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Montañismo y Exploración
LA ROPA NECESARIA EN ALTA MONTAÑA
10 febrero 1999

Aquellos escaladores que rechazan aprender lo necesario acerca de las virtudes, defectos y características funcionales del equipo, y que lo tratan sin cuidado, acostumbran a tener más percances y accidentes de lo razonable. Sin embargo, tampoco hay necesidad de comprarse todos los juguetes nuevos que aparezcan en el mercado.







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Aunque la escalada en hielo no está a la altura de los equipos que se emplean en su práctica, hay de veras mucho que admirar y de lo que aprender en los materiales, diseños, construcciones y funciones de los modernos útiles y prendas pensados para el hielo. Comprender la tecnología es el primer paso para poder tomar decisiones acertadas que realcen la experiencia de la escalada en hielo. Aquellos escaladores que rechazan aprender lo necesario acerca de las virtudes, defectos y características funcionales del equipo, y que lo tratan sin cuidado, acostumbran a tener más percances y accidentes de lo razonable. Sin embargo, tampoco hay necesidad de comprarse todos los juguetes nuevos que aparezcan en el mercado.


LA ROPA

Saber vestirse para permanecer siempre caliente en una actividad como la escalada en hielo (que puede desarrollarse bajo condiciones que oscilan entre el frío seco de los polos en invierno y la lluvia helada del Ben Nevis cuando la temperatura sube de cero grados) es algo que en sí constituye todo un arte. Aunque los nuevos tejidos y aislamientos desarrollados han incrementado mucho el confort y las probabilidades de supervivencia, aún no existen soluciones "milagro" para los antiquísimos problemas del frío y la humedad, ni para las amenazas de la hipotermia y las congelaciones.

Hasta la aparición de las fibras sintéticas, la lana fue el material textil más eficaz para todo, desde calcetines hasta suéteres, pasando por los pantalones, guantes, gorros y prendas interiores. A diferencia de otras fibras naturales como por ejemplo el algodón, la lana no pierde todas sus propiedades aislantes cuando se moja. Para todas las prendas básicas la lana sigue siendo un material aceptable, y con frecuencia es posible encontrar artículos de lana de segunda mano o restos de serie a buenos precios. Sin embargo, desde que en 1970 Chris Bonington equipó a su expedición de la cara sur del Annapurna con prendas interiores sintéticas y chaquetas de forro polar, se han reconocido las ventajosas características de estos sucedáneos artificiales. Las fibras sintéticas son mucho más ligeras que la lana, expulsan la humedad fuera del cuerpo, aíslan mejor y se secan muy rápidamente. En una superposición de capas adecuada, las prendas sintéticas procuran el confort necesario en una amplia gama de temperaturas y en distintos niveles de actividad.


LOS PIES

Un calcetín sintético de secado rápido expulsa la humedad de la piel y debe complementarse con otro más grueso y aislante, de lana o de fibra sintética. Los de tejido de rizo son más acolchados y hacen más difícil la formación de ampollas. (Para inhibir la sudoración puede usarse un antitranspirante en los pies). Añade unas polainas altas (guetres) o un cubrebotas para condiciones de frío más intenso.

Las botas específicamente diseñadas para la escalada en hielo son muy especializadas. Pueden ser de plástico o de cuero, y estar construidas de una pieza o bien constar de dos partes, con botín interior extraíble. ("Plástico" se emplea aquí como término general que engloba la amplia variedad de compuestos poliméricos con que se fabrican las botas.)

Las botas de plástico -las más populares hoy en día debido a sus escasas necesidades de mantenimiento y a sus cualidades impermeables- suelen ser de doble construcción. Hasta la fecha ningún fabricante ha ofrecido una bota de plástico que sea lo suficientemente flexible a la altura del tobillo para mi gusto, y además la mayoría de los botines corrientes no están muy bien hechos ni son lo bastante calientes. Para algunos modelos de bota se fabrican botines especiales bastante caros, hechos de material muy aislante y que resultan realmente calientes, pero el material se rompe con rapidez. Muchas botas de plástico tienen hormas poco adecuadas que sacrifican la precisión, y su rigidez general hace que moverse elegantemente con ellas puestas resulte tan difícil como bailar con botas de esquí. Por otra parte, muchas botas de cuero son casi tan duras a nivel de los tobillos como las de plástico, y ninguna bota de cuero mantiene sus cualidades hidrófugas si no se le somete a frecuentes tratamientos.

