Introducción
La posibilidad de participar como médicos en seis expediciones de montaña nos ha permitido acumular cierta experiencia sobre problemas psicológicos planteados en las mismas, consecuencia de las especiales condiciones de vida y la influencia de factores derivados del aspecto ecológico (terreno, altura, clima) y la forzada convivencia en pequeños grupos.
Somos conscientes de las lagunas que pueden sembrar nuestras apreciaciones debidas a una formación fundamentalmente asistencial, sin profundos conocimientos psicológicos ni psiquiítricos. Pero pensamos como Renè Leriche que llega un momento en el que lo que se ha visto debe ser exteriorizado aunque la obra se considere incompleta ya que la idea, a veces, no adquiere cuerpo mís que con el esfuerzo que uno realiza pro expresarla. En este sentido hemos tratado de esquematizar las distintas formas de pensamiento de los diferentes individuos que compusieron las expediciones en las que participamos, tratando de relacionarlo con lo que, previo estudio, habíamos considerado su temperamento. Creemos que este estudio esquematizado de nuestra experiencia en la forma de conducirse los distintos individuos frente a la agresión del medio, la convivencia en pequeños grupos y las extremas condiciones planteadas en el terreno de juego, puede ser de gran utilidad aplicativa para futuros médicos expedicionarios a fin de prever el posible comportamiento de los miembros de la expedición.
Aspectos generales
Al hacerse cargo de un grupo expedicionario, el médico se encuentra con una serie de individuos de cuyo estado de salud ha procurado obtener el míximo de información a través de los reconocimientos médicos previos. Partimos pues de la base de unos deportistas sanos sin enfermedad orgínica reconocida y con buena capacidad física. No obstante, la información que el médico posee sobre sus estructuras psicológicas suele ser muy escasa. En cambio es suficientemente conocido el problema que puede plantearse en un grupo cuando afloran discrepancias en que se basan muchas veces los serios motivos por los que se produce la división del mismo. Según esto, es importante concederle la atención necesaria a lo que muchas veces dejamos pasar desapercibido: el grupo humano desde el punto de vista psicológico.
La constitución de este conjunto expedicionario plantea fundamentalmente dos puntos a tener en cuenta:
- Formación del grupo teniendo en cuenta las relaciones interpersonales
- El impacto que los distintos factores externos pueden crear sobre el grupo y sus características.
1. Formación del grupo teniendo en cuenta las relaciones interpersonales
La composición del equipo expedicionario puede llevarse a cabo de diversas formas con su indudable repercusión sobre las futuras relaciones entre los componentes del mismo.
Cuando estí formado por amigos con larga experiencia de convivencia entre ellos las relaciones quedan muy matizadas dando lugar a un grupúsculo social que podría considerarse como compensado. En este tipo de asociación es donde suele existir de entrada una jerarquización técnica e intelectual aceptada y reconocida por todos. Por ello, las decisiones del jefe, en caso de haberlo, suelen ser bien aceptadas o cuando menos fícilmente consensuadas, mientras que el resto del grupo asume un papel bien delimitado.
Solamente las lagunas o situaciones imprevistas o extremas afectarín de forma grave a este tipo de grupos.
En otros casos, el grupo expedicionario estí formado por la unión de dos o mís subgrupos de individuos que pueden no ser afines o incluso antagónicos y que se ven momentíneamente unidos por la empresa en común. La estabilidad de este tipo de expediciones depende de la ausencia de roces entre miembros pertenecientes a los distintos subgrupos que la componen. En estas situaciones suele ser de capital importancia la existencia de individuos dominantes dentro de cada subgrupo capaces de consensuar debidamente entre ellos las aspiraciones comunes.
Cuando el grupo estí compuesto por individuos distintos: caso de las selecciones de tipo nacional o internacional motivadas por intereses diversos. Cada elemento es en principio una individualidad que deberí integrarse posteriormente dentro del grupo. Es lógico pensar que en estas expediciones se padecerín mayores dificultades a la hora de establecer las relaciones entre sus componentes, ya que en este sentido parten precisamente de cero. A esto cabría añadir el ambiente competitivo, consecuencia de hacer prevalecer las ideas o pareceres que como seleccionado mantendrí cada componente.
Cuando el grupo estí formado en base a una organización paramilitar con un jefe preestablecido que marca rigurosamente la forma de actuar. En esta clase de asociaciones raras veces existirín decisiones conjuntadas por la mayoría, siendo sus individualidades piezas mecanizadas con misiones perfectamente delimitadas de antemano. Las situaciones tensas son raras entre los componentes y la empresa culmina por lo general en un rotundo éxito o un estrepitoso fracaso, según la capacidad del jefe.
Ocasionalmente pueden constituirse grupos que participan de algunas o de todas las características anteriormente descritas. Tal es el caso de la unión de fragmentos de expediciones previamente disgregadas, encuentros casuales entre individuos desconocidos que se unen momentíneamente con un objetivo común, etc. En ellos podremos encontrar la asociación de los inconvenientes citados en los anteriores grupos.
