Cord-Christian Troebst. Manual de supervivencia 2. Relatos auténticos de supervivientes. Editorial Roca, Barcelona, 1985. 324 páginas. ISBN: 84-270-0917-8
Mimado y debilitado por todas las comodidades cotidianas creadas por la industria, el hombre de hoy la mayoría de las veces ha olvidado por completo cómo ayudarse en situaciones de emergencia, cómo improvisar y hacer frente a los peligros que puedan surgir de pronto. (p. 7-8)
La supervivencia es una de las actividades menos comprendida. Junto con los primeros auxilios, deberían considerarse prioritarios en la educación de cada persona, pues nadie sabe nunca cuando estará enfrentado, como víctima o como espectador, a una situación de emergencia.
"La gran masa —eso al menos podemos deducir de nuestras experiencias hasta el día de hoy— apenas se toma el tiempo ya de entregarse a un entrenamiento para casos de catástrofes o semejantes, aun cuando dicho entrenamiento pueda salvar su propia vida y la de su familia, la mayoría de la gente piensa que jamás tendrá necesidad de él." (p. 13)
La actitud de las personas, lo mismo que un entrenamiento adecuado, son los elementos necesarios para la supervivencia:
"Ya que en el dispendioso "juego de búsqueda" que se pone en marcha inmediatamente después de la llamada de SOS de un barco o un avión, casi todo depende del comportamiento de los desaparecidos. Si tienen frío, deben saber cómo pueden calentarse. Si les atormenta el hambre, tienen que saber cómo y dónde pueden procurarse comida. Y si la sed es acuciante, tienen que saber dónde pueden calmarla. Si al fin se acerca a ellos un equipo de salvamento, los siniestrados tienen que saber cómo hacerse visibles. Y su valor jamás deberá decaer tanto como para dejar de luchar." (p. 33)
Sin embargo, Troebst no ha escrito un manual de supervivencia (como el título en español indica; el título original en alemán es Auf Wunder ist kein Verlass: No puede uno fiarse de los milagros) sino una guía que indica la necesidad de educarse en la supervivencia como parte de la vida cotidiana y no sólo en lo deportivo. Su perspectiva estadística es clara: "Por desgracia, al destino y al azar se les culpa con frecuencia de la muerte de personas que se han buscado ellas mismas el fin. Éstas se exponen irreflexivamente a peligros en los que perecen, también por falta de experiencia. Y a menudo arrastran consigo a la muerte a otros." (p. 18)
Si éste es el objetivo, uno esperaría un libro lleno de técnicas y recetas de cocina como la gran mayoría de libros del tema, pero el desarrollo es otro: tomando casos de la vida real, Troebst sigue paso a paso los detalles que ha determinado la salvación de los supervivientes o la muerte de quienes no lograron salvar su vida.
La gama abarcada es muy amplia: después de dos capítulos donde se hace hincapié en la importancia de la supervivencia (no en la importancia del libro) se habla de desiertos, mares, zonas frías, trópicos, espacio aéreo y los aparatos de salvamento. El último capítulo, llamado "¿Cuánto soporta un hombre?" es especialmente interesante porque habla de personas que han sobrevivido a pesar de haber sobrepasado los límites calculados como límites.
Más importante que un manual, el libro tiene la gran cualidad de hablar a profundidad de los temas que toca pero con la agilidad necesaria para entenderlo por un público general, ése público al que está dirigido y al que el autor dice: "Nadie debería confiar su salvación a algún tipo de milagro, porque los milagros no son de fiar." (p. 23).
