Ricardo Torres Nava, tras mencionar algunos detalles de su incursión al monte Ararat, en Turquía, reveló que a fines del presente año buscará imponer un récord mundial de buceo de altura en la laguna de Cancabur, en los Andes chilenos.
Asimismo, dijo uno de los escaladores más importantes de nuestro país, que también trabaja en un programa denominado Ixtapopo, que representa otras opciones de vida para quienes habitan en los alrededores de los volcanes aledaños a esta metrópoli.
Sobre la aventura que proyecta en tierras chilenas para diciembre, indicó que la laguna de Cancabur se localiza a seis mil metros de altitud sobre el nivel del mar y que se encuentra entrenando en el Nevado de Toluca, donde encontró mucha similitud atmosférica y de condiciones de terreno a las que afrontará.
Torres Nava especificó que a tierras sudamericanas irá acompañado por Ernesto Lozano, un buzo de mucha experiencia y que entre los dos forman un equipo que estará en condiciones de afrontar con éxito la expedición que tienen proyectada.
Por lo que toca a la escalada al Monte Ararat, que se encuentra a 35 kilómetros de la frontera turca con Irán, Ricardo manifestó que el grupo de siete alpinistas que hicieron cumbre el pasado 28 de julio tuvieron que contar con el apoyo y resguardo de las fuerzas armadas de Turquía, ya que esa zona territorial registra problemas sociales.
Torres expresó que tuvo múltiples oportunidades de convivir con musulmanes y que no todos representan a la maldad, al contrario, forman parte de un sistema de vida que tiene diversas facetas, unas positivas, otras negativas, y que no por eso se les puede comparar o señalar a la par con los que cometieron actos terroristas en Nueva York y Washington.
No la vio
En torno a lo que él llamó expedición por el Arca de Noé, de entrada estableció que él no puede afirmar que la mítica embarcación bíblica esté en el monte Ararat.
Sin embargo, dijo que en la vertical de la cara norte se forma una herradura, donde todos los días hay avalanchas de nieve y piedras, existe algo de grandes dimensiones, que permanece oculto en su mayor parte a la viste de los humanos por un glaciar que está en constante movimiento.
“Es una estructura gigante, de varios cientos de metros que está partida en doa y los guías explicaron que cuando el clima es más seco se puede apreciar a simple vista, pero en estos momentos sólo pudieron apreciar pequeñas fracciones de la estructura que está ahí”, dijo Ricardo.
Finalmente, Ricardo Torres Nava dijo que decidió participar en la expedición con la idea de aportar su experiencia para esclarecer un misterio y que el plano deportivo aunque fue importante, en esta ocasión no fue trascendental para él ni para el grupo que se integró.
Ovaciones
Septiembre 22 de 2001