Puede decirse que la Revista Alpinismo nació en Enero
de 1945, al pie del imponente Peñón del Zorro,
en el cercano estado de Hidalgo, fue en este sitio donde se
inició la amistad de Leopoldo Beltrán y Fernando
Mancilla, base que sirvió para lanzar, años
más tarde lo que ahora es la Revista Alpinismo.
Estos dos modestos excursionistas se reunÃan periódicamente
en el consultorio del primero, donde comentaban las últimas
excursiones hechas, los nuevos proyectos y, en ocasiones, comentaban
la situación del excursionismo, sus ventajas y las innumerables
fallas y defectos que tiene, como pasa con todo el mundo, en
momentos se sentÃan filósofos, y en ocasiones
dictadores, sugiriendo las medidas necesarias para corregir
tal o cual anomalÃa...
En una de tantas charlas se tocó el tópico de
la necesidad de que el deporte contara con un medio de expresión
y publicidad, que hiciera resaltar los méritos verdaderos
del deporte, contribuyera a difundir la técnica apropiada,
y a dar a conocer al público en general, las bellezas
de que disfrutamos los montañistas, asà como señalara
los defectos para poder llegar al perfeccionamiento máximo.
Como la idea se prestaba a sabrosos comentarios se fue desarrollando,
arguyéndose si podrÃa sostenerse una publicación
exclusivamente dedicada al Montañismo, la aceptación
que contarÃa, circulación probable, contenido,
etc. etc. al poco tiempo nació la idea de hacer la prueba,
de unir sus recursos y tratar de editar la publicación
que tanta falta hacÃa.
Inmediatamente se esbozó el proyecto, se hicieron planes,
con el mexicanÃsimo volado se dividieron puestos y trabajo
y ¡a trabajar!
Desde luego, el primer inconveniente era la falta de experiencia,
ésta no se concretaba, de parte del Dr. Beltrán
a unos cuantos números editadas de una revista llamada
"El Murciélago" que no vivió mucho,
y de parte de Mancilla a unos cuantos artÃculos publicados
en "La Montaña" y un boletÃn escolar
que murió en su segundo número.
Sin embargo con el entusiasmo inicial esto pasó a segundo
término y confiando más que nada en la benevolencia
de los probables lectores dedicaron sus esfuerzos a solucionar
el problema más serio, el económico.
Desde luego, como el proyecto era hacer una revista para todos,
quedaba excluÃda la posibilidad de conseguir un club
o Institución que los respaldara, por lo cual la publicación
tenÃa que ser solventada con anuncios, y asà vemos
a los dos amigos olvidar sus habituales ocupaciones y dedicarse
a conseguir anuncios.
Ya contando con el primer presupuesto y fijándose un
lÃmite, consiguieron los anuncios, como el dinero no
alcanzaba, fue necesario también pedir clichés
prestados, para hacer la revista más presentable, afortunadamente
encontraron eco en el Club España, el Exploraciones de
México y la Federación, y es asà como,
con ropas "prestadas" salió el primer número
de Alpinismo, la fecha, ustedes la recuerdan: 12 de octubre
de 1949.
PermÃtasenos hacer un breve paréntesis, el costo
de este número de aniversario es más de 10 veces
más caro que el presupuesto original para el primer número,
esta cifra les dará idea de lo que ha crecido Alpinismo.
Como es natural, no faltó quien a la revista le pronosticase
una rápida muerte, un máximo de 3 números
le daban algunos de vida, llovieron infinidad de consejos: "No
saben en la que se van a meter", "que ganan con perder
dinero en una revista", "ni crean que la van a poder
sostener"... etc. etc., junto a estas desconcertantes opiniones
encontramos voces generosas, que unas veces por caridad, otras
por fe, y otras más con una gran visión del porvenir,
nos alentaban a proseguir, a no desmayar, a estas personas,
el agradecimiento de los que laboramos en Alpinismo.
FaltarÃan palabras para expresar la satisfacción
de los editores al ver su "modesto Alpinismo",
confundido entre las más grandes publicaciones, en los
puestos de periódicos.
AllÃ, como avergonzado de su poco tamaño, de
la falta de brillantez de su portada, frente a magnÃficas
revistas, a todo color y en tamaños descomunales estaba
Alpinismo, esperando que un bondadoso excursionista viniera
a sacarlo de tan ruinosa competencia, para darle a cambio, una
parte del trabajo y esfuerzo, de la dedicación y esperanza,
de las ilusiones y esperanzas, de quienes lo habÃan hecho.
¡Quién pudiera describir la anhelante espera con
que esperaban los editores el veredicto del público,
sus reacciones, crÃticas, el inmenso deseo de que fuera
del agrado de los lectores...!
Y al primer número siguió otro, y otro más,
y otro, hasta llegar al año de vida.
