Martes 6 de julio 1982
Nuestras tiendas de campaña están sobre el Glaciar Gowdwin Austen, los porteadores se encuentran cerca de nosotros colocados en sus refugios de piedra y con una lona encima. Son las siete de la mañana, me levanto y no hay ningún movimiento en as tiendas aledañas a la nuestra; el paisaje que nos envuelve es verdaderamente impresionante, colocadas nuestras tiendas en este inmenso Glaciar, se ven como puntos diminutos de color verde y naranja; a nuestro alrededor está el Broad Peak, el Chogolisa y el conjunto de los Gasherbrums, montañas de más de ocho mil metros. Imponen su alta magnificencia y grandeza. Y enfrente de nosotros, entre las nubes matinales y los rayos del sol iluminando sus escarpadas aristas, se deja ver como una visión espectral, nuestro objetivo: la "montaña de las montañas", el K2. El comienzo. Inicio. Emprender una nueva meta, anhelo, esperanza o quizás un sueño.
El hombre, es un ser creado por Dios para que exista y viva; y asà como Dios es un ser maravilloso, el ser humano está dotado de infinitas cualidades que lo hacen vivir y avanzar por el camino de la vida. El hombre en sà mismo, es un mundo bello y complejo.
Y con las experiencias, aventuras, sueños y realidades; junto con las alegrÃas, frustraciones, esperanzas, temores, logros y conquistas, asà como el deseo de superación, es que estoy viviendo esta empresa, una extraordinaria y bella aventura del escalar en la cordillera del Karakorum.
Lucio Cárdenas
Voy nuevamente a las montañas a dedicar un verso más de sudor y esfuerzo para la obtención de la dicha de sentirme feliz, de ser libre allá donde el espÃritu se regocija y el alma se engrandece, donde a pesar de la mÃsera existencia podemos ser nosotros, uno solo, una mente, una idea, un movimiento. y a la vez ser todo.
El mundo gira de un delgado hilo que parece más endeble cuando uno sacrifica su propia voluntad y libertad, pero que se hace más fuerte cuanto más se busca en el rincón de uno mismo �lo infinito pequeño� la entrada al universo, a la inmensidad etérea: el lugar donde reina lo blanco y donde el azul aguarda, ambiente idóneo para forjar una voluntad de hierro y para liberar el pensamiento y el cuerpo.
Hugo Delgado Granados
Lunes 26 de julio de 1982
Una expedición es algo tan grande que no se puede comparar con ningún esfuerzo realizado en otro deporte, porque aquà no sólo se lucha una vez contra las propias limitaciones fÃsicas o psicológicas, sino veinte, treinta o más, sin descanso y como presidiarios: aislado de los familiares y amigos, "forzados" a permanecer y trabajar en una microsociedad que vive intensamente cada minuto, cada segundo que se permanece en la montaña. Aquà cada movimiento es notado por los compañeros, y si en la ciudad no afecta a alguien alguna rutina, aquà sÃ. Y entonces se tiene que ser cuidadoso en lo que se hace y en lo que se pide a la gente que haga por uno.
Eduardo Mosqueda Ruiz
Después de leer la correspondencia escribo en ml diario:
17 de agosto
Cierto es que el montañista, sobre todo el que participa en prolongadas expediciones al Himalaya, busca la soledad, la aventura, la belleza en lo agreste, en las profundidades de los abismos, en la delicadeza de la flor silvestre, en la libertad del animal salvaje...
Cierto es también que los montañistas conciben la vida de forma distinta, porque a pesar de las incomodidades y de la lejanÃa de nuestros seres queridos, la montaña nos hace sentirlos más cerca, más reales; el frÃo es el frÃo y nada más. . . se le llega a conocer y a saber vivir con él, nuestro cuerpo lo soporta como soporta el humo de la ciudad.
La distancia qua nos separa de nuestros padres, de la esposa, de los hijos, nos permite valorarlos en una dimensión más real y nos da la posibilidad de comprender la grandeza de los valores afectivos. Sabemos entonces lo qua significa una frase de aliento de la esposa, de los padres.
José Manuel Casanova
3 de septiembre de 1982
...salimos rumbo al campamento II. Llegamos a la rimaya y ahora, sin cable de ayuda, la cruzamos. La pared era puro hielo. A medida qua ascendÃamos notábamos que entre más alto, las condiciones eran más extremas. Los pies se nos enfriaban con rapidez, La fuerza del viento huracanado y los torbellinos de nieve entorpecÃan cada movimiento. En esos momentos me preguntaba "¿Qué hago yo aquÃ? ¿Porqué no estoy en la casa metido en la cama?" Trataba de obtener respuesta: ¿habÃa sido mi orgullo personal lo que me habÃa movido a emprender esta aventura? o, por el contrario, ¿era el deseo de conocerme a mà mismo y de autorrealizarme por medio de ella?
Pero creo qua la razón principal que me conduce a escalar es la necesidad de sentirme activo, de esforzarme hasta el agotamiento fÃsico, y psÃquico en algunas ocasiones. También sé que me mueve la búsqueda de lo nuevo y desconocido. El escalar un itinerario virgen de alta dificultad venciendo los flancos abruptos de esta gran cima, es sin duda alguna una de las formas más puras del alpinismo moderno. En estos momentos, me siento absorbido por este mundo y, sin necesidad de recurrir a ningún dios, sé distinguir lo que es bueno y es bello, as en este lugar donde se manifiesta con más claridad hasta dOnde alcanza mi fortaleza. El placer de permanecer aquà y la satisfacción del esfuerzo realizado por conquistar La montaña son Los motivos que me mueven a dar el siguiente paso rumbo al campamento II...
Enrique Miranda Padilla
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