Una buena bota simple de cuero mejora la percepción táctil sobre tramos de roca o rutas mixtas. Combinada con un cubrebotas que pueda retirarse cuando no se lleven los crampones, o con un cubrebotas que deje libre la suela, la bota simple resulta, en las condiciones normales de escalada en hielo, lo suficientemente caliente para la mayor parte de los usuarios.

Las botas de plástico resultan realmente adecuadas en condiciones de frío extremo o a gran altitud, o donde concurran ambas circunstancias. En estas situaciones la necesidad de una protección absolutamente impermeable y un aislamiento de confianza es mayor que la necesidad de flexibilidad en el tobillo y buena sensibilidad. Las mejores botas de plástico del mercado tienen prestaciones casi tan buenas como las de las botas de cuero en terreno técnico, y suelen ser más ligeras.

Por lo tanto, la elección entre plástico y cuero depende por completo de si puedes permitirte o no el tener dos pares de botas (un par de cuero para el alpinismo de verano, que puede usarse en muchas condiciones invernales con la adición de un cubrebotas y un par de botas de plástico para expediciones y para las más frías condiciones invernales). Si sólo puedes permitirte tener un par y vas a escalar mayoritariamente rutas alpinas en verano, probablemente te arreglarás con un par de botas de cuero. Si las más de las veces escalas en invierno, entonces las botas de plástico serán probablemente tu mejor elección.

He aquí las características que busco en una bota para hielo: suela muy poco flexible pero no totalmente rígida; reborde de al menos seis milímetros en la puntera y el talón a fin de poder adaptar crampones de fijación automática; una puntera rígida y espaciosa que permita marcar peldaños a puntapiés sobre nieves duras; una caña flexible que permita movilidad completa del tobillo con poca resistencia o irritación en la parte superior del pie o en el tobillo; poco peso; y una horma que sujete bien el talón en su sitio. Un ajuste adecuado, sin puntos de presión y con mucho espacio en la zona de los dedos, es fundamental para conservar una buena circulación y representa la clave para tener los pies calientes, tanto con botas dobles como sencillas.

Sean de plástico o de cuero, las botas de escalada en hielo están diseñadas para evitar que la humedad penetre al interior, por consiguiente también impiden que la transpiración pueda escapar al exterior. A causa de ello, los calcetines pueden llegar a humedecerse y perder parte de sus propiedades aislantes. Es posible interponer una bolsa de plástico o un calcetín de nylon impermeable entre el calcetín fino interior y el calcetín grueso aislante, de modo que éste último se mantenga seco. Por sorprendente que parezca el pie no termina chorreando sudor, porque el cuerpo regula la transpiración de acuerdo con la humedad del entorno inmediato. Según la teoría de la "barrera de vapor", una capa impermeable encima de los calcetines interiores (o de la ropa interior, o dentro del saco de dormir) limita el efecto de enfriamiento que tiene lugar cuando la transpiración se evapora hacia la atmósfera. En la práctica, a mí me resulta un tanto incómodo el uso de este tipo de barreras de vapor, pero otras personas que lo usan lo encuentran muy eficaz.


PARTE INFERIOR DEL CUERPO

Las prendas interiores sintéticas alejan la transpiración de la superficie de la piel, contribuyendo a mantenerla seca. Sobre esta primera capa yo me pongo un traje completo de "fleece" elástico de medio peso "a una cara", pero es igualmente apropiado vestir leotardos o bien pantalones a media pierna del mismo tipo de tejido. El "fleece" elástico proporciona libertad de movimientos, se le desprende bastante bien la nieve adherida y resulta bastante caliente, al tiempo que permite a la humedad que escape.

