Quizá sea porque está en el Karakorum y no en el Himalaya, en Pakistán y no en Nepal, porque es una de las montañas más asiladas de esa cordillera o porque no es una montaña donde sube mucha gente y por lo tanto hay muchos libros y opiniones que verter; porque no es la más alta del mundo o porque no fue un ascenso que correspondiera a Inglaterra, lo cierto es que después del escándalo publicitario en torno al Everest, los medios especializados parecen haber caÃdo en una especie de cansancio. Las notas, pocas y breves, no mencionan un aniversario importante: el cincuentenario del primer ascenso al Nanga Parbat, por Hermann Buhl, el 3 de julio de 1953. Un ascenso en solitario desde su campamento V.
Cuando las celebraciones del Everest se acercaban, hubo una discusión en el foro Xtremers que tocó directamente la ascensión al Nanga Parbat. Uno de los participantes aseveró, refiriéndose al Everest: �por el acontecimiento más grande en el mundo por el Montañismo.� La primera respuesta fue que �El tamaño o la calidad son muy relativas. El ascenso de Hermann Buhl al Nanga Parbat, que también este año cumple los 50 de haberse hecho, fue más importante para el montañismo que el ascenso al Everest.�
Entre una aseveración y otra, alguien más preguntó el por qué de esta última. Rodulfo Araujo contestó:
Porque el Nanga Parbat es una montaña mucho más compleja y sigue siendo de las más mortales entre los 14 chocomiles. En ese entonces era muy poco conocido, y las circunstancias en que se hizo la cumbre fueron heroicas (en solitario, con un mal pronóstico meteorológico y en contra de la opinión del lÃder de la expedición).
El Everest era más o menos un trámite. Lo podemos comparar con la invasión a Irak: la expedición tenÃa tal infraestructura que no habÃa manera de no lograr el objetivo.
Ciertamente la prensa ha puesto mucho más atención al Everest por su altura, y los ascensionistas han mantenido el status quo para facilitar el marketing, ya que las expediciones al Everest son mucho más caras. El argumento de que "más alto=más difÃcil" es muy fácil de vender a la gente que ignora lo que es subir una montaña.
Hasta el año 2000, los ascensos al Everest (8848m) han sido 1318 con 167 muertes, y al Nanga Parbat (8163) 189 ascensos y 61 muertes. La diferencia en la relación de muertes/ascensos salta a la vista.
Saludos
Rod
José �lvarez replicó:
De verdad es agradable oÃr personas que de verdad saben de lo que están hablando, que han leÃdo tanto y que opinan con los pelos de la burra en la mano, pero debemos también analizar ciertas cosas, no debemos olvidar jamás que Buhl ascendió el Nanga mas drogado que los Beatles cuando escribieron submarino amarillo y él mismo lo ha dicho y que la narración hay que creerla con reservas por que en la época casi todas las expediciones contaban su historia personal por ese nacionalismo del que tanto hablamos...
Independientemente de los comentarios que se puedan hacer, el Nanga Parbat se ha convertido en una meta técnica en donde la solución a los problemas que se presentan ha cambiado el montañismo mundial. El ascenso de Buhl en 1953, el que hicieran los hermanos Messner en 1970 por la vertiente del Rupal y posteriormente Reinhold Messner por la cara del Diamir, fueron hitos del montañismo. La misma pared del Rupal es una de las metas más codiciadas por los mejores alpinistas y ahora Tomaz Humar está en esa pared tratando de subir en solitario.
Curiosamente, libros sobre el Nanga Parbat hay muchos: el relato de Buhl, la versión Â?oficialÂ? del doctor Herrligköffer, el relato de Messner de su ascenso solitario y sus muchas menciones sobre lo que pasó cuando su hermano Günther y él bajaron por la vertiente del Diamir después de haber subido por la del Rupal (pero nunca un libro, algo de lo que se aseguró Herrligköffer después de su experiencia con Buhl), o el bellÃsimo libro Mientras haya luz, de Eduard Sallent, son unos pocos de los muchos que existen de esta montaña.
Y aunque ahora el aniversario parece estar pasando desapercibido para los grandes medios, esto tiene una ventaja: el Nanga Parbat se mantiene lejos de la publicidad precisamente por ser una montaña de calidad técnica. No importa que no haya todo el bullicio y toda esa ceremonia protocolaria en donde aparecen grandes personajes del montañismo o reyes, el Nanga Parbat está ahÃ. Y Hermann Buhl renace de ese ascenso.