MENSAJE 8
Rodulfo Araujo (08/10/99) respondió a Carlos Rangel (7):

[Definiciones]
He peleado los términos de marketing como "xtremo", "de aventura", etc. Hay que reconocer que estadísticamente hablando, nuestros deportes (en algunos casos, estilo de vida) sí son de más alto riesgo comparados con cualquier otra actividad. Máxime cuando, en el caso de Alex, tuyo, etc., es también un trabajo, el sustento diario. Los bomberos, militares y policías también son actividades de alto riesgo. Hablaba de estadística, no de marketing.

[Acerca de los hijos]
Lo que más me impactó fue la gran cantidad de respuestas de montañistas que por una u otra razón perdieron a su(s) padre(s) de niños. Todos ellos coincidieron en que hubieran preferido tenerlos por más tiempo que saber que (en algunos casos) murieron por un ideal romántico.

Es curioso cuando se tiene la oportunidad de ver el punto de vista de otros al respecto de los montañistas. Hemos hablado de las novias, etc., que siempre involucran aspectos emotivos. Pero al hablar de hijos, son muchos más aspectos que los simplemente emotivos y temporales.

No se trata de volverse burócrata de escritorio para tener hijos, sino de reflexionar si exponerse a montañas peligrosas como LA actividad profesional es lo mejor para alguien que quiere a la vez formar una familia. Es distinto a practicar el deporte como hobby o hacer salidas de alto riesgo con menor frecuencia y mayor seguridad.

No sé si ya compraste el libro de Kukuczka. Es curioso y a la vez doloroso que refiera a su mujer y su hij@ un par de veces, ni siquiera como motivación ni nada. No dice que la esposa le echara porras ni mucho menos; simplemente ahí están y ya, como si fueran un mueble. Jerzy era frío, poco emotivo, pero del libro se desprende que la montaña y su compañero eran el centro del universo para él y su familia algo que simplemente "sucedió". ¿Es justo? La señora tuvo oportunidad de escoger el tipo de marido que quería y ya sabía de su actividad... pero ¿y el hijo? ¿habrá tenido una infancia feliz? ¿estará orgulloso sabiendo que su padre murió por su ideal, dejándolo huérfano a los 2 años?

9 de octubre

Mensaje 9
Carlos Rangel (09/10/99) contesta al correo de Rodulfo (8)

[Definiciones]
Sigo estando en desacuerdo. El deporte (cualquiera que sea) implica peligro si no estamos capacitados para ello. Por supuesto, tomarlo como un modo de vida implica una responsabilidad ante uno mismo y no el mero excursionismo eventual o sin complicaciones de entrenamiento (por ejemplo). Este foro es una buena muestra de lo que se puede hacer al respecto: superarse con las rod-recetas y con la forma de elegir lo que necesitamos en la montaña, son pasos para estar mejor allá donde el medio que nos rodea nos es extraño, pero no agresivo.

[Sobre los hijos]
Te puedo decir que tengo dos grandes amigos que tienen hijos y que a los ojos convencionales de la sociedad, no son buenos padres porque "descuidan a sus hijos. Carlos Lazcano, por ejemplo, piensa que su vida debe girar a torno a lo que él mismo se plantea porque de esa manera será feliz y hará feliz a su hija. Los conozco a ambos de hace muchos años y compruebo que así es. Carlos Aragón, el capitán con quien navegué en el Pacífico, tiene una relación muy estrecha con su hijo, a tal grado que cuando partíamos de puerto lo entrevistaron para TV sobre qué pensaba de que su padre fuera a hacer eso. contestó: "Ya era hora de que lo hiciera. Tenía años de estarlo pensando. Me da mucho gusto por él".

En resumen, podría decir que si uno va a seguir un camino no convencional debe ser coherente con ello todo el tiempo. No se puede ser un gran alpinista pensando en una familia o en un trabajo convencionales. Si hay que ser distintos será en todo o no funciona. Y aunque me fui al extremo, creo que abarca un poco lo que mencionas.

[Acerca de la burocracia]
>No se trata de volverse burócrata de escritorio para tener hijos, sino

Deja aclarar algo: usé el término "burócrata" para referirse a un estado de vida, no a un empleo. O si lo quieres así, a ser del grupo que no destaca en nada porque no tiene ninguna ambición personal.

[El montañismo como profesión]
Hay mucho que hablar acerca de la actividad del montañismo como actividad profesional, pero no es ese el tema que nos ocupa por el momento. Lo que sí puedo decir es que un "profesional" raramente hace eventos que impliquen riesgo. Se hace todo bajo control. Por lo tanto, son quienes están menos expuestos a accidentes. El fin de semana pasado hubo un accidente en el Iztaccíhuatl: un muchacho de 27 años, sin crampones, sin saber usar el piolet y con ropa precaria, subió hasta que se cansó, se sentó y resbaló: nada lo pudo detener. Precisamente es la "facilidad" con que se puede "llegar a la nieve" lo que hace que la gente sin preparación tenga accidentes y el estigma de "peligroso" recaiga en nosotros, cuando en realidad son descuidos. ¿Peligros objetivos y subjetivos? Depende de tu preparación general el minimizar los subjetivos, aunque no del todo y la muerte de Alex Lowe es un ejemplo.

[Los hijos]
>¿estará orgulloso sabiendo que su padre murió por su ideal,
>dejándolo huérfano a los 2 años?

Eso es harina de otro costal. Te remito al ejemplo de mis dos amigos (los otros dos Carlos). Por supuesto, Kukuscka y Messner son ejemplos extremos. Pero entre ellos y la vida sedentaria, hay una gama enorme de posibilidades de educación a los hijos. En alguno de sus libros, Carlos Castaneda decía algo así (refiriéndose a otra persona): "Mi padre no fue bueno ni malo. Fue como todos los demás. Nunca hizo nada para sí mismo."

Y si lo vemos de otra forma: ¿Quién o qué te garantiza que saliendo de tu casa o en el siguiente temblor no mueras? Insisto: hay que vivir continuamente y no sólo durante las excursiones y si éstas son el escape a lo que uno gusta hacer y salirse de la rutina del trabajo o la vida cotidiana, es apenas una probada de lo que podrían hacer de vivir diariamente.

Esto no es una invitación a volverse "vagos" profesionales. Es sólo que yo sostengo que el peligro está en donde uno menos se lo espera. El hombre, acostumbrado a vivir en un medio artificial, ha perdido mucho el contacto con las reglas elementales de la Naturaleza o, como lo llamaría Carlos Aragón, "las reglas del juego", mismas que hay que aprender. Nuestros deportes no son peligrosos más que en la medida que nosotros lo queramos... o nos descuidemos.