SerÃa prolijo enumerar las reacciones, tanto favorables
como desfavorables experimentadas, simplemente daremos algunas:
Tras batallar consiguiendo anuncio[s], cobrando los anteriores,
pugnando por conseguir colaboraciones y esbozando ya el número
próximo, venÃan los apuros para conseguir el dinero
con que pagar, ya sea los clichés o el papel, viendo
como corrÃa el tiempo y se acercaba la fecha de salida
de la revista, una vez conseguido éste, encontrarse con
la novedad de que el papel empleado se habÃa agotado,
y habÃa que buscar otro, o bien que los grabados no estaban
listos, o la máquina impresora descompuesta, o que era
dÃa de fiesta y no trabajaban en la imprenta, o que faltaba
material para llenar las páginas, o que sobraba y habÃa
que poner más papel, en fin, una serie de pequeños
problemas que hacÃan sudar tinta a los editores, viendo
que se retrasaba la publicación, los amigos "choteando",
preguntando que "Que pasaba con el Alpinismo, que si ya
no iba a salir!, etc. etc., y después, el colofón
final, levantarse a las 4:00 a.m., e irse a entregar el periódico
a los voceadores, que tienen la virtud evangélica de
gustarles madrugar.
Y por si fuera poco, al hacer el Balance del mes, exprimir
los ya de por sà exhaustos bolsillos, para "acompletar"
lo faltante...
Sin embargo, como dicen los editores "ha valido la pena..."
Ya habiendo hablado de cómo nació Alpinismo,
vamos a explicar la polÃtica adoptada por la Revista:
esta se sintetiza en una frase, Servir al Excursionismo y luchar
por el progreso del mismo.
Dentro de este plan, hemos procurado orientar, a la medida
de nuestros escasos recursos, acerca de lo que es beneficioso
para el Deporte, fieles a tal programa no hemos vacilado en
atacar lo que, según nuestra modesta opinión,
está mal hecho, esto nos ha valido contar con algunos
enemigos, pero en Balance, y decimos más, en calidad
y cantidad.
Probablemente nos hemos equivocado en nuestros juicios, cuando
nos hemos dado cuenta, no hemos tenido empacho ni orgullo en
confesarlo, otros errores que hayamos tenido será por
ignorancia o falta de visión, más nunca por mala
Fe, ya que como humanos estamos expuestos a equivocarnos, sin
embargo podemos decir con satisfacción en las páginas
de Alpinismo nunca hemos expresado nada que creamos sea perjudicial
al Montañismo.
Si a alguien hemos herido sin justificación, nuestras
más sinceras excusas.
Se nos ha criticado mucho en el sentido de que somos "malinchistas",
sin embargo podemos afirmar que esto es falso, como demostración
el hecho de que en Alpinismo, el 90% del material publicado
ha sido mexicano, con exclusión casi absoluta de artÃculos
extranjeros, si lo duda, no tiene más que repasar su
colección y contar cuantos artÃculos se refieren
al montañismo mexicano y cuantos al extranjero...
Lo que si no [sic] seremos nunca será "patrioteros",
que cierren los ojos ante la realidad y se abstienen en afirmar
que el montañismo mexicano es el mejor del mundo: desgraciadamente
falta mucho... pero mucho, para que esto suceda, cuando ello
sea, seremos los primeros que, a grandes voces, lo pregonemos.
Y ahora, un justo reconocimiento a nuestros colaboradores,
agradeciendo toda su valiosa cooperación (y demostrando
de paso que Alpinismo si lo hacen excursionistas).
De un entusiasmo fantástico, con gran dedicación
y cariño, Gualberto Alvarado ha sido uno de los
más fuertes puntales de Alpinismo, como autor
de "Lalo el Alpinista" y de la mayorÃa de las
caricaturas y cartones que hemos reproducido, ha hecho sonreÃr
a usted muchas veces, lo mismo con el lápiz de dibujante,
que con su Cámara fotográfica, en calidad de redactor
gráfico, Gual, ha colaborado eficazmente para hacer su
revista predilecta.
Gualberto Alvarado se inició en el Deporte de Montaña
en 1937, saliendo con el Club Consolidada, posteriormente fué
socio fundador del Club Cascarreros, más tarde excursionó
con los Legionarios de Alta Montaña, siendo socio en
la actualidad del Club Murciélagos.
Como articulista, como dibujante o como fotógrafo, Carlos
Arredondo ha colaborado con Alpinismo, su carrera
excursionista de más de 15 años, lo ha llevado
de club en club, se inició como elemento libre en el
año de 1935, de entonces acá ha salido con el
Cuerpo Alpinista, Legión Alpina, Dragones, Andino de
chile, del cual es fundador, Exploraciones de México
y en la actualidad el Grupo de Alta Montaña.
