follow me
Montañismo y Exploración
SACOS DE DORMIR
15 marzo 2000

Pasar una noche en la montaña es siempre más agradable si se tiene una buena bolsa de dormir pero ¿de pluma o de fibra sintética? ¿Cómo elegir el material y el diseño de una buena bolsa de dormir?







  • SumoMe



RELLENOS DE FIBRA

Hollofil II®. Fibras huecas de poliéster Dacron, con 4 canales y siliconadas. Suave al tacto y resistente al lavado.


Hollowfibre 4®. Fibra con 4 canales huecos en su interior, que retienen hasta un 20% más de calor que una fibra sólida, incluso en mojado. Antialérgico y muy resistente al lavado.


LCW®. Poliéster siliconado que entremezcla un 70% de fibras huecas (ligeras y atrapan eficazmente el calor) y un 30% de microfibras espirales (elásticas para mantener el loft).


Micro-loft®. Microfibra con un gran poder de retención calorífico incluso en mojado y reducido volumen. Antialérgico y muy resistente al lavado.


Polarguard® 3D. Fibra continua resistente y duradera. Altamente comprimible en reducidos espacios, tiene un alto poder de retención térmica y un peso similar al de la pluma.


Thermolite® Extreme. Combinación de 3 fibras. La primera tiene un fino denier para una buena retención térmica y compactibilidad. La segunda otorga gran resistencia y durabilidad al tejido. La última está anillada configurando una especie de muelles que propician el loft. Es antialérgico, inodoro, resistente al lavado y seca rápido.


Thinsulate® Liteloft. 75% poliéster y 25% polipropileno. Las fibras individuales tienen una camisa exterior con un punto de fusión menor que el alma interior. Con ello se soporta mejor el desgarre que soportan los cajones sintéticos que lo llevarían a un pronto envejecimiento. Es ideal para utilizaciones en que continuamente se mete y saca el saco de su funda. Gran poder térmico.


Trevira® Fill. Fino entrelazado de fibras elásticas que forman millones de cámaras de aire. Desplaza la humedad hacia el exterior y mantiene el calor, confiriendo un mayor confort. Un acabado con silicona permite a la fibra obtener una gran capacidad de deslizamiento, suavidad y poder de recuperación. No retiene el polvo ni produce alergias.




CONSEJOS DE UTILIZACIÓN

Agitar el saco enérgicamente para que las fibras huecas recojan aire y aumenten de volumen. De este modo se consiguen aumentar sus cámaras de aire (loft) y mejorar su retención térmica.


En situaciones de frío extremo, cubrir la cabeza con un gorro de lana, pluma o fibra térmica. Con ejercicios gimnásticos antes de acostarse atemperaremos antes el interior.


Si nuestras ropas están húmedas podemos utilizar el saco como secadora. Si las temperaturas son muy bajas, protegeremos nuestras botas colocándolas en el fondo del saco, dentro de una bolsa de plástico o papel, para que no se endurezcan.


Dormir con la ropa utilizada durante la jornada disminuye el descanso. El sudor y la humedad dificultan el sueño. Utilizaremos poca ropa y es conveniente saber que para dormir es mejor un par de prendas finas que una gruesa.


La humedad generada por la transpiración se acumula en el relleno del saco, haciendo que éste pierda parte de su capacidad térmica. Por la mañana extraeremos su interior para airearlo.


El peso de la persona comprime el relleno del saco, disminuyendo su protección térmica. El frío y la humedad procedentes del suelo son muy perjudiciales para nuestro organismo. Por ello, es importante la utilización de colchones aislantes, que además evitarán que las irregularidades del terreno dañen nuestra espalda.


Utilizar una funda de vivac aumentará la retención térmica del saco, además de protegernos de la humedad, manchas en el saco y desgarrones.


Con un saco demasiado largo se tendrá que calentar mucho más aire y por tanto será más frío. La mayoría de los sacos son de longitud única, así que puede utilizarse una cuerda o ropa para atar los bajos y reducir el tamaño interior.





CONSEJOS PARA LA CONSERVACIÓN


Colgar el saco cuando no se utilice para evitar que la presión de la funda de transporte deteriore sus fibras. Esto es muy beneficioso para los sacos de pluma.


