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Montañismo y Exploración
Ideario 123
15 diciembre 2003

A los marinos les parece que las tempestades tienen malas intenciones, y es cierto que las muy astutas siempre se las componen para dar contigo. Pero si descubres la belleza que se esconde tras el caos, todo tiene arreglo.

Dan Hays







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Cuando la escuela me fallaba, cuando tenía la impresión de que el trabajo, los amigos e incluso mis seres queridos me habían defraudado —o yo a ellos—, Seguía creyendo en el mar. Así fue cobrando forma en mi cerebro una curiosa teoría: debía compensar al mar por todos sus dones, y la única manera de saldar la deuda era adentrarme en las aguas, llegar hasta sus mismísimas entrañas, aceptar cuanto quisiera poner a mi alcance y no conformarme con el obsequio de los veranos pasados en Long Island o en la costa de Maine.

David Hays


A los marinos les parece que las tempestades tienen malas intenciones, y es cierto que las muy astutas siempre se las componen para dar contigo. Pero si descubres la belleza que se esconde tras el caos, todo tiene arreglo.

Dan Hays


Nuestros días transcurren sin restricciones de tiempo ni de espacio, plenos de vistas amplias de cielo y tierra, que ensanchan nuestras mentes y agrandan nuestras almas. Aunque puede ser peligroso y duro, a veces el desierto nos premia con su especial belleza, sobre todo durante las horas frescas de la mañana y del atardecer. Las noches salpicadas de estrellas son, asimismo, estimulantes. Nunca he visto el cielo de la noche tan radiante como a través del transparente aire del desierto, lejos de la niebla y el resplandor de las ciudades. Ahora comprendo por qué tantos grandes profetas de la Antigüedad procedían del desierto o cultivaron en él su espiritualidad. Como los nubios, somos pobres en bienes materiales y estamos apartados del mundo moderno, pero experimentamos una gran sensación de contento y libertad. Carecemos de un verdadero hogar, de comida abundante, de lujos modernos; tenemos la arena por lecho y el cielo por dosel; mas gozamos de juventud, amistad, salud, aventura, nuevas experiencias, y nos recreamos con la belleza natural y una sensación sin precedentes de estar cerca de Dios. Por lo que a mí respecta, no puedo pedir más en la vida.

John Goddard


La incomodidad es un elemento destructor muy serio del espíritu, y hace falta una profunda comprensión de la necesidad de compartir las incomodidades para que la persona que sufre se reconcilie con el dolor y el padecimiento y esté dispuesta a no mejorar su suerte si ha de hacerlo a expensas de los demás. Esta clase de comprensión se llama camaradería.

Dougal Robertson



 



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