Alrededor de 1977 se transmitió a través del Canal Once de televisión la película "La muerte de un guía", producida en los Alpes y cuyo desenlace (el guía cortando su cuerda para salvar a su cliente para caer cientos de metros) produjo una impresión bastante profunda en las familias de varios compañeros que a partir de entonces se enfrentaron con la prohibición de sus padres de practicar montañismo. Pero hubo otra reacción más sorprendente: de repente comenzó a fluir hacia la montaña un torrente de personas que querían subir a toda costa. La mayoría de ellos no tenían experiencia y todos habían visto la película.

Era curioso que la montaña se llenara de gente por una película trágica mientras que la película "Solo" no logró el mismo efecto, por no decir que pasó prácticamente desapercibida, aún cuando se estuvo transmitiendo en diferentes estaciones del metro gratuitamente. Iseo Noyola y yo íbamos a la estación del metro donde la estuvieran proyectando después de salir de la preparatoria y casi la llegamos a memorizar, aunque siempre encontramos algo nuevo.

Hace pocos días se dio el estreno de la película estadounidense "Vertical Limit", traducida al español como "Límite vertical". Más abajo incluimos una crítica que consideramos confiable de un montañista que fue a verla. La pregunta es si se producirá la misma reacción ahora que hace 23 años, sobre todo considerando la extraordinaria publicidad que se realiza actualmente a los deportes "extremos", en cuyo rubro está incluido el montañismo. El espectador aceptará, por supuesto, el calificativo "extremo" después de ver la película.

En el foro Iztaxochitla se produjo una reacción similar a la comentada antes:

Eugenio Escudero <darte@acnet.net> escribió:

Este verano pasado estuvimos en la Huasteca Potosina y tuvimos la oportunidad de ir al Sótano de las Golondrinas. Nos impresionó su profundidad y el espectáculo de miles de "golondrinas" entrando a mucha velocidad. Sin embargo, como nadie nos pudo dar más información de las características de esta cueva, no pasó de ser algo interesante; pero ayer, viendo un programa de televisión en que el supuesto protagonista entraría en rapel, mismo que después de más de diez minutos de estar apenas colgado de la boca de la cueva suplicaba a sus ayudantes que lo subieran por el miedo a bajar, me volví a interesar en saber más al respecto.
[...]

Independientemente de la reacción psicológica que produzca y de la cual hace falta un buen estudio, corresponde a los montañistas reforzar el punto esencial: el montañismo implica seguridad ante todo. Por supuesto, habrá que esperar la película "Náufrago" para escuchar los comentarios de crítica y del público, aunque podemos adelantar que la afluencia al mar será prácticamente nula.