Fué Tito Bargagli, quien dibujó la conocida
cabeza de Alpinismo, mezclando tres elementos básicos
del deporte: Cable, piolet y bandolas, Tito empezó a
excursionar en 1946, con el Club de Exploraciones de México,
del cual es, en la actualidad, uno de sus mejores elementos.
En 1939, y en calidad de elemento libre, se inició la
vida excursionista de Fernando Burgos, uno de los mejores
dibujantes comerciales de México, en Alpinismo
ustedes han podido constatar la calidad de dibujante que posee,
posteriormente fundó, en compañÃa de otros
elementos de valÃa el Club Kokima, siendo más
tarde socio de Vanguardia Alpina.
Leopoldo Beltrán, Director de la Revista, se
inició como montañista en el año de 1935,
excursionando como Libre hasta el año de 1942 en que
fundó el Club Murciélagos, del cual ha sido presidente
varias veces.
Una de las figuras más conocidas en el Alpinismo Mexicano
es Miguel Costa, miembro de una familia de alpinistas
por tradición, mexicano de nacimiento fue llevado desde
muy pequeño a España, donde se inició en
el Excursionismo, en México en 1939 formó parte
del Club de Exploraciones de México y en 1941 fundó
el Club España, sus amenos artÃculos lo han convertido
en uno de los más gustados colaboradores de la Revista.
Jorge Carlos Ibarra es, aparte de uno de nuestros más
entusiastas colaboradores, uno de los mejores excursionistas
mexicanos, su gran modestia ha impedido que se le reconozcan
sus innegables méritos, es de los excursionistas más
completos que conocemos, en roca, en alta montaña, en
largas caminatas, en recorridos subterráneos, en exploraciones
y en entusiasmo puede competir ventajosamente con cualquiera.
Ibarra ha colaborado en todas y cada uno de los números
de Alpinismo, primero con la Sección de Alpinismo, y
posteriormente con Linda va a la montaña y otros artÃculos.
Su vida excursionista se remonta al año de 1930, fué
socio de la Legión Alpina y en el año de 1941
fundó el Club Andino de Chile, Secc. México, del
cual ha sido un puntal.
En el año de 1932, con el Exploraciones de México,
empezó a conocer las Montañas el Ing. Eduardo
de MarÃa y Campos, que es una de las máximas
figuras del deporte, por sus grandes conocimientos e intenso
amor al montañismo.
El "abuelo", como es más conocido, ha militado
en los siguientes clubes: Politécnico, Esime, Himalaya,
Ski Club, Exploraciones y G.A.M.A., Grupo de Alta Montaña,
habiendo fundado varios de ellos.
La mayorÃa de las portadas de Alpinismo han sido
fotografÃas del Ing. De MarÃa y Campos, quien
todavÃa escribe artÃculos que hemos publicado
sobre GlaciologÃa.
Desde chamaco empezo a salir a la Montaña Daniel
Molina, quien en 1929 formó parte del Club Ixpomalin,
de Puebla, radicado en la Ciudad de México ingresó
al Gavilla y más tarde al glorioso Himalaya, fué
socio fundador del Ski Club y en la actualidad sale con el G.A.M.A.
Su experiencia como redactor de la Cadena GarcÃa Valseca
y gran capacidad de dibujante los ha puesto frente al servicio
de Alpinismo.
Fernando Mancilla, Gerente de la publicación,
se puso por primera vez los arreos de excursionista en 1943,
desde esa fecha ha continuado saliendo a la montaña con
el Club de Exploraciones de México.
A estos elementos, que podrÃamos llamar colaboradores
de planta debemos añadir la labor de los corresponsales
foráneos, Antonio Ortiz y Raúl Revilla
en Hidalgo, David S. de Cañas en Puebla, Pedro
Carreño en Nuevo León, Octavio de la Llave
en Veracruz y Enrique Aguilar en Guanajuato, quienes
con su trabajo están contribuyendo a que se difunda el
deporte en la provincia y se anuden los lazos de amistad entre
los montañistas citadinos y los de los estados.
Además en Alpinismo siempre han encontrado espacio
los más destacados montañistas mexicanos, asÃ
como los modestos elementos que buscan en la Revista un modo
de explayar sus sentimientos, ya que la Revista siempre ha sido
para todos los que aman la montaña.
Creemos que la aceptación de que ha gozado Alpinismo
se debe principalmente a que sus colaboradores son todos elementos
identificados con el deporte, que han pasado varios años
practicándolo, lo que hace que las páginas de
la Revista "huelan a Montaña", a ellos las
más expresivas gracias de parte de los editores y, creemos
que no nos equivocamos, nuestros lectores.
© Alpinismo, revista mensual. Tomo 2, número
13, octubre 14 de 1950. Páginas 12-13 y 61-62.