Hace varios años, cuando por primera vez llegábamos a la cima de La Encantada, en la Sierra de San Pedro Mártir, Baja California, nos impresionó que desde la cima pudiéramos ver tanto el Océano Pacífico como el mar de Cortés. Pero un poco más cerca, a los pies de la sierra, la mancha del desierto que habíamos atravesado para llegar a la sierra. ¿Qué había más allá? Hacia oriente, confundido con la enorme extensión de agua del Mar de Cortés, estaba una mancha luminosa. Después supimos que era el Desierto de Altar, en Sonora. O al menos una parte de él.
Desde entonces, ese desierto estaba en nuestra mente. Y en diciembre del 2002, Oliver López y Elvia Ramírez cruzaron esa extensión de arena. En sus palabras:
�El terreno es sumamente pesado, los primeros 20 kilómetros son casi exclusivamente de arena, con algunos claros de suelo duro, pero siempre plano. los siguientes 20 son los ampos de dunas gigantes, y cuando digo gigantes es por que en realidad lo son, muchas incluso del tamaño de un edificio. Posteriormente hay unos 5Km de dunas menores y por último unos 15Km como los primeros, para dar un total de 60Km recorridos. Sin embargo esto es la distancia lineal, pues debido a los muchos rodeos que se tienen que dar, el recorrido real pudiera ser de hasta 80 kilómetros, los cuales realizamos en poco menos de 34 horas sin dormir y descansando sólo lo mínimo.�
¿Qué tiene de importancia este recorrido? Mucha. Oliver, uno de los deportistas de la nueva generación de nuestra Universidad, está aplicando el estilo alpino a recorridos en desierto, algo que no se había hecho hasta ahora. 34 horas de ejercicio sin dormir implican una condición física muy elevada. Esta es, quizá, la primera vez que se cruza el desierto de Altar en dirección norte-sur sin descanso, ya que otros grupos lo había realizado en varios días.
El �quizá� queda por todos aquellos que cruzaron el desierto por alguna razón pero no lo documentaron. Está, por ejemplo, el misionero fray Garcés, que lo cruzó en el siglo XVII solo y que no proporciona horarios. Sin embargo, de forma deportiva, esta es indiscutiblemente la primera ocasión y es de esperar que los retos que se planteen en el futuro tengan un mayor contenido de este ingrediente de dificultad.
Â?Altar es impresionante, es un lugar que aplasta la mente pues te hace sentir un grano de arena perdido en una inmensidad avasalladora.Â?
Felicidades a Elvia y a Oliver. Esperamos su relato para el siguiente número.