Serían como las nueve de la mañana cuando vi a lo lejos un punto negro. "Es él", me dije y me sentí tranquilo de no recurrir al plan de búsqueda que ya tenía elaborado. Una mujer pasaba con ropa que había bajado del tendedero y le pregunté: "¿Usted ve un punto negro allá?" Se quedó viendo al mar y dijo que sí pero que de repente se volvía blanco.