El Campeonato Panamericano de Escalada Deportiva 2003 se celebró el 24 y 25 de mayo y es, hasta el momento, el primer evento de este tipo organizado en México. ¿Qué era una competencia de escalada para quienes no compiten en muros artificiales? Sin duda, un espectáculo digno de verse pues ni la lluvia del segundo dÃa dispersó al enorme número de espectadores quienes, sentados o de pie, seguÃan los movimientos de aquellos que escalaban en el muro.
Esto no es importante sólo por el espectáculo mismo sino por lo que significa para los deportes de montaña en sÃ, pues hubo desde visitantes que pasaban y se enteraron hasta los padres de familia que apoyaban a sus hijos y, cómo no, a sus respectivos paÃses. Algo que ya conocemos los montañistas pero que las autoridades deportivas necesitaban ver para tener un juicio correcto de lo que es nuestro deporte.
Es seguro: público y autoridades vieron a los escaladores ascender, pero muy pocos los vimos dentro del área de aislamiento y debo decir algo que me impresionó. El sábado habÃa grupos de acuerdo a la nacionalidad. HabÃa tantos que era mejor ubicarse dentro de sus compañeros. Asà lo comprendÃ.
En la siguiente etapa, el domingo, el grupo ya era considerablemente menor y comenzó a surgir el compañerismo, esos calentamientos en los muros de calentamiento que se compartÃan con otros de diferentes naciones pero que, a fin de cuentas, eran compañeros.
Pero lo más importante fue el final, cuando se hubieron entregado los premios y comenzaron los intercambios de ropa deportiva entre los sesenta y seis escaladores de siete paÃses. Recordé, de pronto, la algarabÃa en la clausura de una Olimpiada, después de varios dÃas en que se siente (los locutores y comentaristas se encargan de ello) que los deportistas son enemigos que se enfrentan entre sà para dar la gloria a su paÃs.
Ese domingo, el 25 de mayo, para mà fue claro que sólo se trataba de muchachos muy alegres que les gustaba escalar y que si estaban con una bandera era porque residÃan en un determinado paÃs, que si escalan lo hacen en primer lugar porque les gusta. El nacionalismo que se daba hasta la conquista de la Eigerwand o de algunos de los ochomiles, no existÃa ahÃ. Es claro que el escalador es en esencia competitivo, pero también me era claro que la alegrÃa demostrada ahà era parte de la relajación final pero también de esas enseñanzas del Â?espacio verticalÂ?, como dijera en la inauguración Carlos Carsolio.
Sin importar quienes hayan obtenido más medallas y quienes menos, una sincera felicitación a todos aquellos que participaron como competidores, organizadores, armadores, jueces y toda esa gente oculta que hace posible un evento de este tipo.
SerÃa falso decir que todo fue de maravilla y que todos quedaron contentos. Dos propietarios de revistas a quienes la Federación Mexicana de Deportes de Montaña y Escalada habÃa pedido apoyo para patrocinar el evento se presentaron para sacar ganancias de algo a lo que ellos no habÃan contribuido en absoluto. Es posible que en sus respectivos medios lancen ataques al evento, pero siempre cabe la pregunta de si alguien deberÃa tener ganancias con el esfuerzo de otros. Nosotros creemos que no.