APÉNDICE
Oliver López Corona
HUELLAS DE AYEREn el principio todo era caos...
Durante este caos, en plena era terciaria, es que la barranca de Candameña fue creada. Producto de un intenso vulcanismo que levantó a la Sierra Madre Occidental, desde las profundidades de la tierra se vertió sobre esta recién formada zona, grandes cantidades de lava y millones de tonelada de cenizas, así, el caos dio paso al orden y la belleza le acompañó con nombre Rarámuri.
Durante diez millones de años fue el silencio su único habitante. Sin embargo, un buen día un pie de ágil y rápido caminar piso esta tierra. Pronto fueron muchos los caminantes; algunos de sus nombres se han perdido para siempre en las arenas del desierto o en las profundidades de las barrancas. Tobosos, pataragüeyes y muchos otros, son ahora un recuerdo impreciso registrado por los misioneros. Algunos más dejaron su huella indeleble nombrando a uno de los ríos más importantes de Chihuahua, los conchos. Los menos, viven aún refugiados por las imponentes paredes de sus majestuosos barrancos como los tarahumares, pimas, huarojíos, y tepehuanes. Chihuahua fue también tierra apache y comanche, más tarde sería igualmente manchega, extremeña, vasca y castellana; finalmente, mexicana.
Con sus leyendas sobre muros cubiertos de plata y sus siete ciudades de oro, Chihuahua despertó la ambición de las españoles. En 1540, el virrey Antonio de Mendoza envió a Francisco Vázquez Coronado a la conquista de aquel reino de fábulas. Pero antes de despertar la ambición, la tierra de indígenas y desiertos despertó en los españoles respeto y cariño como se puede constatar al leer la odisea de un náufrago que llegó a Chihuahua para conquistarla y fue conquistado; su nombre: Cabeza de Vaca.
Años después un frágil vasco de 16 años de nombre Francisco de Ibarra, sorprendió al virrey y a Diego de Ibarra, su tío, al conquistar aquellas tierras ignotas del norte, fundando villas y descubriendo minas a su paso. Los años y los conquistadores pasaron hasta que, el 30 de abril de 1598, Juan de Oñate pusiera fin al siglo de las conquistas del norte con la toma de las misteriosas tierras de Nuevo México.
Se dice que Juan Rangel de Biezma, quebró un buen día una piedra y con el centellar de la plata se pobló una tierra hasta entonces desolada que posteriormente se llamaría San José del Parral. El inagotable río de plata que naciera en aquel lugar consolido el nacimiento de una nueva y rica provincia de nombre Chihuahua.
Siguieron años de apogeo económico, pero también de inestabilidad política, hasta que al ser bautizada con la sangre de Hidalgo, Chihuahua definió su futuro, un futuro ligado al de México. Durante las guerras que siguieran al pueril estado mexicano, Chihuahua cumplió y cumplió bien. La sangre de sus jóvenes fue derramada durante la Independencia, la invasión francesa, la Reforma y hasta la Revolución. Fue precisamente en la Revolución que una de los más eminentes Chihuahuenses hiciera su aparición: Francisco Villa. Como un tornado arremetió en todo el Norte, derrotando a las fuerzas huertistas y aniquilando los últimos restos de la dictadura. Villa representó para México, y en especial para Chihuahua, la reivindicación del pueblo, la anarquía y sobre todo la esperanza en un futuro incierto pero con seguridad brillante. El Chihuahua actual es moderno y próspero. Sin embargo su historia no termina aún. Lo andado en las últimas décadas es apenas el inicio de un futuro mejor.
EL PROYECTO
Dentro de uno de los sistemas orográficos de barrancas y cañones más imponente del mundo se encuentra la barranca de "Candameña". Dentro de la barranca el mayor atractivo además de su impresionante constitución sería la cascada de Basaseachi. La cascada es accesible por carretera, está situada a 274 Km. al oeste de la ciudad de Chihuahua y se encuentra sobre la Barranca de Candameña. Se localiza en las imponentes montañas de la Sierra Madre Occidental. La distancia desde la Capital del Estado vía aérea es de 215 Km. que se recorren en poco más de una hora y vía carretera son 270 Km. de carretera pavimentada que se recorren en 3.5 horas.
Basaseachi quiere decir en lengua rarámuri "Lugar de cascada o de coyotes". Está ubicada en una zona que estuvo sujeta a movimientos tectónicos constantes y a grandes fallas geológicas que provocaron intensos fracturamientos en la corteza terrestre en forma de grietas, muchas de ellas descendieron más de 1,500 metros. El agua de la lluvia y las corrientes subterráneas aprovecharon los surcos formados, dando origen a los arroyos, ríos, lagos y cascadas que confluyeron en los cañones ahondándolos más al socavar y erosionar sus cauces.