Un buen saco de plumas permanecerá en la funda de transporte (funda de compresión) el tiempo mínimo necesario. Cuando no se utilice, se usarán las fundas de almacenaje especiales para ello. Así evitaremos que la pluma se apelmace.


Es conveniente guardar los sacos (sobretodo los de pluma) en su funda sin enrollarlos. De otro modo, al repetirse siempre los mismos pliegues, quedarían zonas del relleno vacías. Empezar a embutirlo en su funda por los pies, a la vez que se reparte el volumen por toda la zona. De este modo el aire saldrá por la cabeza del saco sin dificultad.


No fumar dentro del saco, ya que sus materiales suelen ser altamente inflamables.


En caso de rotura, quemadura o desgarrón, utilizar los adhesivos especiales para repararlos.


Utilizar fundas interiores de algodón nos evitará tener que lavar regularmente el saco, pues solo tendremos que lavar ésta.





CÓMO LIMPIAR UN SACO

Un saco de dormir con unas mínimas prestaciones solamente puede lavarse con productos especiales para ello.


Se dejará secar a la sombra. Los de pluma pueden tardar hasta 5 o 6 días en secar.


Nunca utilizaremos secadora.


El saco de pluma se extenderá en horizontal y cuando esté seco se desmenuzará y desapelmazará la pluma, sacudiéndolo hasta que recupere su loft.




FUNDAS DE VIVAC

Son resistentes al agua y a la penetración del viento, mejorando la retención del calor. También protegen al saco de manchas y desgarrones. Sus longitudes son de 220 cm para albergar cualquier medida de saco. Las de Sofitex y Gore-tex® son totalmente impermeables y transpirables. La que posee New-tex™ en la espalda, es más resistente a la abrasión. El tubo que dispone la Polar Mountain™ permite cerrarla totalmente sin impedir la respiración (ideal para expedición).




AISLANTES

Como su nombre genérico indica, los aislantes sirven para aislar de la humedad del suelo y del frío. Son imprescindibles para no deteriorar el saco de dormir y de uso obligado en suelo mojado o en nieve. Nivelan mínimamente las ondulaciones producidas por las piedras, aunque resultan muy rígidos para una espalda delicada.




MANTAS ALUMINIZADAS

Gracias a su poder reflectante, retienen o reflejan el 90% de la radiación calorífica. Totalmente impermeable, ligera, flexible y de reducido volumen, protege del frío, calor excesivo, lluvia, humedad y viento. Las que permiten varias utilizaciones son más resistentes y pueden lavarse en agua jabonosa. Siempre debería llevarse una en la mochila. En caso de necesidad se envuelve a la persona y se cierra la manta con la ayuda de cinta adhesiva, dejando una abertura para la cabeza.




COLCHONES AUTOHINCHABLES

Son las que proporcionan mayor confort y el máximo aislamiento térmico. Se trata de una espuma porosa recubierta de un contenedor para el aire. Cuando se abre la válvula de aire y se estira el colchón en el suelo, esta espuma tiende a expandirse, absorbiendo el aire a través de la válvula. Quedan hinchadas en sus tres cuartas partes en tan sólo 45 segundos. Para darle mayor presión, habrá que soplar 2 o 3 veces con la boca.


Un colchón ordinario de aire, absorbe el calor el cuerpo debido a la circulación interior del aire. Las colchonetas autohinchables, construidas con espuma de celda abierta, son tan o más cómodas que un colchón de aire (la superficie es más blanda) y además aislan eficazmente dde la humedad y el frío.


Con Artiach™ disponemos de una solución económica, suficiente para la mayoría de las situaciones. Therm-a-Rest nos proporcionará mayor resistencia y fiabilidad tanto en la válvula como en el material. Además, el hinchado será más rápido y más compacto.


©Fuente: Moda montaña. Catálogo de Edelweiss (2/3), 6ª edición, 1998, p. 38-39, 49-51.



Páginas: 1 2 3 4



 



Suscríbete al Boletín

Google + Facebook Twitter RSS

 

Montañismo y Exploración © 1998-2024. Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con SIPER
Diseño por DaSoluciones.com©