RESCATE ESPELEOLÓGICO
1 febrero 2000
Espeleólogos de 3 países rescatan a un explorador canadiense a 400 metros de profundidad en la Sierra Negra de Puebla (México)
|
A las 11 de la mañana del 23 de diciembre de 1999, el espeleólogo canadiense Alain Goupil exploraba con otros miembros de la Sociedad Quebequense de EspeleologÃa una cueva en Tepepa, cerca de Tlacotepec de DÃaz, en la Sierra Negra de Puebla. Se encontraba a 400 m de profundidad, cuando cayó de una altura de 8 metros y sufrió graves contusiones. A pesar de contar con una camilla, los 6 canadienses que estaban con el herido no eran suficientes para subirlo a la superficie, por lo que se comunicaron con su lÃder en Quebec.
El dÃa 24 en la noche, Michel Codios, lÃder del grupo en Canadá solicitó ayuda al Consulado de Canadá en México y a la Comisión Estadounidense de Espeleorescate, la cual a su vez envió dos mensajes al Foro de EspeleologÃa Iztaxochitla. En uno solicitaba el auxilio de espeleólogos con experiencia en cuevas verticales y en el otro enviaba información detallada sobre el accidente y la localización de la cueva.
En la madrugada del 25 de diciembre, el mensaje fue leÃdo por Juan A. Montaño, moderador del foro, quien inmediatamente alertó a sus compañeros Javier Vargas, AmÃlcar Jiménez, Lorenzo Ortiz, Arturo Robles, David Tirado y Oscar GarcÃa, del Grupo Espeleológico Universitario (GEU), al arqueólogo Arturo Montero (Comandante del Grupo de Rescate Espeleológico de la Cruz Roja Mexicana) y al grupo URION (Unión de Rescate e Investigación de Oquedades Naturales). Además, envió otro mensaje a Iztaxochitla pidiendo informaciones como secuencia de los tiros, idioma que hablaba el grupo y necesidades más especÃficas.
El grupo tenÃa recursos para la vÃctima durante algunos dÃas y disponÃa del Sistema Nicola de comunicación subterránea. La cueva tenÃa 20 tiros de 20 a 50 metros, con fraccionamientos estilo europeo; no habÃa muchas cascadas ni pozas de agua, pero hacÃa mucho frÃo. Algunos miembros de la expedición hablaban español y les faltaba cuerda y material para armar la cueva.
Inmediatamente empezaron a salir los grupos de espeleorescate: Cruz Roja (Orizaba, Córdoba, Jalapa, San Luis Potosà y Ciudad de México), GEU, URION y Base Draco. Posteriormente llegarÃan al lugar del accidente el Ejército Mexicano, el Socorro Alpino y un representante del Consulado de Canadá.
El camino de terracerÃa de Tlacotepec a Tepepa se encontraba en muy malas condiciones y una de las ambulancias se quedó en el camino. Una patrulla de la policÃa del estado de Veracruz cayó a una zanja pero fue liberada con auxilio de personal de la Cruz Roja Mexicana. Ante esto, se tuvo que trasladar por helicóptero gran parte del equipo de los rescatistas y vÃveres.
Entretanto, un grupo de espeleólogos canadienses embarcaba para México y otro grupo estadounidense de rescate espeleológico se mantenÃa en alerta. Dado lo especializado del rescate, un buen número de espeleólogos también se mantuvo en alerta en la Ciudad de México, en Monterrey e incluso en Puerto Rico, Cuba, Brasil, Francia y Sudáfrica.
El 26 de diciembre en la noche, en el campamento canadiense, se hizo una reunión con todos los grupos presentes. Se decidió que bajarÃa un médico del grupo URION acompañado de un espeleólogo de la Cruz Roja Mexicana de San Luis Potosà y que el GEU comenzarÃa inmediatamente a reforzar el armado de la cueva para facilitar el paso de los rescatistas. La faena estuvo a cargo de Guillaume (SQS), Arturo, Oscar y David, quienes armaron no sólo los 2 tiros previstos, sino 6.
El 27 por la mañana bajó un grupo numeroso de rescatistas, pero debido a las dificultades técnicas de la cueva (travesÃas y desviadores además de los fraccionamientos), y a la existencia de pasajes muy inseguros en los abismos (aptos para la exploración, pero no para el paso de personal con poca
experiencia), sólo llegaron a donde estaba el herido los 4 espeleólogos restantes de la UNAM (Javier Vargas, AmÃlcar Jiménez, Lorenzo Ortiz y Juan Montaño) y el de Base Draco (José Montiel).
Este grupo de 5 mexicanos se encontró con el grupo de espeleólogos canadienses (Mathew, Claude y el herido, quien sólo tenÃa contusiones y ninguna fractura) y el espeleólogo francés Eric Sanson, de la Sociedad de Espeleo Rescate Isère. Rápidamente el grupo se puso se acuerdo en la estrategia del rescate, con Juan como traductor; el resto de los mexicanos recibieron una lección muy rápida de francés, indispensable para el trabajo coordinado y seguro, con palabras como: cuidado, espera y vamos.
Se colocó a Alain en la camilla y empezó el trabajo de llevarlo a la superficie de la manera más rápida y segura posible. Para esto, el grupo de apoyo que llegó del Canadá armó la cueva de manera a transportar la camilla por aire utilizando cuerdas horizontales ("tirolesas") cuando era necesario. Una cascada de unos 5 m fue salvada con una simple escalada por el grupo canadiense-franco-mexicano. Cuando el grupo se encontraba a unos 200 m de profundidad, se le unió José Ramos, de la Cruz Roja Mexicana.
El grupo fue relevado parcialmente por los 3 espeleólogos del GEU que armaron durante la primera noche y compañeros canadienses (Mathew, Guillaume), y el herido fue llevado hasta la superficie, donde fue recibido por el Ejército Mexicano y transportado en helicóptero hasta un hospital militar.
Actualmente Alain Goupil se encuentra de regreso en Canadá, sin secuelas de sus heridas.
Páginas: 1 2 3 4