La elección de prendas interiores con membrana impermeable mejora la versatilidad de las capas interiores, reduciendo la necesidad de añadir una capa exterior cortavientos. Para situaciones de muy bajas temperaturas o para no perder calor en las reuniones, unos pantalones de "fleece" o de plumón con cremalleras laterales completas constituyen una capa aislante final, fácil de quitar y poner. Para poder responder con facilidad a las "llamadas de la naturaleza", incluso con el arnés puesto, es conveniente que todas las capas de la vestimenta dispongan de una cremallera que recorra en forma de arco, de muslo a muslo, la parte posterior del pantalón. La capa final de protección frente a los elementos será un sobrepantalón o mono con cremalleras laterales completas, de tejido impermeable y corta viento. Durante las ascensiones en el Himalaya o escaladas alpinas invernales puede ser necesario contar con un sobrepantalón relleno de pluma o de alguna fibra sintética aislante.


PARTE SUPERIOR DEL CUERPO

Personalmente acostumbro a vestir un mono interior de manga larga debajo del mono de "fleece" de forma que automáticamente llevo la misma cobertura inicial en todo el cuerpo. Se pueden añadir (o retirar) otras prendas a la medida de las necesidades: una camisa ligera y/o un jersey de "fleece" con cuello alto y cremallera; una chaqueta o mono impermeable y corta viento o un anorak de pluma o relleno sintético para condiciones de frío extremo.


MANOS

Una buena combinación para las manos es un guante elástico fino de fibra sintética, cubierto por un guante o manopla de "fleece" y por último una capa impermeable y cortaviento. Los guantes de neopreno funcionan muy bien en situaciones de extrema humedad, mientras que los guantes de esquí protegen bastante bien y permiten buena movilidad en condiciones secas. Los guantes de lana, cuando están ligeramente húmedos, ofrecen una adherencia sorprendente sobre el hielo con temperaturas frías. Para las actividades a muy bajas temperaturas, lo mejor son las manoplas de pluma o de fibra sintética aislante.


CABEZA Y ROSTRO

Hasta un 40% del calor corporal puede perderse a través de la cabeza. El anorak exterior debe ir provisto de una buena combinación de cuello y capucha, provista esta última de visera que proteja los oídos del viento, la nieve y la lluvia. La capucha debe quedar bien cerrada en torno al rostro, sin restringir la visión en ninguna dirección. En tiempo soleado una visera o gorra de algodón preserva los ojos del exceso de luz, mientras que el pasamontañas de "fleece" constituye el mejor y más tradicional sistema de aislamiento para la cabeza. Los gorros impermeables y cortavientos, revestidos de fleece o aislados con relleno sintéticos y provistos de visera, orejeras y protectores de mejillas, son probablemente las más versátiles adquisiciones para la cabeza. Hay máscaras faciales aislantes y resistentes al viento, que previenen las congelaciones en caso de fuertes vientos y son muy ligeras.


GAFAS DE SOL Y GAFAS DE VENTISCA

En los glaciares y terrenos nevados es necesario llevar gafas oscuras a fin de evitar la fotoftalmia y otros problemas oculares provocados por los rayos ultravioletas e infrarrojos. Incluso en días nublados, los rayos infrarrojos pueden llegar a cegarnos sin que apenas notemos molestias hasta que ya es demasiado tarde. Unas gafas apropiadas para el uso en alta montaña deben filtrar el 100% de las radiaciones ultravioletas e infrarrojas. Las mejores gafas suelen llevar protectores laterales de cuero y a veces protectores para la nariz. Si usas lentes correctoras, advierte a tu óptico de la necesidad de una barrera total frente a los rayos ultravioletas e infrarrojos.

En condiciones de tormenta y fuertes vientos suelen ser necesarias las gafas de ventisca para conservar alguna posibilidad de visión. Sin embargo, el empañado interior suele inutilizarlas, lo que supone un problema especialmente para quienes llevan lentes correctoras. Para paliar en parte este inconveniente se han ideado diversos métodos de ventilación, de los cuales el más eficaz hasta la fecha es el de las gafas que incorporan un pequeño ventilador a baterías: ¡una solución realmente tecnológica! Otra alternativa es tratar las lentes con un producto antiempañante. También es recomendable usar gafas de ventisca o protectoras para evitar que los ojos sean alcanzados por trozos de hielo, etcétera.


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