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Montañismo y Exploración
OPERACIÓN SOBRE EL EVEREST
15 agosto 2001

Durante la primavera y el verano de 1946, la marina de los E.U. llevó a cabo una de las más singulares expediciones en la historia del montañismo. Era un pequeño grupo de cuatro escaladores y 40 hombres en su ayuda. …







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Durante la primavera y el verano de 1946, la marina de los
E.U. llevó a cabo una de las más singulares
expediciones en la historia del montañismo. Era un
pequeño grupo de cuatro escaladores y 40 hombres en
su ayuda. Dos miembros del equipo alcanzaron los 29,025 Pies
al 33º día, y la ascensión completa se
hizo sin poner un pie sobre nieve o hielo. El grupo experimentó
un tiempo perfecto durante todo el periodo; la temperatura
nunca bajó de los 65º F., no hubo nieve, lluvia
ni aún viento. Es más, los escaladores durmieron
entre sábanas y camas confortables, comieron tres comidas
calientes al día y tomaron su baño caliente
por las noches.

¿Cómo es posible esto? Pues bien, la "expedición"
se llevó a cabo dentro de una Cámara de Acero
para Registrar Alturas, en la Estación Aéreo-Naval
de Pensacola, Florida, en la cual los cuatro voluntarios vivieron
34 días. Cada día, la presión se redujo,
en esta Cámara de 12 x 10 x 7 pies, en pequeñas
cantidades, para simular un ascenso de 500 a 2000 pies. El grupo
de ayuda, compuesto de 40 doctores, mecánicos y técnicos,
que operaron los controles de presión y ventilación,
los cuales tuvieron bajo observación, 24 horas.

El tiempo necesitado para ascender de los 5 a los 22,000 pies,
fue aproximadamente el mismo que empleó la expedición
triunfadora de el Kamet a el Nanda Devi. Estas expediciones,
sin embargo, permanecieron algunas semanas entre el nivel del
mar y los 5,000 pies. Después de una semana de permanecer
arriba de los 20,000 pies, los cuatro hombres hicieron un "acercamiento
a la cumbre", ascendiendo 1,00 pies por hora, todo el día.
A los 27 mil pies, dos de ellos necesitaron oxígeno;
mas el otro par continuó, alcanzando los 29,025 pies
a las 4 a.m. Ahí permanecieron media hora, antes de comenzar
a bajar al campamento más alto, para pasar la noche.
Al día siguiente, dos de los hombres usando equipo de
Oxígeno estandar, pasaron varias horas arriba de los
45,000 pies y alcanzaron los 50,000 por algunos minutos, altura
que es varios miles de pies mayor que cualquiera otra que se
hubiese intentado sin usar Equipo de Oxígeno de Presión.
Durante el mes, la mayor parte cada día, se empleó
en tomar pruebas de la sangre, de Rayos X, condición
física, períodos de ejercicio, en bicicleta, pruebas
psicológicas y cortos períodos de diversión.
(Cerveza y cine todas las noches). Las pruebas se hicieron de
su habilidad para subir escalones de diferentes medidas, usando
el oxígeno algunas veces y otras no, en su campamento
más altos y los records de la acción del corazón
fueron tomados durante este trabajo. Y por supuesto se tomó
récord de: pulso, presión arterial, peso, y admisión
de alimentos, diariamente. ¿Qué demostró
todo esto? ¿Puede el Everest ser escalado? ¿Ayudará
el Oxígeno? ¿Cómo podría medirse
mejorar la aclimatación? Algunas de estas preguntas pueden
contestarse directamente, otras, todavía están
indecisas.

Algunas observaciones merecen especial atención. Ante
todo, nuestros hombres no estaban en buenas condiciones como
lo están la mayoría de los montañistas
a esa misma altura y después de emplear el mismo tempo
en una ascensión. Esta observación vino como una
sorpresa, ya que se creía, que una vida confortable,
excelentes alimentos y ejercicio moderado lo colocaba a uno
en condición física superior al montañista,
azotado por la tormenta, a menudo helado y casi siempre cansado
y con hambre. Atribuimos la diferencia al hecho de que el escalador
es forzado a desarrollar un trabajo duro y agotante, cuyo esfuerzo
se sobre impone a la falta de Oxígeno, lo cual probablemente,
estimula el proceso de aclimatación más, que el
hecho simple de residir en la altura. La lección fue
clara, el trabajo pesado indudablemente, apresura la adaptación
a la altura. Por otro lado, ninguno de nuestros cuatro hombres
mostró señales de mal de montaña, dolor
de cabeza, vómitos, flojera, los cuales se han notado
tan a menudo en el tren o carro de pasajeros en los Andes, las
Rocosas y los Alpes. Cuando nuestros hombres aspiraron Oxígeno
puro, a los 22,000 pies, instantáneamente se sintieron
mejor y tuvieron mejor aspecto hasta en su habilidad para trabajar;
pero, y este es un gran Pero, ni aún con el oxígeno,
pudieron igualar su aspecto como están al nivel del mar.
No había duda de que el oxígeno los ayudó
grandemente; mas nunca pudo hacer desaparecer los efectos de
la altura en estos hombres aclimatados, como lo hace en los
hombres sin aclimatación. Su mayor dificultad en el trabajo
fue, el aceleramiento de la respiración, la cual no mejoró
mucho por la aspiración del Oxígeno.

