LA CONSOLIDACIÓN
Hacia 1983, la Asociación de Montañismo y Exploración de la Universidad es conocida en todo México como uno de los grupos más importantes de este deporte. En espeleología, las exploraciones subterráneas que lleva a cabo Carlos Lazcano y Víctor Granados, entre otros, trascienden las fronteras y se plasman en artículos que son publicados en revistas especializadas. En poco tiempo el propio Lazcano es conocido en todo el mundo por su fructífera labor.
Ese mismo año, Carlos Rangel inicia el descenso de ríos en el Filobobos, estado de Veracruz; Tula, estado de Hidalgo; Cañón de las Garzas y Amacuzac, estados de Guerrero y Morelos. Inicia una nueva etapa de la exploración universitaria.
Es en este año que las cuatro especialidades del montañismo universitario (alta montaña, escalada en roca, espeleología y exploración) se consolidan de tal forma que la Asociación funciona como una entidad con cuatro deportes muy diferentes y especializados entre sí. Las expediciones se van haciendo poco a poco más numerosas y los objetivos cambian a una superación deportiva mayor.
A partir de entonces, los cuatro grupos del montañismo universitario, han desarrollado expediciones a distintos lugares, lo cual es propio del deporte.
En 1984, se abre otra perspectiva al montañismo: la televisión. Después de grabar un primer programa en el Popocatépetl que pasara en breve tiempo en un canal televisivo, se graba otro más en Corredor de Ayoloco, en el Iztaccíhuatl, directamente para ese canal.
Con estos dos programas, la Asociación presenta, a finales de 1995, un proyecto a TV-UNAM llamado Aventura en México, proyecto bastante ambicioso en el que se pretendía trasladar el montañismo a la pantalla. Pero sólo llegaron a transmitirse tres programas, el último de los cuales marcaría el inicio de otra etapa, pues se trata de un descubrimiento arqueológico de primera importancia.
El interés de transmitir las actividades por televisión hace que en 1996 dos camarógrafos del Discovery Channel permanezcan durante dos semanas en el borde y dentro del sótano del Barro para grabar la primera escalada a la pared sur del sótano en escalada libre. Los camarógrafos no tenían preparación técnica especializada y los montañistas universitarios tuvieron que capacitarlos en el lugar.