Carlos Puch. GPS, aplicaciones prácticas. Ediciones Desnivel, Madrid, 2002. 140 páginas. ISBN: 84-95760-56-8
El GPS ocupa cada día más la atención de muchas personas, no sólo quienes antes poseían uno y hablaban de su alto precio, como los capitanes de barcos, sino de gente común que sale de caminata o a alguna otra parte en cualquier vehículo. El caso es que ahora se habla, se lee y se escribe mucho sobre el GPS y las formas de usarlo y mucha gente lo está adquiriendo para usarlo.
El GPS (iniciales de su nombre en inglés: Global Position System) es un instrumento de alta precisión que determina la ubicación de un punto determinado (aquel donde esté ubicado) por medio de varios satélites. Su uso, que comenzó siendo de aplicación militar, es ahora bastante popular y plantea retos interesantes, como la búsqueda y llegada cada uno de los 64,442 puntos donde cruzan un los paralelos y meridianos en el planeta, 12,700 de los cuales están ubicados en tierra.
¿Es difícil aprender a manejar un GPS? En GPS, aplicaciones prácticas, Carlos Puch ahorra al lector una gran cantidad de esfuerzo al explicar claramente los alcances que puede tener este instrumento. Con explicaciones muy claras y numerosas ilustraciones que pueden ahorrar al lector una segunda leída al texto (de hecho, a veces es más fácil seguir las figuras que leer). También incluye un glosario final con los términos más usados, lo que facilita aún más el uso del manual.
Basado principalmente en su libro anterior, Manual práctico de GPS, publicado también por Desnivel, en este tomo el autor se dirige a las aplicaciones, sobre todo a desplazarse en diferentes medios.
Sin embargo, él mismo hace la observación de que "Al concluirla redacción de este libro me doy cuenta de que han quedado en el tintero (expresión metafórica) algunos temas que hubiera sido interesante añadir a su contenido... Para concluir, sólo resta decir que, como su predecesor, el Manual práctico es un libro abierto; como aquél, no termina en la última página. A vosotros corresponde continuarlo con el resultado de vuestra propia experimentación." (p. 127-128)
Pero lo más importante es una advertencia sobre sus limitaciones:
"...un GPS, por sí solo, no constituye en absoluto una garantía de supervivencia en condiciones adversas; por tratarse de un dispositivo electrónico alimentado por baterías, el receptor puede averiarse, las pilas se pueden agotar y el propio sistema GPS puede sufrir interrupciones, habida cuenta de que los responsables de su gestión y mantenimiento son los militares estadounidenses... Los sistemas tradicionales siguen siendo, a la postre, los más fiables y seguros." (p. 12)
Algo que es notorio desde las primeras líneas es que el autor tiene un amplio conocimiento del tema y, sobre todo, una gran facilidad para plasmar lo que está pensando y explicar todo con mucha sencillez, lo que vuelve a este libro en una lectura muy suave.