Derek C. Hutchinson. Kayak de mar. Manual completo. Ediciones Desnivel, Madrid, 2002. 256 páginas. ISBN: 84-95760-52-5
...la mala noticia es que si vas a aprender a remar, vas a tener que mojarte, al menos al principio. La buena noticia es que el kayak es un deporte seco. (p. 31)
Es más bien el testimonio del descubrimiento, por parte del autor, de un tipo muy especial de libertad. (p. 11)
De repente, el mar comenzó a ser visitado por mucha gente, cuando antes era territorio de marinos y pescadores. "¿Qué originó este repentino resurgimiento del anhelo explorador entre los palistas? Quizás, la mayor revolución haya sido la llegada de los compartimientos estancos y la instalación de pequeñas bombas de achique manuales." (p. 15)
Así, el kayak de mar comenzó a abrirse paso en la mente de las personas como una posibilidad más de entretenimiento cuando el capitán Romer en 1928 y en 1956 Hannes Lindermann cruzaron en solitario el Atlántico en un kayak, aunque "No te sientas dentro de un kayak, lo llevas puesto." (p. 32)
¿Cruzar un océano en un kayak? Sí. Se trata quizá de la embarcación más marinera que exista y Derek Hutchinson declara que "La palabra «kayak», en mi vocabulario, se reserva para referirse a cualquier barco de mar que tiene orígenes evidentes en los barcos de pieles del Ártico." (p. 14) Y aunque más adelante menciona que sólo considera como kayak a la embarcación de un solo tripulante, lo único que queda claro es que es tan conocido actualmente que no es precisa una definición de kayak.
Así que uno puede tomar el libro y encontrar una frase tan precisa como esta:
"El mar es un medio que nos resulta extraño, desconocido e inesperado. El kayak de mar proporciona la oportunidad de aventurarse en un mundo salvaje e impredecible, con una embarcación que se mueve impulsada únicamente por la fuerza de los brazos, y dirigida por la experiencia y el conocimiento del palista. Afrontar de este modo el reto del mar hace que el palista viaje a lo genuinamente desconocido: los ocultos e inexplorados rincones de su propia alma. El palista de mar no depende ni del viento ni de un motor; no comparte con nadie ni la embarcación ni su responsabilidad. El palista desafía al mar en lo que parece ser la más diminuta embarcación, de apariencia más frágil que el más pequeño de los botes de vela. Sin embargo, el hombre que maneja bien el kayak, es el patrón de una de las embarcaciones más marineras del mundo." (p. 11)
Si ha habido dos personas que ya cruzaron el Atlántico en solitario a burdo de un kayak, debería ser obvio que se trata de una embarcación muy confiable, pero sólo hasta donde el palista lo sea para sí mismo.
El manual completo que Hutchinson presenta sobre el kayak incluye prácticamente todo tipo de técnicas: cómo elegir una embarcación, tipos de remos, cómo tomarlos, movimientos de la pala, rescate, olas, meteorología, mareas, navegación y una breve historia del kayak.
Las técnicas que se presentan están en general bien explicadas para quien ya conoce algo de kayak, pero pueden ser muy confusas (pese a la buena presentación gráfica) para los noveles. En general, se trata de un libro que seguramente el autor usa como manual en los cursos que dicta, pero eso no quiere decir que al tener el libro se tendrá la experiencia suficiente para usar las técnicas, incluso las más sencillas, como mantenerse estable o incluso entrar al o salir del kayak sin caer al agua.
A pesar de que el autor tiene una gran experiencia en kayak de mar, sus puntos de vista reflejan una concepción más clásica del deporte: "El palista entregado no persigue ganar premios y trofeos sino superarse a sí mismo y, aceptando el desafío de una travesía o viaje difícil, buscar nuevos modos de poner a prueba su capacidad, destreza, resistencia y coraje." (p. 13)
Pero esto no le impide estar del otro lado de la balanza: "Remar en solitario es una actividad peligrosa, pero gracias al alto grado de experiencia que se puede llegar a adquirir y a la profusión de compartimientos y bombas de que se dispone, es cada vez mayor el número de palistas que salen al mar en solitario. Censurar a los aventureros no tiene ningún sentido..." (p. 151-152)
El libro fue escrito para su primera edición en 1974, y la presente edición tiene un capítulo muy extenso: el de los movimientos con la pala. Si la primera edición no la tenía era que entonces los principiantes "parecían haber recibido ya alguna instrucción básica en el uso de la pala" (p. 75) porque antes de ir al mar ya habían practicado en aguas dulces.
"Me permito dar un último consejo a los que empezáis a disfrutar del kayak de mar: coged vuestro kayak y descubrid el mundo que tenéis a la puerta de casa. Recordad que, aunque el telón de fondo os sea familiar, el mar siempre es cambiante y nunca será el mismo." (p. 236)