Durante tres días, doce películas del Banff Mountain Film Festival fueron las que conformaron la Gira Mundial del mismo Festival en México, traídas por El Séptimo Grado y la Asociación de Montañismo y Exploración de la Universidad Nacional Autónoma de México. La pregunta obligada es ¿qué resultado dieron esas películas?

Quizá el más gratificante fue el momento de la clausura en que Armando Dáttoli diera las gracias por la asistencia a los presentes y una voz contestara "¡Gracias a ustedes!" para después irrumpir en aplausos.

De las películas más gustadas fueron Shisha Pangma, una celebración por la vida, expedición donde Alex Lowe muriera en una avalancha; Cuidado con la adicción, un filme de esquiadores extremos; Montañistas: los fantasmas del K2, producida por la BBC de Londres y que narra la historia de la segunda montaña más alta del mundo en la expedición de Fritz Wiessner (1939), donde perdiera la vida Dudley Wolfe, y la de 1953, dirigida por Charles S. Houston, hasta el primer ascenso en 1954, por la expedición dirigida por Ardito Dessio. y 118 días de cautiverio en hielo, una expedición eslovaca que atraviesa el casquete polar de Rusia a Canadá.

Todas estas películas dieron por resultado comentarios como el que a partir del mismo Festival, la palabra "extremo" no se aplicaría a la práctica del rapel o a salto en paracaídas, sino a algo realmente en los límites, tal como lo propusieron los diferentes filmes.

La ponencia de Héctor Ponce de León sobre la historia del K2 fue realmente agradable y fue una introducción estupenda para la película sobre la historia del K2. Tanto Héctor Ponce como Armando Dáttoli estuvieron este año en el K2 en la expedición que descubrió los restos de Dudley Wolfe. Pese a hablar durante media hora sin ninguna diapositiva, Héctor supo cautivar al auditorio con una increíble fluidez histórica.

El Festival tenía un fin primordial: promover la cultura de montaña. Con la presencia de montañistas mexicanos tan destacados como Elsa �vila (primera mujer que ascendiera a un ocho mil �Shisha Pangma� y también al Everest) y el mismo Héctor Ponce de León hasta aquellos que fueron al Festival sólo por ver de qué se trataba, salieron con algo nuevo en la mente: la montaña no es como la pintan los medios de difusión masivos y mucho menos películas comerciales como "Límite vertical".