se pensaba que los sótanos se conectaban a través del sifón, era básico tener armada la otra caverna y que al menos estuviera una persona dentro. ¿Esperaban que regresara por el mismo camino? Siguiendo la hipótesis de conexión de José Montiel, era mas seguro que Mariano Fuentes saliera por el segundo sótano (Oztoques) en lugar de regresarse por el sifón. ¿Cuáles eran los márgenes aproximados de tiempo de trabajo que se manejaban?. ¿Quién auxiliaría a Mariano Fuentes en la otra cueva para, por ejemplo, ayudarlo a desequiparse? No lo sabemos.
  • Se debió haber pospuesto el trabajo de exploración hasta contar con equipo de apoyo y material suficiente y adecuado. Realizar un buceo subterráneo requiere de experiencia, conocimientos y de una correcta planeación.
  • Se comenta que el equipo que Mariano Fuentes utilizó para realizar su inmersión no era el adecuado. Las principales deficiencias que se pueden criticar son la calidad de las lámparas que utilizó, las características de la cuerda de vida que lo podía haber guiado de regreso así como la poca limpieza en su equipo. Sin embargo, a pesar de estas deficiencias, y como desafortunadamente fue imposible realizar una autopsia, no se pueden elaborar conclusiones contundentes acerca de si estos dos elementos formaron parte esencial de las causas que lamentablemente terminaron con su vida, así como tampoco se puede desdeñar del todo la posibilidad de que la calidad del equipo influyera en los acontecimientos.
  • Mariano Fuentes fue un buzo profesional de aguas abiertas y un espeleólogo con muchos años de experiencia además de biólogo. Había participado en expediciones nacionales e internacionales. La certificación máxima que se le puede dar a un ser humano cuando se dedica al buceo de cuevas (full caver), puede coadyuvar a disminuir algunos riesgos pero todos los buzos, enfrentan siempre riesgos muy altos.
  • Si bien es cierto que la cueva esta en un lugar cercano y accesible, lo cual facilita el acercamiento, es importante resaltar que una vez reportado este percance, en poco tiempo se organizo un grupo que se dirigió inmediatamente hacia el lugar. A menos de 10 horas del llamado de auxilio ya estaban en el lugar rescatistas, diversas instituciones gubernamentales y espeleólogos para evaluar la situación. A las quince horas de emitida la alerta, llegaron más espeleólogos y rescatistas de diferentes organizaciones con el equipo necesario para todas las maniobras verticales.
  • Al ser este un accidente que salió de lo ordinario, la capacidad de ubicar a expertos en espelobuceo fue lenta o mala porque no se cuenta con una agenda de espeleobuzos mexicanos o extranjeros y que además tengan experiencia en cuevas verticales o tengan experiencia en rescate.
  • Se contaba con espeleólogos suficientes: solo se trataba de un tiro y había suficiente personal para ayudar a los espelobuzos en el porteo del material, además de espeleólogos que se podían dedicar a operar el sistema de ascenso y descenso. Adicionalmente estaba presentes el personal de bomberos y otras agrupaciones para la tracción y muchos espeleólogos estaban disponibles en alerta para asistir en el momento que se les requiriera.
  • Lo que hizo falta, fue mantener a los espeleólogos informados y no tuvieran que ir al sitio del accidente hasta que se les requiriera.
  • A pesar del número de rescatistas en el lugar, no todos dominaban las técnicas mínimas de progresión, lo cual provocó que muchas personas no tuvieran capacidad para trabajar de forma eficiente.
  • La instalación del sistema de ascensoÂ?descenso para el equipo y los espeleobuzos, funcionó eficazmente.
  • La operación del sistema estuvo a cargo de espeleólogos y la tracción fue hecha principalmente por los bomberos. El número de espeleólogos dentro de la cueva estuvo supeditado al porteo del equipo medico, de buceo y necesidades adicionales de los buzos.
  • No existió una buena coordinación de los espeleólogos que estaban dentro de la cueva ya que a veces solicitaban mas personal que al final no era necesario, llegando a haber hasta 20 espeleólogos en el interior. Aún con esa sobrepoblación, esta circunstancia no causó mayor problema.
  • La disponibilidad de los espeleólogos además de su buen juicio, hizo que cada cual estuviera en el lugar adecuado, de acuerdo a sus capacidades (hubo un par de excepciones), lo que llevó a realizar un trabajo seguro sin incidentes que lamentar.

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