Fernando Gutiérrez P.

Casi un mes de lucha en la montaña, a temperaturas de hasta 30 grados bajo cero, en medio de fuertes ventiscas, en franco reto a la naturaleza. Al final, la mejor recompensa: once universitarios alcanzaron la cumbre del Huantsán, a 6,395 metros, en la cordillera peruana.

Se dice muy rápido y se escribe en pocas líneas, pero conseguirlo fue más difícil. Implicó grandes sacrificios. Vivir tantos días en la nieve debe resultar insoportable para quien no tiene como esos expedicionarios mexicanos, el espíritu bien templado y las metas perfectamente definidas.

Vencieron en su empresa. No encontraron tesoros ni regresaron con los huesos rotos, pero trajeron algo más valioso: la renovación interior y la satisfacción de ser el primer grupo latinoamericano y sexto en el mundo que gana la cumbre del traicionero Huantsan.

¿Y quienes fueron los héroes que treparon a ese gran techo americano? Son José Manuel Casanova, Enrique Miranda, Blanca Arthur, Reynaldo Téllez, Alfredo Buendía, José Valencia, Carlos Javier González, Jorge Soriano, Javier Rivera y Sergio Cedeño.

Todos coincidieron en una cosa Â?Después de haber estado allá arriba, vemos las cosas de la ciudad de una manera diferente. Les damos otro valor sabemos la diferencia que hay entre la naturaleza y el mundo artificial...Tenemos el alma enriquecida?

¿Será por que estuvieron más cerca del cielo?

¿Será por que se arriesgaron a crecer?

Excélsior
Sábado 15 de septiembre de 1984