En el año de 1855, el decimocuarto Presidente de los Estados Unidos, el demócrata Franklin Pierce, les propuso a los indios suquamish que vendiesen sus tierras a los colonos blancos y que ellos se fuesen a una reserva. Los suquamish habitaban entonces el actual estado de Washington. El Jefe Seattle, Gran Jefe de los suquamish, dio la respuesta, a petición del Gran Jefe de los blancos, con un discurso cuya sabiduría, crítica y prudente esperanza ha asombrado a muchas generaciones.