A las 4:30 de la mañana Tomás de Celis y Toño Cortés abandonaron el campamento base para dirigirse al campamento I: Marco Antonio señaló en su diario �hoy dormiremos aquà y mañana subiremos al campamento II y de ahà si la primera cordada sube seguiremos como segunda cordada a la cumbre�.
El dÃa 16 y 17 estuvo nevando además de soltarse ráfagas de aire huracanado; Lucio y Enrique permanecieron en la tienda. El dÃa 18 finalmente avanzando con gran dificultad debido al fuerte viento se logró llegar a los 7,150 metros de altura 100 metros más arriba que en el Aconcagua la cumbre de América. Sin embargo, no fue posible continuar por las pésimas condiciones climatológicas. Con todo pesar fue necesario aceptarlo que la montaña se mostraba inaccesible; en esta ocasión no se podÃa alcanzar la meta Â?todas nuestras esperanzas, nuestros miedos que nos acompañaban, nos dicen; asà no puede continuar se debe regresar ahora, el Himalaya no acepta errores.Â?
Tomás de Celis narró: Â?El clima no plantea del todo bien, pero hay que subir y esperar dos dÃas de buen tiempo allá arriba. Esta vez avanzamos por el canalón oeste, de mayor dificultad, pero libre de avalanchas. Llegando a las cuerdas fijas el clima empeora.Â?
Nos encontramos con los franceses quienes regresan, para ellos ha sido todo, vuelven a casa. Prontamente alcanzamos el abastecimiento de los noruegos a 5,400 metros de altura. El mal tiempo continúa, permanecemos en los diferentes campamentos.
Una hora después el tiempo ha mejorado y me encuentro en el campamento II. Mi vista escudriña allá abajo sobre la morrena central, el campamento base sin tener mucho éxito.
Alika y el doctor Chevo harÃan lo mismo con la arista.
La alta persona de Sergio nos da la bienvenida. Al igual que Norman, montañista inglés, hemos coincidido a esta altura mexicanos e ingleses.
Sergio desciende a comer, nos explica que Enrique y Lucio se encuentran en el campamento III a más de 7,000 metros y que no han podido avanzar. Las nubes acechan a la cumbre norte del Broad Peak, en un claro de nubes observo el glaciar colgante, el collado cimero, con la cumbre central, a la izquierda y la principal a la derecha.
Por la noche un alud se ha desprendido del glaciar colgante, llegando a pocos metros del campamento base de los ruegos, sin mayores consecuencias.
En la montaña nuestros compañeros descienden; el tiempo y el clima no ayudan y la prudencia nos invita a la cordura. El sentimiento nos invade... regresamos a casa.
En el campamento base el mal tiempo continúa, en unos dÃas más los porteadores llegarán y comenzaremos el retorno a casa.
La primera expedición mexicana a la cordillera del Karakorum Himalaya habÃa viajado 40 mil kilómetros en avión, carretera y a pie; trasladó 2.5 toneladas de equipo y alimentación; logró llegar a los 7,150 metros de altura muy a pesar de las pésimas condiciones del clima, alcanzando una altura similar a la lograda por franceses, ingleses y noruegos.
Durante la estancia en el campamento base y en la montaña, sólo uno de los miembros tuvo problemas de salud, la convivencia entre cada uno de los miembros fue gracias a que cada uno de los expedicionarios tenÃa buena experiencia en la montaña.
Concluye Marco Antonio Cortés: �Considero que de haber sido otras las condiciones del clima los resultados hubieron sido diferentes. Sin embargo, esto no es el final. Ahora es cuando se inicia el verdadero reto del hombre y la montaña: Expedición Falcha Rai, 1989 Karakorum-Himalaya.