Este es el fenómeno, el cual probablemente se deba a
cambios específicos fisio-químicos, que se producen
en la sangre como parte de la aclimatación. Por la naturaleza
de este proceso, mientras más aclimatado a la falta de
Oxígeno se encuentre un hombre, menor reserva alkalina
[sic] tendrá en la sangre y por lo tanto se agitará
más mientras escala, ya que esa reserva es la que lo
protege de una respiración acelerada por el trabajo.
El respirar Oxígeno, únicamente aliviante la falta
de oxígeno; pero ello no altera la dificultad de respirar.
Así, llegamos a la conclusión, en parte, por nuestras
observaciones y en parte por la teoría, de que mientras
más aclimatado a la altura pueda un hombre estar, menor
beneficio obtendrá de la ayuda de oxígeno.

El hecho de que nuestros hombres pudieran pasar cuatro horas
arriba de los 25,000 pies, de los cuales, media hora la pasaron
a los 29,000, indica, que no hay nada crítico, fisiológicamente
hablando, alrededor de la cumbre del Everest. Esa altura es
un poco peor que a los 28,000; pero no lo es demasiado.

Los resultados del estudio dietario, fueron menos definidos.
Los cuatro hombres perdieron peso (un promedio de ocho libras
cada uno); mas también, perdieron el interés en
sus excelentes alimentos, lo cual fue, definitivamente un efecto
de altura. Una evidencia sugestiva indicó que las vitaminas,
particularmente la C, aumentan la facilidad de la sangre para
transportar el Oxígeno. La celdilla de la sangre roja,
se cuenta ligeramente aumentada en todos los hombres, mas no
hay relación entre la cantidad de este aumento y el éxito
de la aclimatación de un hombre, comparada con la de
sus compañeros. La cuenta de sangre, probablemente habría
aumentado si se hubiese suplementado hierro; pero por varias
razones no consideramos esencial un aumento en la cuenta de
la sangre roja, ni aún, muy importante, como parte de
la aclimatación. Algunos de nuestros descubrimientos,
llevados a cabo con reportes anteriores y a base de análisis,
suponen la creencia de que una dieta carbo-hidratada, aumentará
la resistencia a la altura en varios miles de pies.

Grasas y proteínas deberían, sin embargo, agregarse
a la dieta durante la permanencia en los campamentos más
bajos, para renovar las reservas del cuerpo. NO encontramos
evidencia de aumento del corazón o serios cambios en
los electrocardiogramas de estos moderadamente trabajados hombres,
a una altura de 25,000 pies.

Positivo beneficio se obtuvo aumentando voluntariamente la
profundidad de la aspiración en una pequeña cantidad
(quizás un 25%) y esto dió: resultados durante
el trabajo y el descanso. Aún más, una aspiración
rítmica por la nariz, es más efectiva que la irregular
respiración por la boca y la garganta. Pero la sobreaspiración
voluntaria, debe ser practicada con cuidado, ya que puede causar
desagradables resultados aunque confiera dramáticos beneficios.

Por los resultados de "Operación sobre el Everest",
nos inclinamos a creer que no hay obstáculos fisiológicos
inaccesibles, que puedan impedir al hombre el alcanzar la cumbre
de los Himalayas. Otras condiciones similares, en las cuales
el escalador hace el mayor esfuerzo, en su lento ascenso, lo
aclimatarán mejor, aunque es obvio decir que no debe
sobreentrenarse en esta forma. En las grandes alturas una dieta
a base de alimentos cabrohidratados en adición con vitaminas
y hierro (si el cuerpo lo tolera), tiene algunas ventajas. La
sobreaspiración debe ser practicada solo moderadamente,
si se quieren evitar algunos malos efectos, ya que es de un
valor definido y quizá crítico en alturas extremas;
mas es un método que debe usarse con cuidado. Finalmente,
el Oxígeno sin duda es benéfico, pero no evita
la más grande desventaja de la altura, el aceleramiento
de la respiración por la presión y hay razón
[para] creer que el hombre mejor adaptado, es el que recibe
menor ayuda del oxigeno.


© Alpinismo, revista mensual. Tomo 2, número
13, octubre 14 de 1950. Páginas 20-21.

Traducción Ricardo Lujambio, Club Exploraciones.





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