Basaseachi es considerada una de las cascadas más altas de la República Mexicana, con 246 metros de caída libre sobre la barranca de Candameña. La cascada se convierte en la quinta más alta de América y vigésima primera a nivel mundial. Una vereda de 2 kilómetros permite a los excursionistas descender hasta el fondo, a la mitad del recorrido hay un punto que se le conoce como "La Ventana", mirador desde donde se puede contemplar una espectacular vista desde la cascada. Para protegerla fue elevada al rango de parque nacional, abarcando una superficie de 625.53 hectáreas, siendo un gran paisaje de bosques, barrancas y arroyos.
La flora en las partes altas de la cascada y en la zona de miradores, es bosque de varias especies de pino y encino principalmente. En la zona baja abundan varias especies de acacias, agaves y los alisos. Su fauna está compuesta por numerosas especies de aves entre los que destaca el águila, los pájaros carpinteros y el guajolote silvestre. Entre los mamíferos tenemos al puma, el venado y la zorra. En la zona base de la cascada y un poco más adentro del Cañon de Candameña existe el lince, jaguar, mapache, nutria y jabalí, entre otros. La zona alta de la cascada y su región de miradores suele tener un clima templado y fresco, muy frío durante el invierno. La velocidad promedio de caída es de 10 metros cúbicos por segundo y su volumen de precipitación es de 765 mm de promedio anual.
Dentro de esta barranca se encuentra otra cascada menos conocida pero mayor en majestuosidad a la de Basaseachi: Piedra Volada. Se encuentra ubicada en la Barranca de Candameña a 7 kilómetros de la comunidad de Basaseachi, y se accede a ella por la pequeña comunidad de Huajumar, después de caminar 25 minutos desde donde se deja el vehículo (todo esto por fuera de la barranca). Su nombre se debe a una saliente rocosa, localizada sobre el arroyo llamado Piedra Volada, el cual alimenta a la Cascada. Este arroyo se encuentra en las cercanías de un rancho del mismo nombre. El acceso al área de miradores de la Cascada no fue explorada sino hasta 1995.
La Cascada de Piedra Volada tiene una altura de 453 metros y es considerada la más alta de México, además de ocupar el decimoprimer lugar en todo el mundo. En el área de miradores se aprecian íntegros sus más de 700 metros de vertical absoluta que alzan desde el río de Candameña hasta arriba de la cascada, es ahí en donde se extiende el bosque de varias especies de pino y encino principalmente, también se pueden encontrar madroños y juníperos. En la zona baja de la cascada abundan varias especies de acacias, agaves (destacando el sotol) y los alisos. Esta cascada tiene poco caudal, y en la época de estiaje, Piedra Volada desaparece temporalmente, por lo que no es permanente, como Basaseachi.
Pero la exploración no termina ahí, pues es probable que a partir de la Barranca de Candameña se pueda accesar al valle de Otachique. Este atractivo turístico se encuentra ubicado a 50 kilómetros de la cascada de Basaseachi, en el Municipio de Uruachi y colinda con las Barrancas de Charuybo y Oteros. Otachique significa "Lugar de Cañas Altas", cuenta con una superficie de aproximadamente 3,000 hectáreas. Se trata de una serie de valles de medianas dimensiones, rodeados de numerosos acantilados, en los cuales se pueden observar diferentes formaciones rocosas con todo tipo de formas caprichosas. Se tratan de rocas volcánicas de 20 millones de años de antigüedad, esculpidas por la erosión. Este valle se encuentra ubicado en las Barrancas de Charuybo y Oteros, las cuales se consideran de las barrancas más profundas de la Sierra Tarahumara. Además cuenta con ruinas arqueológicas del tipo de cuevas con casas de la cultura Paquimé, pinturas rupestres, bellísimos miradores, algunos manantiales de agua potable y termales, hermosos arroyos de aguas cristalinas con una extensa variedad de peces entre las que podemos nombrar a la trucha. Este sitio natural se encuentra rodeado de un paisaje de bosque de pino y encino. En esta región existe una gran variedad de fauna como el venado, jabalí, mapache, oso negro (en vías de extinción), puma, gato montés, y otros mamíferos. También existen varias clases de aves destacando el águila real (en peligro de extinción), halcón, búho, guacamaya, perico, guajolote silvestre y otras. En este lugar la temperatura promedio es de 20 grados centígrados, frío la mayor parte del año.
BIBLIOGRAFIA Y MAPAS
- Lazcano, Carlos. Candameña: La Barranca de las Cascadas. SECTUR.
- Márquez Terrazas, Zacarías. El Estado de Chihuahua. SECTUR
- Carta Topográfica de escala 1:50,000, del INEGI correspondiente a San Isidro Huajumar, clave H12D89.
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