Respecto a la cuestión de los permisos, en todas las expediciones a Cuetzalan se ha hablado con las autoridades locales, que siempre nos han otorgado permiso verbal (en general del tipo "para que piden permiso, si ya saben que siempre han podido entrar cuando han querido"), pero claro, una vez armado el Circo de los medios, han preferido escudarse diciendo que no sabÃan nada.
El Jefe de Protección Civil de Cuetzalan es cuñado de la dueña del Hotel Vicky, donde siempre nos hemos hospedado, y definitivamente estaba enterado de las actividades. Además, hay que insistir que Cuetzalan es uno de esos lugares donde se fomenta el turismo de aventura, y existen al menos tres cavernas turÃsticas no acondicionadas, todas ellas exploradas originalmente por miembros del proyecto, asà que las actividades de estos espeleólogos se circunscriben claramente, tanto en lo que respecta a la legislación nacional como a las recomendaciones de la UIS, como actividades legales.
Por otro lado, personalmente he realizado conferencias a las que han asistido el Lic. Melgarejo, Jefe de Protección Civil de Puebla, acerca de estas cavernas, asà como en la Universidad de Puebla, por lo que me entristece ver que, en sus declaraciones de prensa, se han manifestado ignorantes de que estas actividades se estuvieran llevado a cabo.
Los ingleses sà cometieron un serio error. Estando en realidad aislados del mundo, ya que a Cuetzalan no llegan la mayorÃa de los periódicos y hay pocos locales con televisión donde ver las noticias, no se dieron cuenta del enorme monstruo de rumores que estaba generando la prensa, y por tanto se abstuvieron de dar información, en parte esperando que la expectación se diluyera al saberse que no habÃa tal rescate, y en parte por las dificultades idiomáticas, ya que el único miembro de la expedición que hablaba español, Jonathan Sims, al que muchos conocieron en el pasado Mexpeleo, era uno de los atrapados, y para cuando yo llegué y pude ayudarlos en ello era demasiado tarde, la Embajada Británica ya habÃa tomado cartas en el asunto y les habÃa prohibido expresamente hacer declaraciones para evitar engrandecer el incidente diplomático.
Ya sabemos que los medios, si no reciben información, sin ningún remordimiento propalan rumores sin importar a quienes afectan.
La situación se volvió mucho peor cuando al hablador de nuestro Presidente se le ocurrió "exigir explicaciones" al gobierno británico, creando asà de la nada un incidente internacional. Es cierto que la mayorÃa de los miembros de esta expedición son miembros del ejercito, pero también hay que recordar que en paÃses de primer mundo los miembros del ejercito disfrutan de vacaciones, y en este caso además, el Club de Cavernistas de los Servicios Conjuntos (JSCA) obtiene patrocinios mediante la maniobra de inscribir las expediciones espeleológicas al extranjero como actividades de entrenamiento. Al enterarse los medios de que los espeleólogos atrapados eran militares, los rumores se dispararon horriblemente.
Personalmente, me entristeció de manera enorme que las principales autoridades de este paÃs tengan tan pésimos asesores como para hacer las declaraciones que han hecho, sin ningún conocimiento de causa, y más aún que estuvieran más preocupados por la calidad migratoria de estas personas que por su seguridad y supervivencia.
Respecto a los rumores de que estaban buscando materiales radiactivos, supongo que es porque algunos de ellos llevaban detectores del gas radón, que como saben es un gas natural que se encuentra en todos lados, pero que en las cuevas puede aumentar su concentración, y que consiste en un simple vidrio de portaobjetos en el que pueden observarse las trazas de los iones y/o partÃculas radiactivas desprendidas por el gas, para conocer el nivel de exposición que se ha tenido. Asimismo, es necesario insistir que las cuevas de Cuetzalan son muy activas, y por lo mismo no presentan restos arqueológicos que pudieran ser saqueados.
El resultado de todo esto es que unos buenos amigos están sufriendo una serie de interrogatorios, de seguro muy poco placenteros, y se encuentran en medio de una situación de diplomacia internacional sumamente compleja. Las autoridades nacionales jamás aceptarán que se equivocaron al hacerle caso a los rumores de los medios, mismos que tampoco aceptaran su culpabilidad en la generación de este escándalo.
Las consecuencias pueden ir desde que deporten a los ingleses y se les prohÃba regresar, hasta problemas que a todos nos atañen, como una legislación para impedir el acceso y libre tránsito de espeleólogos en las cavernas mexicanas, sea cual sea su nacionalidad.
Es importante, como varios lo han manifestado, que se hagan los mayores esfuerzos para divulgar ante los medios el hecho de que la espeleologÃa es una actividad principalmente deportiva o de turismo de aventura, asà como manifestarles nuestro apoyo a los espeleólogos ingleses. Si no paramos esto, las consecuencias para el desarrollo de esta actividad que tanto nos gusta pueden ser nefastas.
Exhorto a todos los espeleólogos que alguna vez hayan visitado cuevas en México a escribir tanto a los medios como a la SecretarÃa de Gobernación, para impedir que se sigan atropellando los derechos de los espeleólogos británicos. ¿Se imaginan cómo deben de sentirse, después de lograr salir de la cueva tras 7 dÃas atrapados, sólo para ser literalmente arrestados, secuestrados y encerrados en las oficinas de migración sin apenas darles tiempo de darse un baño, comer algo y tomar una cerveza? Se imaginan la impresión que esto da de la situación de nuestro paÃs, especialmente entre los espeleólogos de otras nacionalidades?
Espero haber aclarado algunos puntos, y nuevamente solicito su apoyo y solidaridad con nuestros amigos ingleses.
Atentamente,
Ramón Espinasa
Sociedad Mexicana de Exploraciones Subterráneas