Javier Botella de Manglia, Aurora Espacio Casanovas y Luis Aguililla Fernández. Medicina para montañeros. Ediciones Desnivel, Madrid, 2000. 326 páginas.
La diferencia entre un accidente en la ciudad y uno en montaña, aunque sean de la misma gravedad, es que en la ciudad uno se puede atender y acudir rápidamente al médico, mientras que en la montaña se tiene que ser autosuficiente, aunque no es fácil y eso lo pueden constatar los médicos que han impartido cursos de primeros auxilios.
Medicina para montañeros es una ayuda importante en la formación de aquellos que estén conscientes de las limitantes que tenemos en la montaña.
"Va dirigido a montañeros, no a personal sanitario ni a socorristas profesionales. Contiene información que cualquier montañero puede comprender y utilizar, sin más conocimientos previos que los de cultura general. Pretende servir de ayuda para tomar decisiones prudentes en condiciones de aislamiento, cuando no haya médico a quien consultar. Se ha procurado un formato pequeño y robusto para que pueda ser utilizado en la montaña." (p. 5)
A nuestro juicio, falta agregar que no se trata de ningún manual ni recetario con el cual se pueda resolver cualquier problema y que es preciso estudiarlo antes de que se presente la emergencia y que es necesario usar mucho el sentido común.
Como está dirigido a montañistas, tiene aspectos muy prácticos, como el tratamiento de las ampollas, un capítulo sobre los problemas relacionados a caídas con diferentes tipos de arneses y la tendinitis, conocida por muchos escaladores, además de los temas tocados en muchos libros de primeros auxilios como fracturas, heridas, radiación solar, calor, frío y altitud.
Es posible que a muchos montañistas les sea difícil comprender el texto debido a que su redacción es muy parecida a la que se encuentra en libros especializados (aunque se nota un esfuerzo por disminuir palabras poco conocidas) o de apuntes de una clase de un nivel más alto. Por último, el montañista debe ser consciente que los medicamentos mencionados pueden no existir en su país (sólo se mencionan los medicamentos españoles).
Pese a la carencia de un lenguaje fluido (que en este tipo de libros es casi imposible lograr) y otras pequeñas carencias, el libro es altamente recomendable pero, insisto: es sólo una aproximación y una guía para resolver problemas en la montaña y nunca sustituirá a un buen curso de primeros auxilios, aunque sí lo complementará.
